- Capítulo 11 -

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—N-nada.—Yuu trató de hablar lo más calmado posible, pero como era tan obvio, Mitsuba y Kimizuki se dieron cuenta de su nerviosismo.

—Oye, estas pálido. ¿Miraste tu reflejo?.—La rubia reía entre dientes mientras que el pelirosa molestaba a Yuu.

—Muy gracioso.—Mencionó el azabache en un tono irritado.

—¡Queridos invitados, me complace tenerlos aquí como mis-!.. ¿invitados..?. Pero que..—Se escuchó desde uno de los parlantes, al parecer Yuu reconocía la voz, aunque el remitente se hallaba en silencio, carraspeó garganta luego de callar—Como ya les habrán informado o tal vez sea nuevo, ustedes estan aquí para tener un ligero descanso y estar en libertades pero.. hay reglas que cumplir, y como estamos a una semana para un nuevo año, ¡sería un honor festejarlo con ustedes!.

—Realmente tiene problemas con su discurso.—Burló Mitsuba.

—Oye tú-.—Kimizuki trato de regañarla.

—Pero, dicen que hay alguien aparte de ese noble.—La rubia susurró mirando a ambos chicos—¿Alguno de ustedes estaba informado ya de eso?.—Los contrarios se miraban.

La chica solo suspiró y se cruzó de brazos tomando postura, los demás parecían fijar sus miradas a su extraña conversación.

—Platicaremos de esto más tarde.

Mitsuba tomó un sorbo del café que tenia en manos, presentía que algo no iría bien, que ese viaje es algún tipo de señal.

Pasaron minutos y ya todos habían desayunado, debían de hacer sus deberes, no pueden andar de vagos.

Yuu apenas se balanceaba sobre esa silla de escritorio, tenía que compartir cuarto aunque por ahora no sepa, Shinoa, aquel pelirosa, Yoichi y la rubia, andaban ocupados en sus cosas.

—Yuu-kun, ¿N-no deberías de hacer la tarea que el profesor habia dejado?.—Preguntó algo nervioso.

—Lo haré. Pero no ahora, Yoichi.—El azabache suspiró largo, estaba aburrido pero lo estaría más si se ponía a hacer responsabilidades.

¡Te tengo como invitada especial!

El pelinegro detuvo el movimiento, aquella voz vino repentinamente a su cabeza en forma de eco, era un Flashback sin imágenes y solo una frase. Negó con su cabeza, no quería ponerse a investigar.

—Mitsuba.—La nombrada dirigió su atención a lo que él señaló la puerta para que saliera.

—¿Ahora qué quieres?.—Se cruzó de brazos una vez que el chico cerrara la puerta saliendo con ella.

Yuu no dijo nada, solo tomó la muñeca de la rubia y los guió a un lugar apartado de estudiantes.

—¡¿Se puede saber qu-.—Fue interrumpida por el azabache quien cubrió su boca e hizo una señal de silencio. Habían dos guardias que pasaban cerca del pasadizo donde estaban.

El chico revisó que no hubiera más personas para poder ir con la contraria.

—¡Se puede saber qué haces!.—Mitsuba susurró.

—Sobre lo de la mañana..—La rubia puso atención—creo saber quién es la sorpresa.—Ella solo suspiró mirando alrededor suyo.

—¿Y quien es?.

—Ah.. ¿dije quien?, bueno, de hecho, creo saber por donde iban, aprovechemos par-

—¡Idiota!.—Mitsuba dió un golpe al pelinegro—¡Si quieres meternos en problemas será mejor que tengas una buena excusa!.

—¡¿Por qué me pegas?!.—Dió frente a la rubia.

—¡No mereces un mísero golpe sino todo el ejército!

—¡¿Ahora te pones en mi contra?!, olvídalo, será mejor que vayam-

—¿Ir a donde?.—Un tercero hizo presencia entre ambos chicos, Yuu reconocía esos cabellos plata y particular vestimenta.

¡Abrázame! ||MikaYuu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora