Una vez les quitaran las esposas, ambos fueron guiados hasta un auto; Los obligaron a subir y dejaron que el conductor los llevara a su destino.
Cuando llegaron, vieron la gran mansión y Yuu sabía que le venía una reprimenda. Mika notó su inquietud y sostuvo su mano a modo de calmarlo.
Entraron, y era exactamente lo que imaginaba; Separaron al azabache del rubio permitiéndole solo ingresar al despacho de Ferid.
—Verás, Yuuichiro.—Habló el albino antes de dejarle al chico—Hay estrictas normas que seguir y solo te pedí que hicieras unos deberes.
Él estaba en una silla giratoria por lo que se volteó para verle.
—Pero tú desapareciste y ni siquiera le dijiste nada a tu compañero con el que compartías cuarto, ¿qué planeabas hacer yéndote con un miembro del consejo estudiantil?.
Ferid entrelazó sus dedos tiñendo su voz firme a una sombría.
—Y-yo... Lo siento..—Yuu tenía la mirada gacha, el albino se percató de su expresión.
—Con eso no me basta, ¿lo sabes?. Hoy haremos una ceremonia importante y no estuviste para separar los quehaceres.—Suspiró—Y por motivos bastante obvios, no te verás más con Mikaela.—Los ojos del azabache se abrieron en par—Él, por tu falta, no asistió a reuniones de suma importancia y ahora debe de estar enterado de todo el trabajo que se le juntó en solo dos días.
¿Por qué quería atormentarlo?, no fue su culpa el que se haya desmayado y despertado en otro lugar, y... estar esposado con él.
—¿Estás feliz?, debes de estarlo. Porque necesitarás más que solo un "lo siento" para terminar tu relación con ese chico.
—Yuu alzó velozmente la mirada, demostrando su esperada sorpresa.
—No te quedes aquí por más tiempo, necesito que lo hagas ahora mismo.
—¿Q-qué?, Es-espere.. Yo.. n-no puedo hacerlo...—Desvió la mirada encogiéndose de hombros.
—Bien, entonces quisiera que evites mezclar tu vida "privada" con los asuntos de esta mansión. No hagas que nuestra anfitriona se sienta ofendida por los rumores sobre citas.
Sus manos ya no tiritaban o sus ojos demostraban pena, solo había un silencio estremecedor que el albino extinguió.
—Yuu, ¿es así como te llaman, no?. Necesito que lo hagas ahora, ¿entiendes?.—El mencionado asintió lentamente y salió mirando fijamente al suelo.
Yuuichiro sabía que lo que hacía era indiscreto, e irrespetuoso hacia el noble; pero no podía hablarlo con Mika. No quería que más problemas se presentaran.
Solamente dió un suspiro corto, elevó la mirada y caminó rumbo a su habitación.
Su rostro no llevaba expresión alguna y eso lo pudo notar aquel pelirrojo.
—Ey, ¿te pasa algo?.—Enarcó una ceja.
Yuu se abstuvo de responder, sacando su cuaderno de apuntes; Y por supuesto, Crowley no aguantó el incómodo silencio.
—Si piensas que no das miedo, es mejor que lo descartes. En serio, ¿qué demonios te dijo?.—Frunció el ceño esperando una respuesta, pero era en vano. El azabache hacía caso omiso mientras movía el lápiz—¿Siquiera sabes qué escribes?.
El pelinegro se detuvo, luego exhaló y se echó para atrás, estirando los brazos.
—¿Mmm..? Nope, solo trato de ordenar mis pensamientos.—Dió un largo vistazo hacia el techo para después dirigir la mirada al pelirrojo.
—¿Te dijo algo, no es así?.
—Quién sabe.—Cerró sus párpados disminuyendo su tono.
—Si no vas a responder, entonces responde ésta, ¿dónde estaban?.
—¿Afuera, tal vez?.—Dijo sin importarle la pregunta.
—¡Hablo en serio! Desapareciste casi dos días y ni siquiera-
—Ni siquiera te lo dije, lo sé.—Yuu volvió su vista dejando a Crowley mudo.
Ambos ya no se dirigieron palabra ni miradas, no obstante, el simple sonido de la puerta siendo tocada hicieron que ese silencio se esfumara.
Yuuichiro suspiró levantándose para abrir la puerta, topándose con la joven de cabellos lila.
—Yuu, necesito hablar contigo.—Shinoa dirigió su vista a un lado percatándose de la presencia de Crowley, ella frunció el ceño—¿Podrías venir?.—Se devolvió al azabache.
—¿Hmm..?, ¿Por qu-
—Da igual, vendrás de todos modos.
La chica le tomó del brazo y arrastró varios metros hasta estar frente a una puerta. Shinoa hizo el mismo procedimiento y en cuanto le dieron el acceso, alguien cerró la puerta detrás suyo.
Miró alrededor notando a Kimizuki, Yoichi y Mitsuba.
Shinoa suspiró.
—¡Fiu, eso estuvo cerca!.—El azabache arqueó una ceja—Yuu-san..—Se dió vuelta para verle—Lamentamos.. lo de antes...—Ella miró a Mitsuba quién tenía una mirada cabizbaja—No pensamos que terminaría así, solo...—Ella se cogió del brazo imitando a la rubia.
Kimizuki chasqueó la lengua llamando la atención de los demás.
—Lo que tratan de decir es que lo han planeado todo.—Se masajeó la sien demostrando impaciencia.
—¿Planeado?.—Yuu abrió los párpados al recordar aquella carta firmada de hace unas horas, evadió la mirada.
—Sí. Por si te preguntas, no, no estábamos al tanto y al parecer actuaron solas; El gran resumen es que te durmieron.—El menor llevó su vista rápidamente a Kimizuki—Usaron pastillas para dormir.
—¡P-pero no sabíamos que demorarían tanto..! y tendrían problemas...—Mitsuba parecía conmocionada que apenas se le escuchó lo último.
—N-no, no. Fue mi idea. Lamento que las cosas no hayan salido como queríamos para ti, Yuu-san.—Ambas se veían deprimidas por lo que solo se esperaban una gran decepción por parte del azabache.
—A-aún así... ¿ustedes.. se pudieron reconciliar, verdad?.—Yoichi lo miró con cierta preocupación.
Era verdad pero, ¿realmente valió la pena?, claro que sí, y aunque el albino negara su acercamiento, el poder verlo sería casi imposible.
—Yoichi tiene razón, ustedes estaban juntos.—El pelirosa acomodó sus lentes.
Yuu soltó un suspiro, entonces, ambas chicas alzaron las miradas luego que el azabache colocara una mano en sus cabezas.
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Tal vez mañana publique el sigte. capítulo. Perdón...Psdt: Creo que también debo tener los capítulos listos antes de publicar una historia, ay :(.
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¡Abrázame! ||MikaYuu||
FanfictionAmbos fueron separados a la edad de 6. Pasados 10 años, estos dos logran reencontrarse pero, ¿Qué oculta Mika?.