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Narra Tn___

Me dirigí a la puerta, intenté abrirla pero tenía seguro, sentí al Señor detrás de mí, y después hizo que me volteará y que lo mirara, y después me apegó a la puerta y me miró.

Raymond: no lo hagas más difícil preciosa, no quiero llegar a la violencia contigo, pero si sigues así me obligaras a hacerlo. Dice serio.
Tn___: Señor, por favor, no me haga nada malo, sólo déjeme irme. Digo asustada.
Raymond: no dejaré que te vayas, hasta que lo hagamos!.

El Señor me alzó en sus brazos y después me apegó nuevamente a la puerta, él lentamente besó mi cuello, y eso hizo que me pusiera muy nerviosa, intenté alejarlo pero eso no fue posible.

Raymond: no sabes cuanto te deseo Tn___, me encantas, desde que llegaste a la mansión me di cuenta que te necesitaba. Susurra en mí oído y después sigue besando mi cuello.
Tn___: Señor..., por..., favor. Digo nerviosa.
Raymond: no me digas Señor, dime Raymond, en tus horas de trabajo puedes decirme Señor, pero cuando estemos en lo nuestro dime Raymond.

Él siguió besando mi cuello y acariciando mis piernas, mis palabras de súplica no servían para nada, al parecer no tengo salida, tendré que seguirle su juego, y tendré que hacerlo.

Tn___: está bien Raymond, lo haremos. Digo un poco triste.
Raymond: sabía que no te ibas resistir.

Él me bajó lentamente y después tomó mi mano, y nos dirigimos a la cama, él se sentó, y yo quedé en frente de él y después me miró.

Raymond: daté la vuelta. Dice serio.

Hice caso a sus ordenes y me di la vuelta, después de eso sentí que bajó el cierre del vestido lentamente, después de eso el vestido cayó por si sólo, entonces quedé solamente en ropa interior.

Raymond: eres perfecta!.

Después de eso sentí sus manos recorrer todo mi cuerpo, empezando desde mis piernas, pasando por mi trasero y abdomen hasta llegar a mis pechos.

Raymond: vamos a quitar esto que estorba.

Sentí sus manos en mi brasier, quitó el broche y después se deshizo de el, y quedé semidesnuda ante él, después hizo que me volteará, y me tomó de la cintura apegandome más a él.

Raymond: eres muy hermosa y sexy..., vas a ver de lo que soy capaz preciosa, no querrás que otro hombre te toque.

Él volvió a besar mi cuello, sus manos lentamente bajaron de mi cintura hacia mi trasero y lo acarició lentamente, debo admitir que esto se sentía raro, pero a la vez me empezaba a gustar.

Narra Raymond

Tomé a Tn___ en mis brazos he hice que se sentará encima de mi, la tomé de su trasero y la apegue a más a mí, besé su cuello y lentamente fui bajando hasta llegar a sus pechos.

Tomé uno de sus pechos y lo puse en mi boca, lo besé, lamí y mordí, primero uno y después el otro, mientras mi mano acariciaba su intimidad.

Ella intentaba ocultar sus gemidos mordiendo su labio, pero eso no fue posible, de repente escuché un gemido de ella para nada tímido, que en realidad me encantó escucharlo, y eso hizo que tuviera una erección.

Raymond: eso es preciosa, quiero escucharte!.

Me alejé un poco de ella y quité mi polera, después la voltee quedando entre sus piernas, ella se tensó, pero después besé su cuello y fui bajando lentamente haciendo un camino con mi lengua hasta llegar a su intimidad.

Tomé sus  bragas y se las quité, la observé por un momento, estaba completamente desnuda, y al verla así mordí mi labio, finalmente lo que pensé que sería imposible, se hará realidad.

Quité mis pantalones, y mi miembro salió disparado, enseguida me puse el condón y después me monté sobre ella y me acomode bien entre sus piernas.

Raymond: bueno preciosa, es el momento. Digo perversamente.

Tomé mi miembro y lo puse en su intimidad, la fui penetrando lentamente, pero algo se interpuso en mi camino, la volví a penetrar un poco más fuerte, hasta estar por completo dentro de ella.

La ví por un momento, y ella estaba asustada, es su primera vez, cuando alguna mujer pierde la virginidad es normal que esté así, pero se que lo disfrutará.

Raymond: tranquila preciosa, lo que te haré sentir será únicamente placer, ya lo verás, te encantará.

Empecé a moverme lentamente mientras besaba su cuello, y mi mano se encargaba de acariciar uno de sus pechos.

Mientras hacía eso, pude escuchar unos pequeños gemidos, entonces empecé las embestidas un poco más rápidas entonces escuché que Tn___ empezó a gemir mi nombre.

Tn___: mm..., Raymond, por favor..., más rápido.  Dice entre gemidos.

Le hice caso a sus palabras entonces empecé a moverme cada vez más rápido, nuestros gemidos inundaban la habitación, ya estábamos a punto de llegar al orgasmo, entonces le di un par de embestidas más y ella arqueo su espalda y se corrió, después de unos segundos me corrí.

Caí a su lado agitado tratando de recuperar un poco el aire y ella estaba igual, entonces la miré.














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