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El vídeo que subimos poco a poco iba subiendo en visitas y comentarios. A la gente le gustaba nuestra canción, y eso nos llenaba de orgullo y satisfacción.

No pasó mucho tiempo hasta que recibimos una noticia que nos dejó perplejos a todos: nos habían invitado a tocar en ciudad Zuzu. Era una gran oportunidad que obviamente aprovechamos.

El concierto en cuestión iba a ser en un par de días, y los nervios estaban a flor de piel. Debido a eso, no pude dormir la noche de antes.

Para mi sorpresa, alguien picó a mi puerta esa misma noche. Quien me esperaba fuera no era ni más ni menos que Sebastian, quién me cogió del brazo y me llevó hacia su casa, donde tenía su moto lista para salir a dar una vuelta.

Ninguno de los dos dijo nada durante el viaje: yo simplemente me dejé llevar por Sebby. El lugar al que me llevó no fue otro que nuestro tan apreciado lugar: ese rinconcito en medio del bosque desde el cual se veía ciudad Zuzu. Sí, Seb me había traído al sitio donde hicimos oficial nuestra relación.

Tal y como la primera vez, nos sentamos el uno al lado del otro y, tras unos instantes de silencio, Sebastian habló.

— Llevo viniendo aquí unos cuantos días, ¿sabes? — dijo él. — Y todos los días me ha dado la sensación de que algo faltaba. Mejor dicho: alguien faltaba. — dicho esto, nos miramos.

— ¿Q-Que quieres decir? — dije yo, fingiendo no saber nada.

— Vamos a tener que visitar a Harvey, parece ser que estás tu peor que yo. — dijo Sebby riendo.

Yo simplemente hice una pequeña mueca de enfado. Seb me cogió la barbilla y giró mi cara en su dirección. Justo después, me dió un corto beso en los labios.

— Este lugar... — dijo él, aún mirándome.

Yo solo sonreí como una estúpida. Estaba realmente feliz.

— Sebby... ¿Lo recuerdas?

— Pues claro... — dijo él. — Y también recuerdo tu sopa de calabaza, y los días que tuve que cuidarte, y el día de las medusas, y el día del muelle, y...

Le interrumpí para darle otro beso. Tenía tantas ganas de poder hacerlo de nuevo...

Las lágrimas de mis ojos no llegaron sin avisar. Esas lágrimas no eran otras que las de felicidad. Ambos parecíamos estar igual de contentos, puesto que Sebastian también estaba sonriendo.

No volvimos muy tarde a casa, ya que al día siguiente teníamos que ensayar y preparar la pequeña actuación.

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Íbamos a subir al bus para ir hacía Ciudad Zuzu cuando empezaron a venir vecinos. Obviamente no vinieron todos, solo Robin, Jodi, Vincent, Jas, Marnie, Lewis y Emily.

Abigail no vino, lo cual me pareció bastante entendible teniendo en cuenta que llevábamos dejándola de lado durante muchos días.

Durante el trayecto, ayudé a Sebby a superar sus nervios antes de la actuación.

— Sebby... Hemos estado ensayando mucho, no va a salir mal. — dije yo, pasando mi mano por su pelo.

Él sonrió y me dió una de esas sonrisas suyas que tanto me gustaban.

— Cada día te quiero más que el anterior, ¿lo sabías? — dijo él.

Yo me sonrojé ante esta afirmación suya, y simplemente respondí escondiendo mi cabeza en su pecho.

— Echaba de menos esto... — dijo él, pasando su mano por mi cabellera.

Finalmente llegamos a Ciudad Zuzu, y nuestra actuación empezó. Había mucho público, pero creo que fue una buena actuación.

Al finalizar, el público aplaudió efusivamente y nosotros agradecimos a todo el mundo por venir.

Una vez fuera del escenario, abracé enérgicamente a Sebastian y a Sam, y pronto el resto de vecinos del pueblo se unieron al abrazo colectivo.

— Chicos... — dijo Seb refiriéndose a Sam y a mí. — Gracias.

🖤 Newbie | Sebastian 🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora