Las fuerzas militares se encargaron de distribuir tropas designadas para instruir a los Heraldos de distintas partes de la República en el manejo de las armas que se usarían en la toma de Palacio, que el mismo Ejército se encargó de surtir. Incluso Víctor tuvo que aprender a disparar en tiempo y forma, y aunque se negó muchas veces a que yo también lo hiciera, Isaura terminó por hacerle entender que la gente a la que nos enfrentábamos no iba a tener piedad con ninguno; mucho menos con una de las cabezas de la revolución.
Me revitalizaba el hecho de estar activa en todo momento, debía dividir mi tiempo entre las lecciones de tiro y defensa personal, las actividades logísticas y administrativas de los Heraldos y cierto tiempo de calidad con mi marido. A medida que nos íbamos acercando a la fecha pactada para el asalto a Palacio, las reuniones se iban tornando más pesadas y densas, no era para menos, esos hijos de puta nos sacaban una ventaja notoria, pero nada que no pudiera solucionarse con algo de disciplina castrense.
—Si usted pudiera decirme cuál es la virtud más importante en una figura política, ¿cuál escogería? —Preguntó al cuadragenario con total respeto, a pesar de que no había pasado mucho desde que estuvo dentro de ella.
—Si me sigues hablando de "usted" voy a tener que demostrarte que somos iguales, una vez más. —Susurró Ulises entre suspiros, tendido en la cama y sin ánimos de levantarse por el reciente orgasmo. Buscó la mano de Marina entre las finas sábanas de seda y la tomó con una delicadeza increíble, como si le diera miedo romperla; y la besó con una devoción nunca antes vista—. Creo, desde mi humilde experiencia personal, que es la disciplina.
—Acabas de cancelar una reunión muy importante, no comprendo de qué forma eso respalda tu respuesta. —Respondió ella, con la suspicacia que la caracterizaba, ruborizándose por las caricias del político.
—Gracias a la disciplina conservo el físico de mis treintas aún en base cuatro, gracias a la disciplina no puedo pasar más de una semana sin leer un libro nuevo, gracias a ella tengo un partido con gran presencia a nivel nacional y por supuesto, acabo de besar cada rincón del cuerpo de una hermosa joven. La disciplina es algo con lo que vas a contar siempre, Marina, incluso cuando tu talento empiece a parecer desfasado, eso siempre hará que tengas ventaja sobre el resto.
Las palabras de mi querido Ulises resonaban constantemente cuando quería mandar al diablo todo el trabajo administrativo y recostarme en la cómoda cama de dos plazas y media que me esperaba pulcramente tendida en el piso superior de la mansión, o correr a los brazos de mi suegra y suplicar por una de sus gloriosas tazas de chocolate. No recordaba cuántas horas habían pasado desde que Verónica abandonó el barco, no sin dejar de insistir que yo hiciera lo mismo, pero cual músico del Titanic, me negué rotundamente a dejar de hacer inventarios y redistribuir Heraldos en zonas de ubicación fuera de Palacio Nacional; necesitábamos una cobertura impecable y aquello solo iba a lograrse con la estrategia militar de Isaura, y mis largas horas de trabajo frente a los planos de la edificación. En algún momento de la madrugada sentí como las manos tibias de un hombre se posaban sobre mis hombros descubiertos y helados por el vientecillo que se filtraba por una ventana ligeramente abierta, me giré con la poca fuerza que me quedaba y encontré la sonrisa amable de mi esposo ofreciéndome algo de piedad, acepté su oferta y estiré los brazos hacia su cuerpo, él me recogió entre sus brazos y me llevó hasta la cama sin problema alguno.
—Quiero agradecerte por todo lo que haces por mí, y disculparme por lo del otro día. Prometo jamás tratarte de esa manera, pero necesito que comprendas que lo ideal es disfrutar juntos la victoria o afrontar ambos la muerte.
—La victoria es la única posibilidad que quiero contemplar, Víctor, por eso hago todo este esfuerzo. Victoria, victoria, es la palabra que siempre quiero saborear. —Murmuré a medio dormir.
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Memorias del Poder. [#1]
RandomJuntos nos alzamos en medio de la anarquía de una sociedad harta de abusos y corrupción. Caminamos de la mano hasta la cúspide y, con firmeza, nos aferramos al poder. ¿Qué se necesita para que una pareja de mentes brillantes se distinga entre muchas...