Resulta que, al final SÍ me cortaron el internet. Algo tarde, pero me cortaron.
Psdt: No me vayan a pegar porque he tenido problemas en recuperar la cuenta AY.
Sé que nadie leerá esto por desinterés y lo entiendo.. sólo quería decirles...
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¡Wey gracias <|3!. No me había percatado del apoyo otorgado por lo que me siento muy emocionada y.. apenada, por dejarlo. No quiero hacerlo más largo, pero otra vez, ¡los extrañé, y muchas gracias por todo!, ¡en serio :')♡♡♡!.
Sin más.. Disfruten <|3. ____________________________
30 minutos después o hasta donde pudo contar. Yuu no dejaba de insistir con la pregunta:
—¿Ya llegamos?.—Su cansancio suplicaba una afirmación.
—Por décima vez, NO.—Dió un largo suspiro mientras aún caminaba frustrado—Espera,—El azabache lo miró con pesadez—¿Escuchas eso?.
—Lo único que escucho es soledad pura.—Alzó su mano mostrando los alrededores.
—¿Eres anciano?.—Bromeó Mika para luego poner una mano en la boca de Yuu negándole el habla.
En seguida, Yuichiro fue llevado entre los brazos del rubio; corría en dirección a lo que de a poco fue escuchando risas y gentío.
Levantó su vista en dirección a la multitud de voces hasta poder ver menos árboles en su camino.
Sus ojos captaron mejor la luz al percatarse de su salida del arbolado y más aún, un festival. Entre toda esa gente pudo divisar a Kimizuki junto con Yoichi participando en un juego.
—¡Ey!.—Gritó Mika en cuanto Yuu se bajó con celeridad, solo que, fue detenido por las cadenas.
El pelirosa y castaño voltearon hacia ellos. Yoichi, sobre todo, corrió y abalanzó en dirección a Yuichiro clamando su nombre. Mika haló de su muñeca dejando que el otro cayera.
Kimizuki le ayudó a levantarse, luego echó una mirada a ambos y más a un celoso rubio.
—¿Adónde fueron?.—Dijo el de cabellos rosa mientras el otro se sobaba el suprapunta.
—¿No sería mejor dejar los detalles para después?.—Hizo frente Mika.
—Parece que alguien está hostil.—Le siguió Kimizuki.
Yuu trataba de alejar a Mika de Kimizuki y Yoichi viceversa.
—Ah, ¡Yuu-san!.—Elevó el helado que conservaba en sus manos e indicar su posición.
Solo eso faltaba, la repentina irrupción de la causante de todo.
—¡Tú!.—Gruñó el azabache, dirigiéndose a Shinoa pero nuevamente le detuvieron las esposas. Él volteó hacia Mika quien solo observaba la escena.
—Oh, ¿buscas esto?.—Alzó su mano mostrando las pequeñas llaves sonriendo de manera burlona.
—¡Shinoa, quiero la revanch-.—Mitsuba repentinamente apareció. Todos la vieron y ella a Yuu-Oh, escaparon.
(...)
Todos entraron a una de esas tienditas de dulces y Shinoa escogió uno.
—¿Que quieres qué?.—El azabache entornó los ojos.
—¡Pocky con Mika-san!.—Shinoa alzó las llavecitas para obligarlo.
Yuu tragó saliva tratando de no alterarse, miró a Mika de reojo para luego volver su vista a la pelimorada.
Soltó un largo suspiro y le arrebató la pequeña caja sacando uno.
—Ven Mika.—La más baja empujó al rubio mientras Yuu se lo colocaba en los labios-Hagamos esto rápido.
Ambos empezaron lentamente. Kimizuki cubrió los ojos del más bajo, Mitsuba miraba nerviosa y Shinoa mantenía una alegría incomparable.
Descuidadamente Yuu partió la barrita de chocolate y no es su culpa, Mika era el responsable por acercarse mucho, y sin previo aviso.
—Y-ya.—Tartamudeó apartando la mirada-Las llaves.-Reclamó extendiendo la mano.
—Lo siento Yuu-san, pero compré una caja y de por ley, hay que comerlos TODOS.—Resaltó la última palabra dejando sin habla al nombrado.
(...)
El rubio estaba teniendo un tic en una de sus cejas, ¿razón?, Yuu partía intencionalmente los palitos, pero quedaba uno y no lo pasaría por alto.
El pelinegro colocó el pocky, y al estar casi por la mitad, Mika puso ambas manos a los lados de su rostro y terminó por unir sus labios.
Yuu daba evidencia de lo inesperado que fue y los testigos no tardaron en quedar más que sorprendidos.
—¡Estuvo genial pero preferiría que vayan a un hotel!.—Irrumpió Shinoa.
Justo después de lo dicho, alguien entró bruscamente. Los chicos se alarmaron y en seguida voltearon al escuchar el portazo.
Era Crowley.
Se acercó y haló del brazo de Yuu llevándoselo fuera. Trató de zafarse, pero el pelirrojo se detuvo.
—No te preocupes, él tambien viene.—El contrario ladeó la cabeza para que después viera al rubio siendo sujetado por otros dos—Ferid sugiere verlos a ambos. ¿Dónde estuvieron?.
Crowley sintió un escalofrío en su espalda a lo que apartó las manos en son de paz. Yuu caminó en cuanto soltaron al rubio, pues, dejaron que Mika los guiara.
