Noches De Pasión

45

*Al día siguiente*

*6:30 a.m.*

Narra Tn___

Me desperté ví la hora y era un poco temprano, después me di cuenta que estaba acurrucada entre el cuerpo del Señor, y los estábamos desnudos, lo ví dormir y era realmente muy tierno, él roncaba y eso hizo que sonriera ya que me provocó un poco de risa.

Lo abracé y empecé a darle pequeños besos por todo su rostro, finalmente le di un pequeño beso en sus labios, él empezó a moverse hasta que despertó y me miró.

Tn___: buenos días. Digo una sonrisa.
Raymond: buenos días Tn___, dormiste bien?.
Tn___: sí, y tú?.
Raymond: de maravilla. Dice feliz.- ¿qué hora es?.
Tn___: son las 6 de la mañana.
Raymond: es muy temprano aún.
Tn___: sí, pero mejor empecemos a arreglarnos para así irnos a la mansión.
Raymond: tienes razón, pero de que preocupas, Emily no sabe que estoy  contigo, podríamos llegar más tarde, y así aprovechamos para hacerlo otra vez. Dice besando mi cuello.
Tn___: no..., es que realmente me da miedo que Emily se enteré, puede llegar a la mansión y darse cuenta que usted no está, o que yo aún no he llegado a trabajar, no es por despreciar tú propuesta, pero no quiero que ella se enteré.
Raymond: está bien, entiendo, pero ya no te preocupes por eso, Emily nunca se enterara de lo nuestro, ¿sí?.
Tn___: está bien.
Raymond: pero quita esa carita de preocupación, no me gusta verte así, a ver quiero ver una sonrisa.

Él empezó a hacerme cosquillas, mientras yo me reía como niña pequeña, intenté alejar sus manos pero no pude, finalmente él se montó sobre mí y conectamos miradas.

Nos miramos y nos reímos por la situación en la que estábamos, miré su brazo que estaba lleno de tatuajes entonces lo toqué y sonreí.

Tn___: me gustan tus tatuajes, son bonitos.
Raymond: pero hacerse uno duele mucho. Dice riendo.
Tn___: me imagino.

Los dos sonreímos y después puse mis manos en su pecho que me hace sentir segura, entonces lo acaricie lentamente, él me miró y después se acercó a mis labios, respirabamos el mismo aire y nuestros labios se rozaban, finalmente nuestros labios se buscaron automáticamente, y nos fundimos en un beso tierno, sin intenciones de otra cosa.

Puse mis manos alrededor de su cabeza para que no se separará, mientras él acariciaba mi torso, finalmente nos separamos por falta de aire.

Él se bajó de encima de mí, nos miramos y después empezamos a arreglarnos para irnos.

Después de un rato terminamos de cambiarnos y ya estábamos listos para ir a la mansión.

Salimos de mi casa, nos subimos al auto del Señor, nos pusimos el cinturón de seguridad, él puso el auto en marcha y nos fuimos hacia la mansión.