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Narra Tn___

Raymond: ok..., esta es la última..., eres virgen?.

Quedé atónita al escuchar esa pregunta, no sabía que responder, ya que la pregunta me parecía muy rara y en especial muy personal, ya que no sé para que quiere saber eso.

Tn___: disculpe?. Digo confundida.
Raymond: te pregunté si eres virgen, dime, lo eres o no?. Dice serio.

Me quedé callada por un momento, no sé si responderle o no, pero tendré que hacerlo para que no se moleste conmigo.

Tn___: s..., si Señor, yo todavía soy virgen, nunca he tenido relaciones sexuales con alguien. Digo avergonzada.

Él cuando escuchó que yo todavía era virgen, una sonrisa se dibujo en su rostro, y después me miró de una forma muy rara, y eso hizo que me asustará y me pusiera nerviosa.

Raymond: perfecto..., así me gustan. Dice de una manera pervertida.

Cuando dijo eso, me asuste mucho, porque no sé a que se refiere con eso, pero al parecer no es nada bueno, y creo que es mejor que me vaya.

Tn___: bueno Señor, creo que ya es hora de irme..., nos vemos mañana. Digo nerviosa.
Raymond: no Tn___, no te vayas todavía, aún falta mucho..., ven conmigo.

Él tomó mi mano y después hizo que lo siguiera, subimos al siguiente piso, y nos dirigimos a una de las habitaciones, entramos a la habitación y al parecer es la del Señor Ayala, pero me pregunto, ¿porqué habremos venido aquí?.

Él cerró la puerta, después se acercó a mi, y me tomó de la cintura, todo inducía al sexo, me asuste mucho, entonces me salí de su agarre y lo miré.

Tn___: Señor, esto no está bien, yo no puedo tener relaciones sexuales..., perdóneme, pero será mejor que me vaya. Digo asustada.

Me dirigí a la puerta, intenté abrirla pero tenía seguro, sentí al Señor detrás de mí, y después hizo que me volteará y que lo mirara, y después me apegó a la puerta y me miró.





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