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*5 días después*

Narra Tn___

Han pasado algunos días, y al parecer todo ya está volviendo a la normalidad, el Señor Ayala no me a pedido que tengamos sexo y eso para mí es muy bueno.

Aunque debo que admitir que no todo sea a arreglado, el Señor, aún sigue mirándome de una forma pervertida, y además no deja de tocarme y coquetearme.

Además, siento una clase de punzada en mí corazón y mí conciencia, ya que esto es muy difícil de ocultar, cuando recuerdo lo de aquella noche y también las palabras del Señor, me pongo muy nerviosa, y es algo que no puedo sacarme de la cabeza.

Estaba en la cocina tranquila, terminando de lavar los platos, estaba en mis pensamientos pero de repente sentí unas manos en mí cintura y un cuerpo apegándose al mío.

Raymond: hola preciosa. Susurra en mí oído y besa mi cuello.
Tn___: Señor...
Raymond: lamento sí te asuste..., pero ví que estabas sola, así que decidí venir a hacerte un poco de compañía.
Tn___: no se preocupe..., necesita algo?.
Raymond: sí..., te necesito a ti..., quiero que vengas hoy en la noche a la misma hora de aquel día, quiero volver a tenerte en mí cama y hacerte mí mujer, quiero volver a escucharte y sentirte. Besa suavemente mí cuello y acaricia mi trasero.
Tn___: es..., está bien Señor, estaré aquí.
Raymond: bien..., necesito que vengas hermosa sólo para mí..., nos vemos en la noche. Me da una nalgada y se va.

Después que se fuera me quedé pensando en lo que acabo de decir, no puedo creer que acepté nuevamente, literalmente tengo un pequeño problema para decir "no",  pero en ocasiones como está que ya estoy advertida no puedo negarme.

Pasó el resto del día, hasta que llegó mi hora de salida del trabajo, me despedí de todos, salí de la mansión y me fui enseguida a mi casa a arreglarme para ésta noche.






















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