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Pasaban los minutos, las horas, y Sebastian no despertaba. Yo me sentía fatal, muy culpable por todo lo que había pasado. Si no fuera por mí, Sebastian no estaría en esa situación.

Robin me dijo que fuera a mi casa a descansar, ya que llevaba todo el día al lado de Sebastian llorando, suplicándole que despertara. Finalmente le hice caso a Robin y fui a descansar.

Al día siguiente desperté, pero aún estaba cansada. No por tener sueño, sino por no tener ganas de hacer nada.

Salí de mi casa en dirección a la carpintería, a ver si había noticias de Seb. Al llegar, Robin me recibió con una sonrisa que no se correspondía con sus ojos de pena.

— ¿Ha pasado algo? — dije preocupada.

— Seb ha despertado... — dijo Robin. En ese momento sonreí y estuve a punto de llorar de alegría.

— ¿Puedo bajar a verle?

— Esta Harvey abajo, pero supongo que sí...

Bajé temblorosa al sótano de Sebastian, y detrás de mí venía Robin. Piqué a la puerta con suavidad, y al abrir me encontré con Harvey y Sebastian hablando. No podía ser más feliz en ese momento.

Harvey, al verme, se retiró del lado de Sebastian. Yo me acerqué nerviosa, y a punto de sufrir un ataque de nervios pude empezar a hablar con él.

— S-Seb, ¿c-cómo estás? — dije temblorosa y cogiéndole una mano.

— B-bien... — dijo quitándose de mi agarre, claramente incómodo. — ¿Quién eres?

En ese momento el mundo se me vino abajo, y no supe que decir. Mi cara en ese momento debió ser un cuadro, pero Robin vino hacia donde estaba y habló con su hijo.

— Es la nueva granjera, Sebby. Ella fue quién te encontró en las minas... — dijo Robin pasando una mano por mi hombro, intentando tranquilizarme.

— ¿Y el señor que vivía en la granja? — preguntó refiriéndose a mi abuelo.

— Falleció... ella es su nieta, _______. — dijo Robin.

— E-Es un placer... — dije en voz baja. — Me alegra saber que estás bien...

Intenté retener las lágrimas y no montar una escena. Antes de que me pusiera a llorar delante de Sebastian, Harvey y Robin me acompañaron arriba, dejándole descansar en la cama.

— _______... — dijo Robin pasando su mano por mi hombro.

— Salta a la vista que Sebastian ha perdido la memoria, pero ahora lo importante es saber desde cuánto tiempo hacía el presente.

— No me recuerda... — dije yo, con algunas lágrimas saliendo de mis ojos.

— Pero recuerda el día en que Sam arruinó el Luau. Eso fue el verano de antes de que te mudaras a Pueblo Pelícano, _______. — explico Robin.

— Entonces no es mucho, como mucho un año. — Harvey me miró. — Quédate tranquila, _________. Es bastante probable que Sebastian te recuerde.

— ¿Lo dices enserio? — dije yo, ilusionada, dentro de lo que cabe.

— Sí. Solo recuerda no bombardearle con información, puede ser perjudicial.

— Entiendo... — dije secando algunas lágrimas. — Muchas gracias por todo, a los dos.

— Descansa mucho, _______. — dijo Robin dándome un abrazo.

Tenía que ayudar a Sebastian para que me recordara, solo que no sabía cómo.

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A.N.: Holis~ Siento no haber actualizado desde hace unos días, pero he estado muy ocupada con temas personales. Siento que este capítulo sea tan corto, intentaré estar más activa   :((  Gracias por leer mi fanfic, ya van más de 300 personas que han leído este pequeño libro uwu🖤 Mucho amor a todos~~

🖤 Newbie | Sebastian 🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora