❝ padre joven [taekook] ❞

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8 días para el concurso...

- ¡Oh por dios! ¿Ahora con quien dejo a los pequeños?

Eran las 2 de la mañana y el azabache estaba dando vueltas en su cuarto.

Ya llamo a SeokJin y este le dijo que iría de vacaciones con su hijo y que no estaría en Seul por tres semanas.

Seulgi esta muy ocupada y también cancelo.

Baekhyun no sabe cuidar niños, así que seria un desastre dejar a sus hijos con el.

Su única opción es Taehyung.

Salto a su cama y cogió su celular, marco el número de Taehyung y esperaba a que este acepte.

- Amor ¿Que paso?

Una voz muy ronca inundo los oídos del azabache, pasándole un escalofrío por la espalda.

- Tae, perdón por despertarte...

- Cariño, para ti siempre voy a estar disponible.

- Quiero pedirte un favor mas que todo... Como sabes, el concurso en Japón es en ocho días, pero no se con quien dejar a los niños.

- ¿Ya llamaste a seokJin?

- Si...

- La chica esa que te hace ojitos, ¿Seulgi?

- También pero...

- ¿Nadie te acepto?

- Taehyung, quiero que tu te quedes a cargo.

Hubo un momento de silencio entre la llamada.

- Cariño...

- Jungkook yo no se cuidar niños, antes de que te conociera, pensé que los mocositos eran una escoria.

- Ven mañana, voy a enseñarte sus rutinas para que te tengan confianza.

- Nunca he actuado como padre.

- No tienes que actuar, solo quiero que salga ese lado paternal de Kim Taehyung.

- Esta bien, ire mañana ¿A que hora?

- Ven a las seis de la mañana, ellos seguirán dormidos.

- Kook, es muy temprano, pero esta bien.

-Muy bien, te espero mañana~

Jungkook colgó la llamada y una sonrisa victoriosa se formo en sus labios.

Se tiro a la cama y se durmió sonriente, por fin descansaría tranquilamente.

[•••]

La alarma empezó a sonar y el castaño se levanto aun con los ojos hinchados.

Fue al baño a arreglarse un poco, se coloco un hoodie negro con capucha y llamo a un taxi, yendo a la casa de Jungkook.

Todo el camino en el auto se la paso durmiendo, tanto así que el conductor tuvo que despertarlo cuando ya habían llegado.

Pagó y se dirigió a la puerta, tocándola un par de veces, no demoro mucho que un alegre azabache lo recibiera.