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A la mañana siguiente me desperté con los rayos de sol en mi cara. Mi cabeza estaba apoyada en el pecho de Sebastian, justo como me fui a dormir anoche.

Él seguía durmiendo, y debo decir que dormido parece más vulnerable, más tierno. Su piel blanca, su pelo y sus labios se veían preciosos. Mientras contemplaba su rostro mañanero, Seb abrió sus ojitos y me miró.

— ¿Me estabas viendo dormir? — dijo con una voz ronca bastante sexy.

— No... — dije alargando la o. Justo después sonreí. — Lo de ayer no fue un sueño... — dije, según yo, en voz baja.

— No lo sé, ¿sueles soñar conmigo? — dijo él sarcástico.

Yo solo sonreí. Poco después le vi bostezar, como si aún tuviera sueño.

— Sebby, tengo que hacer cosas...

— Te he dicho que no me llames así... — dijo mordiéndose el labio. — Hazlas, entonces.

— No puedo salir de la cama si no sales tú antes.

— Sí, sí que puedes. — dijo con una sonrisa ladeada. Pude ver su intención en sus ojos.

Yo me limité a empujarle y tirarle de la cama al suelo para así poder salir.

— Muchas gracias. — dije con una sonrisa sarcástica una vez fuera de la cama.

Salí al porche a contemplar el primer día de otoño, y luego recordé que tenía que ir a por semillas.

— Seb... — dije inconscientemente. — ...astian. Tengo que ir a por semillas y eso... Puedes irte a casa si quieres.

— De acuerdo. — dijo él levantándose del suelo y saliendo de mi casa. — Ya nos veremos.

Cada uno se fue por su camino, yo hacia la tienda y él hacia su casa.

Una vez habia comprado mis semillas de calabaza, las planté y las regué. Se me hizo un poco tarde, así que supuse que iría a ver a Robin en un par de días para que me mejorara la casa.

〰️〰️〰️

Era el tercer día de otoño, el primer miércoles de esta estación. Llevaba dos días sin ver a Sebastian, pero realmente no tuve mucho tiempo para mí.

Tenía pensado ir a la carpintería, así que aprovecharía para saludarle en mi visita.

Cogí mi madera y me encaminé hacia la tienda. Allí me recibió Robin, tan sonriente como siempre.

— Hola, _______. Hacía tiempo que no pasabas por aquí.

— Sí, es cierto. Pero ya estoy aquí de nuevo. — dije sonriente.

Tras explicarle que quería mejorar mi casa y añadirle una cocina, Robin guardó la madera que le entregué y me dijo que al día siguiente empezaría.

Yo agradecí su ayuda y bajé al sótano a ver a Sebastian. Abrí la puerta de su habitación pero él no estaba dentro, así que simplemente salí de allí y me dispuse a volver a mi granja.

〰️〰️〰️

Al día siguiente me desperté con el ruido que Robin estaba provocando.

"Es por un bien común...", pensé, en un intento de soportar el ruido. Cuando ya no pude más decidí ir a ver a Sebastian, a ver si hoy le podía encontrar.

Para mi suerte si que estaba en su cama. Yo pensaba que estaba durmiendo, pero al escucharme entrar se giró, asustándome un poco.

— Buenos días... — dijo con la misma voz ronca mañanera del otro día.

🖤 Newbie | Sebastian 🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora