capitulo 10

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Cuando la tortuga y el tigre del futuro se separaron y se fijaron en su hija, la menor se encontraba dormida profundamente junto al pequeño kuro que estaba en su pecho, tora había dejado salir su parte felina como la mayoría de veces donde se dormía junto a sus padres. Estaba tranquila, más que la noche anterior, donde a pesar de que Leonardo no dijo nada, la noto moviéndose sin poder dormir.

-mi pequeña- Leonardo sonrió y se acercó cargándola en estilo princesa teniendo cuidado con el minino que se despertó levemente y lo observo un momento para luego volver a acomodarse y sucumbir al sueño.

-tiene sueño pesado-opino el tigre del pasado, observando como la madre llevaba a su hija a la cama junto a su progenitor.

-no tanto, en realidad es de los tres la que tiene el sueño más ligero, pero cuando no descansa bien y pasa la noche despierta, lo cual es muy común, termina cayendo al sueño sin poder evitarlo- dijo el tigre mayor riéndose levemente. Recordó momentos cuando su hija era una niña pequeña y se despertaba por cualquier cosa, llorando a mitad de la noche pidiendo por sus padres.

-ya veo, será difícil al parecer- los tigres se sentaron y se juntaron un poco, para poder hablar con mayor comodidad.

-pero completamente necesario y divertido- ambos tigres se pusieron hablar de varias cosas, juntando al futuro, pasado, guerras, técnicas de batallas, en fin.

- ¿Cómo estás? –pregunto Leonardo sentándose al lado de su yo del futuro.

-bien- suspiro- tantas cosas, estuve a punto de perder a mi hija y a mi esposo...... ...y no sé cómo hacer para regresar, ella extraña a sus amigos, y solo ha pasado un día, no sé cuándo esto se vuelva una semana o meses, creo que no podría despertarlo. Splinter regreso, tora lo sintió cuando estábamos entrando- el joven Leonardo observo como el mayor y su pareja se tensaron levemente con la mención de su maestro...- tendrás que irte al atardecer para que no sospeche- el menor asintió y ambos se quedaron callados observando a los tigres hablar.

Al atardecer Leonardo se fue a su hogar y tora se despidió unos minutos después y se fue con dirección a la guarida de destructor. La pequeña familia se quedó en aquel lugar, toda la noche.

Al llegar a su casa Leonardo con cuidado se adentró, caminando con la oscuridad a su favor, intentando hacer el menor sonido posible y como ahora el mayor de aquel hogar había llegado iba a ser más difícil pasar desapercibido. Al llegar a la sala observo como sus amigos y sus hermanos estaban hablando bastante alto, de alguna manera sabia y escuchaba como Splinter se encontraba meditando, escuchaba la tranquila respiración que poseía y no había alteración en su ritmo cardiaco.

- "creo que he pasado mucho tiempo con ese gato mimoso" - sonrió mientras seguía caminando, al llegar a su cuarto logro suspirar con tranquilidad.

- ¿y mis padres? – se escuchó una voz que Leonardo reconoció y se giró hacia donde provenía.

-se encuentran en unos edificios un tanto lejos, se quedarán hay y lo mejor es que vayas con tu familia- Leonardo se acostó en su cama lanzando un suspiro al aire, escucho una risa y como se hundía una parte de su cama.

-no, que flojera, me quedare contigo unos días más, no te puedo dejar solo por ahora- dijo.

-como digas- Leonardo se quedó dormido.

El chico se quedó mirando a la tortuga dormir, acaricio su cabeza tranquilamente, sabía que pronto se acercaba aquella fecha que tanto dolor les causaría y otra vez no podía evitar nada.

Sin poder hacer nada, se levantó de la cama y salió de la habitación dirigiéndose a la cocina, en el camino encontró a aquellas tortugas muy parecidas a los amigos raros que tenía su hermana y a los humanos fastidiosos que eran sus vecinos en el verano.

Al legar a la cocina abrió la nevera de arriba encontrando al gato de helado que lo miro curioso, el tigre no pudo evitar sonreír y lo acaricio.

-hola pequeño, solo busco algo de comer perdón por molestarte- dijo mientras cerraba la puerta de la nevera y abría la de abajo, saco pan y todo lo necesario para hacerse un emparedado. Al terminar sonrió al ver su obra y se dirigió hacia la habitación mientras comía.

No pudo pasar del comedor cuando noto como la rata de la familia había salido de su santuario y se encontraba socializando con sus hijos, la mirada del chico se opacó, tenía que proteger a su madre del pasado, bueno no puede hacerlo físicamente, pero tal vez podía aminorar la carga emocional y psicológica.

-hijos ¿y Leonardo? -

-se encuentra en su habitación, despertó malo y bueno...-doni miro a sus hermanos preguntándoles silenciosamente si contarle a su padre sobre los visitantes del futuro, ambos hermanos negarlo con los ojos- lo revise y lo deje descansando ha estado muy mal por el exceso de trabajo- dijo y se fue nuevamente al dojo.

Toga al ya terminar su comida salió y se adentró otra vez a la habitación, miro a Leonardo y suspiro.

-prepárate para lo que viene mama- susurro y se acomodó al lado del chico durmiendo cómodamente y eso que solo era de mañana...

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