- Capítulo 8 -

892 112 26
                                    

Hace unas horas que el castaño había dicho sobre aquel campamento, Yuu aún no había empacado como se lo dijeron pero aún le quedaba hasta mañana en la tarde.

El azabache estaba recostado sobre su cama, tenía la mano sobre sus párpados, la luz de su habitación le molestaba pero estaba lo suficientemente cansado como para poder moverse.

Solo pasaron segundos para que sus ojos se cerraran lentamente y quedar en un profundo sueño.

A la mañana siguiente.

—¡BakaYuu!.—Se oyó desde afuera.

Aquel pelinegro aún dormía plácidamente sobre su cómoda cama, no oía nada de lo que pasaba fuera de su puerta ni los golpecitos que daban.

—Mmm..—Bostezó Yuu.

Sus ojos apenas abrían y un gran portazo en la habitación de Yuu hicieron que se sobresaltara.

—¡BakaYuu!. ¡¿Hasta cuando seguirás durmiendo?!, ¡Ya es mediodía!.—Gritó Kimizuki—¡Apúrate y levántate!, ¡lo pospusieron para dentro de treinta minutos!.

Kimizuki entró a la habitación. El azabache estaba tratando de procesar todo lo que aquel pelirosa le decía, tardó cinco minutos en entender la situación..

Espera.. ¿treinta minutos?. Yuu se levantó y miró a Kimizuki quien solo se acomodaba los lentes notablemente molesto.

El mismo Yuu, inmediatamente se levantó de la cama y fue rápidamente a su cuarto de baño.

Fueron veinte minutos para que terminara de bañarse, Kimizuki sacó la suficiente ropa para que el azabache la usara y que la empacara.

Ya solo faltaban cinco minutos para que terminaran de alistar lo último, Yuu había bajado con su maleta no tan llena y se dirigió lo más rápido a la escuela.

Por suerte, tal vez mucha, el pelinegro y el pelirosa habían llegado a tiempo, los demás estudiante y entre ellos Yoichi, estaban esperando fuera del autobus.

—¡Yuu-kun!.—Yoichi corrió hacia el azabache.

Notó como la maleta de Yuu parecía casi vacía, pero lo que más le extrañaba era el repentino exhalo de alivio y cansancio que producía el azabache.

Del autobus bajó una chica, era la presidenta, empezando a tomar lista. Varios chicos y chicas estaban presentándose y luego subir al bus.

—¡Hyakuya!.

Era el turno de Yuu, fue rápido y subió junto con su maleta, no era difícil ya que de hecho estaba casi vacía, fue a uno de los asientos que había cerca de la ventana.

Luego de unos pocos minutos, Yoichi, Kimizuki, Mistuba y Shinoa llegaron a subir. Una vez que todos se hayan emparejado, aquel azabache estaba solo.. si, parecía una coincidencia o tal vez un simple cliché pero..

Se escuchó un golpecito sordo al lado del azabache, estaba apunto de dormirse, claro, no pudo ya que aparentemente alguien irrumpió en el asiento de a lado.

—¡¿T-Tú?!.

Yuu gritó mirando desconcertado al chico, no era Mika ni algunos de los otros con los que usualmente se juntaba.

—¡Soy Crowley!, ¡Cro-w-ley!.

Empezó a deletrear, al parecer tenía un aura que lo hacía intimidante para otros estudiantes.

Ese pelirrojo estaba estirando las mejillas del azabache a modo de entretención en lo que este se quejaba de dolor.

Pero.. había algo más aterrador que la presencia del pelirrojo, algo los miraba de manera penetrante, por lo que no dudaron en voltear a ver que era.

—¿Mi..ka?.

¡Abrázame! ||MikaYuu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora