❝ padre joven [taekook] ❞

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Pov. Taehyung:

- ¡Listo! - Decía detrás de la mascarilla negra, mientras miraba su trabajo.

- Por dios, sabía que debía confiar en ti para que me hagas estas cosas. - Chillaba aquella chica admirando su antebrazo y se fue acercando a taehyung. - Aunque dejaría que me hagas otras cosas.

Namjoon rió detrás del mostrador al ver la escena incomoda.

- Lo siento guapa. - Dijo retrocediendo y retirando su mascarilla. - Soy gay...

- Oh... - La pobre chica se sonrojo y busco en su cartera. - Es una pena Oppa - dijo para hacer una reverencia y salir del lugar.

- is ini pini ippi - namjoon imito la voz chillona de la chica haciendo que el contrario riera.

- Callate. - dijo para quitarse los guantes de látex y tirarlos a la basura.

- Deberías pasarmelas, mocoso.- dijo poniendo una mano en su pecho fingiendo dolor.

Rodé los ojos - tengo 24, no soy tan mocoso.

- Si, todo un hombresito.- se burló aplastando sus mejillas.

Taehyung rió tiernamente antes de darle un puñetazo a namjoon en el estomago.

- Mejor me callo.

Taehyung sonrió triunfante, y adentro al estudio para seguir haciendo sus plantillas.

[•••]

A las dos de la tarde, taehyung se coloco una chaqueta negra , tomo su billetera y golpeo a namjoon

- ¿Algún antojo? - dije acomodando mi chaqueta.

- Hamburguesa - rió mostrando sus hoyuelos.

- Namjoon, voy a terminar rodando si te hago caso - me queje.

- Por algo esta el GYM ¿no? Además, mirame. - me señalo de forma graciosa. - Soy una hermosura.

- Si claro, tu fofa panza sexy - Dije siendo todo un burlón.

Aclaro su garganta falsamente, y levanto su camiseta dejandome ver su no tan  marcado abdomen, adornado con un tatuaje de dragón.

- Ya quisieras llegar así a tus 30.

- Llegare mejor, abuelito — dije burlón.

Salí de la tienda y el fresco aire de la mañana golpeo mi bello rostro, mire ambos lados y crucé hacia el restaurante de comida rápida del frente.

No era sorpresa que se fijaran en mi, aretes, cuerpo bien marcado, tatuajes, igual a: "Sueño de toda chica"

Una lastima que sea gay.

Abrí la puerta del lugar y el olor a papas fritas inundo mi nariz.

- Dos hamburguesas dobles y papas fritas grandes - Dije bajando mi barbijo.

- E-eh.. ¿Desea agrandar su orden? - Balbuceo nerviosa.

Reí suave - Por eso las papas grandes linda.

- Oh, si.. - Empezó a teclear con un sonrojo muy notorio.

Mire al rededor y encontré a unos de los meseros mirándome.

Espere que me llamaran por mi pedido mientras jugaba en mi celular, hasta que escuche dos voces chillonas que malograron mi tranquilidad.

- ¡No! JaeJae deja de molestarme - chillo una pequeña.

- No quielo - le saco la lengua.

- Ugh - gruñi

- Kim Taehyung - llamaron y me acerque aliviado.

- Gracias por su compra, v-vuelva pronto - dijo sonrojada y extendiendo la bolsa.

- Gracias linda - dije sonriendo - Dile al mesero de allí que me parece guapo. - Le guiñe el ojo y salí del lugar.

Solo escuche que en la puerta solo estaban dos mocosos riendo resonaban.

- Niños - Murmuré disgustado.

Abrí la puerta del estudio y escuche gemidos, no era sorpresa saber que el único dentro era NamJoon.

- NamJoon deja de ver porno, la comida esta aquí! - grite quitándome la chaqueta y el barbijo.

- ¿Porno? ¿Yo? Si yo soy un ángel - Dio un resoplido sentándose.

- Si claro - rodé los ojos.

- Ejta bujna - hablo mientras masticaba.

- Que asco, coño - dije arrugando la nariz.

- Hay ya el decente - bromeo - esta buena.

- El mesero aún más - nos miramos y echamos a reír.

Tal vez tenga diversión esta noche

[•••]

Eran las 8:00 pm y acababa con mi ultimo cliente, mientras namjoon acababa con el suyo.

- ¡Ire por la cena! — llegue a gritar antes de cojer las llaves.

- ¡Si eso es lo que lo que quieres comer, pues vete! - reí y salí del lugar.

Mire a ambos lados antes de cruzar la pista y me detuve al escuchar una discusión.

- Hey, pedazo de idiota, sueltame - dijo un chico de cabello negro medio ondulado, con una cara angelical.

- ¿Pasa algo? - solté sin darme cuanta antes de llegar al lugar - Creo que ya te dijo que lo sueltes.

El tipo me miro y lo pensó dos veces el que yo era mucho mas grande que él.

- Vale - lo soltó y se fue.

- Gracias - dijo el pelinegro mirándome coqueto.

Cabello negro azabache y ondulado, ojos miel hipnotizantes, vestía un short  deportivo negro que marcaban sus deliciosos muslos y una camiseta blanca holgada.

Jodidamente perfecto.

- No hay de que precioso - Dije sonriendo de lado.

Se mordió el labio inferior mirándome. - ¿Como puedo agradecerte?

- Umh... - Simule pensar mientras me  acercaba a él - pues podriam....

- ¡Appi! - gritaban dos niños felices  hacia el pelinegro.

Mierda...