CONSERJE MELLARK -Terminado-

CAPÍTULO 16: NO ME ESPERABA ESTO...

Llegué al salón a enfrentar las cosas, no esperaba encontrar a Gale con toda la gente de su empresa.

—Allá está, es mi esposa. ¡Katniss!— me llamaba. Me acerqué a regañadientes. Qué lástima que el licor se evaporó en ese cuartito de limpieza, quien sabe que le habría dicho al pobre de Gale por su pequeño problema de depresión viril.

— ¿Gale qué haces aquí?— pregunté llegando a su lado.

—Pues no sabía que acabaríamos en tu trabajo amor. Ven, hay gente nueva en la empresa que aún no conoces— me tomó de una mano.

—Me voy a casa, ya hablaremos luego— dije tratando de soltarme de su mano.

—Pero Catnip ¿No quieres conocer a mis amigos?— preguntó.

—Mira Gale, no tengo la más mínima intención de conocer a nadie más. Me voy, lo siento— dije firme. Me daba algo de pena por él porque sus amigos nos miraban.

—Por favor… no me hagas quedar mal. He estado muy feliz cuando Glimmer me dijo que podíamos venir— rogó.

—Ya basta de mentiras Gale. Sé que viniste aquí intencionalmente.

— ¿En verdad quieres que se terminen las mentiras entre nosotros? Tal vez podrías salir perdiendo— me miró fijamente.

—No sé de qué me hablas.

—He intentado comprender… he hecho todo lo humanamente posible por entenderte pero por una vez te voy a decir ¡Basta! Katniss. No voy a permitir que vuelvas a dejarme en ridículo ni que me sigas humillando. Tengo mi dignidad ¿Sabes?

—Tu dignidad y tu pueden quedarse, yo me largo— intenté pasar de él pero tomó mi brazo.

—No, no, no. Acá nos quedamos. Quiero conocer a tus compañeros de trabajo, a tus jefes y a sus hijos— sonrió maliciosamente.

— ¿Qué?— sus ojos me miraban de forma extraña por primera vez sentí algo de miedo. ¿Desde cuándo Gale podía hacerme sentir atemorizada? Eso definitivamente no era nada bueno.

—Ahora ven y compórtate como la esposa buena y leal que siempre has aparentado ser— me apretó más fuerte la muñeca de la mano y caminé hacia su círculo de amigos. ¿Qué diablos pasaba?

—Hola Katniss ¿Trabajas aquí?— Glimmer me recibió con una enorme sonrisa ladina.

—Sí, pero eso ya lo sabías— dije secamente.

— ¡No! me acabo de enterar. Mira allí viene la señora tan amable que me invitó— se acercó a Teresa sin ningún reparo.

Gale siguió sujetándome ahora del brazo. Sus demás amigos conversaban de la comida y cosas triviales. Yo no sabía de qué forma podría zafarme e irme corriendo. Glimmer se llevó a Teresa hacia el salón contiguo.

—Mira Katniss, allí está el muchacho que trabaja en nuestro edificio ¿Qué hará aquí? ¿Quieres ir a saludarlo?— me susurró. Antes que pudiera contestarle, avanzó conmigo a rastras. Traté de detenerlo a la mitad del camino pero me tenía bien sujeta por la muñeca.

—Basta Gale ¿Qué te propones? ¿Qué es lo que quieres?— dije entre dientes pero poniendo mi peor cara.

— ¡Silencio! Sólo voy a divertirme, estoy en todo mi derecho. Me has humillado demasiado ¿No lo vas a reconocer? — no dejaba de sonreírme pero sus ojos destellaban despecho. Jamás lo hubiera creído de Gale.

— ¿Desde cuándo los sabes?— pregunté asustada. Esto no pintaba bien, la última gota de licor de mi organismo se evaporó como por arte de magia