Noches De Pasión

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Narra Raymond

Después que terminamos de desayunar con Tn___, nos pusimos a jugar póker, ya que ella aún debe guardar reposo y no puede hacer esfuerzos.

Todo el juego a sido entre risas y bromas, y bueno también algunos besos, aunque esta sería la última ronda, básicamente nadie puede ganarme en este juego, soy un experto jugando póker, desde que soy un adolescente se jugar y me se varías tácticas para ganar.

Miré mis cartas y tenía un full, esta sería mis oportunidad para ganar, así que miré a Tn___.

Raymond: bueno, ¿qué tienes tú?.
Tn___: espera un momento, ¿qué te parece si a la cuenta de 3 mostramos nuestras cartas?, así será más divertido.
Raymond: está bien, suena una buena idea, pero lamento decirte que yo ganaré, soy un experto jugando esto.
Tn___: eso lo veremos. Dice con una sonrisa.
Raymond: bueno, a la cuenta de 3..., 1.
Tn___: 2...
Raymond: 3.

Los dos dejamos caer nuestras cartas y yo empecé a celebrar, ya que era obvio que yo gané, pero después de eso escuché pequeñas risas de Tn___, y me pregunté ¿porqué se estará riendo?.

Después miré nuestras cartas y no podía creerlo, ella había ganado, tenía una escalera real de color y yo solamente un full, me quedé sin palabras ya que es la primera vez que me ganan en el póker.

Raymond: pero..., cómo?. Digo confundido.
Tn___: nunca debes celebrar antes de tiempo. Dice riendo.
Raymond: no sabía que que supieras jugar tan bien póker.
Tn___: se jugar desde que tengo 10 años, básicamente fue mi papá quien me enseñó a jugar esto.
Raymond: entiendo. Digo con una sonrisa.

Ella me miró y después se acercó a mí y me besó, se sentó encima de mi y puso sus manos alrededor de mi cabeza.

Tn___: no me digas que te molestó que yo ganará?.
Raymond: claro que no, es sólo que me sorprende, nunca antes alguien me había ganado, hasta el día de hoy.
Tn___: bueno, la próxima te dejaré ganar, para que así no sigas triste.
Raymond: ¿quién dijo que estaba triste?. La abrazo.

La miré por un momento y la besé, la apagué más a mi cuerpo y lentamente me dejé caer sobre la cama mientras besaba sus dulces labios que me hacían sentir el cielo, nos separamos por falta de aire y nos miramos, nos reímos por la posición en la que estábamos, ya que ella estaba encima de mí, ella nuevamente se acercó a mí y me besó, lentamente acaricié sus piernas y subí a sus trasero y lo acaricié.

Pero de repente sentí sonar mi teléfono, nos separamos y ella se bajó de encima mío y sonrió, la miré y después tomé mi teléfono y vi que era Javier.