CAPITULO 5

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ya había amanecido, Leonardo del pasado era el único despierto, miraba a su yo del futuro y a la pequeña cachorra ambos estaban dormidos aun, él se encontraba con tantas dudas en su mente que simplemente sentía que podía estallar en algún momento y aparte de eso tenía un conflicto con sus emociones, estaba nervioso, ansioso, emocionado, feliz, inquieto y con muchas dudas que estaba seguro que no podía resolver con facilidad.

Su yo del futuro había revelado muchas cosas de su futuro, pero sabía que las había dicho con el único propósito de que no le dolería cuando ocurriera porque después de todo eso era algo que tenía que suceder no importara que, la pérdida de su hijo para que de verdad les iba a dar muy duro, pero que lo afrontarían como una familia, aunque solo fueran una pequeña familia de tres.

Hay venia otra pregunta el comportamiento de la niña que se supone es su hija en el futuro, se supone que tora es tigre en japonés, pero él conocía a otro ser llamado así o bueno él le dio ese nombre luego de un tiempo de comenzar a hablar como personas civilizadas, aunque eran animales mutados, pero ese era otro cuento. Porque teniendo en cuenta lo que conto el de la bandana azul del futuro esa niña era muy peligrosa tanto por su fuerza como por su inteligencia, entonces ¿Por qué estaba actuando como una niña pequeña? ¿será porque estaba su madre? Lo dudaba, suspiro aun no le entraba en su cabeza que en el futuro seria la madre, sería la mujer de la relación, pero teniendo en cuenta quien es el posible padre no le sorprende mucho.

El padre, otra pregunta que lo tiene pensando, ¿su pareja? Un hombre ¿para toda la vida? Al parecer, en realidad hace tiempo pensó que terminaría con karai y que viviríamos felices, pero poco a poco al conocerla los sentimientos tan grandes y puros que poseía en esos momentos fueron desapareciendo con el tiempo hasta que ambos decidieron ser amigos y al final perdieron contacto. Karai estaba con su padre en estos momentos en una misión que no los incluía a ninguno de las cuatro tortugas y eso, aunque por lo general estaría muy celoso en estos momentos se sentía liberado; el tigre con él al parecer se casa tiene una pequeña sospecha, pero no quiere decir nada para no estar equivocado. Un menaje lo distrae.

Toma su teléfono observando una llamada en proceso, suspira y sonríe levemente necesita una salida a sus preocupaciones en estos momentos y quien más perfecto que el para ayudarlo a pensar mejor las cosas. Contesto.

-hola gatito-saludo en un susurro, sus hermanos no se debían enterar que siquiera hablaba con él y era una de las cosas que le gustaba, tener algo para el mismo, no tener que preocuparse por ser un líder y buen ejemplo o asumir las responsabilidades por lo que hacen sus hermanos, lo hacía libre a su manera.

-cachorro-al escuchar como lo llamo no pudo evitar sonrojarse y sonreír como bobo lo cual lo avergonzaba un tanto.

-no es que no me guste gatito, pero ¿Por qué me llamas tan temprano? –pregunto Leonardo con un tono de voz un poco picara.

-simplemente estaba un poco consternado de porque no viniste a mi encontró ayer-

-awww el gato estaba preocupado- escucho la risa del felino y no pudo evitar seguirle.

- pero no se lo digas a nadie- susurro como si estuviera diciendo el secreto más importante del mundo.

-oye...-

- ¿Qué sucede cachorro?

- ¿nos podemos ver ahora, en el día? –pregunto nervioso, nunca se habían encontrado en el día por el secreto de sus secretos.

-claro cachorro, en el mismo lugar de siempre, en media hora- susurro con un tono delicado, comprensivo.

-gracias- cerro los ojos mientras una pequeña lagrima salía de su ojo, su voz sonaba medio rota.

-siempre-el gato corto la llamada.

-buenos días pequeño yo- dijo el mayor mirándolo con una sonrisa.

-hola- se sonrojo, era obvio que el mayor había escuchado la conversación.

-mama- susurro tora comenzando a moverse lentamente, se sentó rápidamente mareándose en el proceso. El Leonardo del futuro la miraba con atención listo para actuar. Tora suspiro y lo miro- estoy mejor simplemente una pesadilla.

-o un mal sueño- se escuchó una voz, leo se colocó en posición de pelea.

-dios mío- susurro tora fastidiada- cállate de una vez por todas- susurro enterrando la cabeza en la almohada.

-no entiendo- el Leonardo del futuro le sonrió y le invito a sentarse en la cama frente a él.

-hay muchas cosas que pasan y que no le puedo decir a tus hermanos, como el secreto con el que estabas hablando- el asintió comprendiendo eso.

-te prometo que si me explicas lo de la voz no preguntare más nada y no intentare cambiar nada del futuro.

-sé que no lo harías igual, la voz que según tora es fastidiosa, es la de toga su hermano gemelo- el menor abrió los ojos y el otro sonrió con tristeza- su alma no ha logrado descansar, bueno podría pero no se le da la gana- suspiro- un año después de que nos mudáramos el apareció y tora supo quién era, nosotros lo podemos ver y simplemente es mi cachorro no importa que se supone que este muerto y no es un espíritu malo así que no nos preocupamos simplemente actúa como si estuviera vivo y no nos molesta- sonrió hacia un lugar en particular y el menor supo que hay estaba el chico.

- ¿cómo es? –pregunto con curiosidad

-lo descubrirás en el futuro, por ahora tienes una cita-sonrió cuando el menor se sonrojo mucho

-si...- suspiro

-le puedes decir- comento tora aun con el rostro en la almohada- y nosotros nos encargamos de tus hermanos- dijo para mirarlo de una manera amigable que decía que podía confiar perfectamente en ella, miro a su yo del futuro y supo a lo que se refería cuando hablaba de ella, si es seria y una idea paso por su mente, ella estaba fingiendo no saber y parecer inofensiva para observar cómo eran el entorno, un entorno desconocido para ella, sonrió de verdad era inteligente.

-gracias- y salió del cuarto, al menos una respuesta, pero con más de tres preguntas nuevas, suspiro sonriendo.

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