CAPITULO 31

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CAPITULO 31

-eso se lo tiene que explicar tora- dijo Rafael.

- ¿Qué haces aquí cariño? –pregunto el mayor de los Leonardo, estaba acariciando el cabello de su cachorra con cariño, aunque no lo quisiera aceptar desde que entro su cachorra se sentía mucho mejor, había estado sufriendo las consecuencias del cambio desde que los hermanos se habían ido y necesitaba a su familia más que nada.

-estaré contigo un tiempo, papa me dijo de tu cambio- susurro abrazándolo mas fuerte- te ves mal- dijo con un hilo de voz que demostraba sus intensas ganas de ponerse a llorar.

-hey, estoy bien cariño y mejor desde que llegaste- susurro rodeando con su olor a su pequeña niña.

- ¿me explican por favor? –pregunto Rafaela impaciente.

-Rafaela- dijo el mayor mientras la analizaba, luego le sonrió con cariño sin dejar de abrazar a su princesa- eres idéntica a tu padre- dijo y la pelirroja asintió aun confundida.

- ¿Él es tu padre tora? –pregunto theo a la chica que asintió sin mirarlo a los ojos, se sentía mal por no a ver podido decírselo a los chicos antes, estaba nerviosa por cómo podían reaccionar.

Los rostros de los tres chicos se volvieron indescifrable, ellos apenas estaban analizando la nueva información, si bien todo el día habían tenido una cantidad grande de información a la que acomodarse, eran cosas mínimas por lo que no le prestaron mucha atención, pero el hecho de que su mejor amigo fuera su prima por parte de un hermano de sus padres que no conocían y que al parecer ella sabía eso desde el comienzo, una duda surgió en la mente de la chica temperamental ¿ella lo sabía cuando se conocieron? Cuando estuvo a punto de hablar y preguntarle una voz interrumpió todo.

-hijos ¿ahora quiénes son ellos? Y ¿Dónde habías estado Rafael? –todos se sentaron al escuchar la voz de splinter.

TORA

Cerré los ojos intentando detener el temblor de mis manos, sentí la mano de mi madre en mi cabello y su olor rodeándome por completo dándome toda la protección que necesitaba para lo que estaba a punto de hacer, tome aire y me separe de mi madre.

-lamento la intromisión a su hogar tan tarde- comencé con todo el respeto que podía dar- me llamo tora, ella es Rafaela, Theodore y Michael, venimos del futuro al igual que mi padre- dije y lo mire directamente a los ojos, podía notar la desconfianza hacia mí y en realidad yo también sentía demasiado odio hacia esa maldita rata, pero si me quería quedar a proteger a mama debía de fingir ser la nieta perfecta.

- entonces...-se apoyó en su basto y movía sus orejas sin apartar su mirada de mi- ¿eres hija de Leonardo? – pregunto y yo asentí.

- Rafaela es hija de Rafael, Theodore de Mike y Michael de doni- explique y sé que a doni y Mike no le agradaba el hecho de haberlos separado, pero era lo mejor y más seguro para ambos.

-entiendo, me alegra saber que mis hijos tendrán pareja- dijo suavizando su mirada, pero yo seguía con la misma postura- ¿son felices? – mire a mis primos, viéndolos asentir mientras me miraban, esas miradas me daban ganas de encogerme e ignorar todo lo que me rodeaba.

-mucho maestro- dijo mi madre colocándose a mi lado.

-entiendo, son tan bienvenidos a este lugar como lo son los amigos de mis hijos y es un gusto verte mejor spike- no me voltee concentrándome en la presencia de mi madre a mi lado.

-el gusto es todo mío, maestro- vi como la rata asentía y entraba a la sala de meditación.

Sentí como mis piernas fallaron y si no fuera por mi madre lo más probable es que hubiera caído, sentí un nudo en mi garganta y las lágrimas en mis ojos, me abrace a mi mama sintiendo como todo mi cuerpo temblaba.

-lo hiciste bien cariño, muy bien- dijo y yo solo le abrace más fuerte, quería volver a casa, no me gustaba este lugar.

-quiero ir a casa mama- susurre y escuche el suspiro de mama.

-lo se cariño, yo también quiero ir a casa- dijo mientras nuevamente me rodeaba con su olor, el olor de mi casa, lo único que me quedaba, odio esta situación, quiero volver a la cabaña con mama, papa y el idiota de mi hermano, estando tranquilos por el día, con la comida de mama, con las competencias con papa y las bromas con toga, pero el estar aquí...siento que no pertenezco a ningún lugar y eso no me gusta, quiero ir a mi lugar feliz, al único hogar que conozco, rodeada de árboles y animales, en done no tengo que ocultar mi verdadera forma, donde puedo transformarme en tigre y correr, sentir la tierra en mis patas y el aire en mi pelaje, extraño mi mundo.

PODEMOS EXPLICARLODonde viven las historias. Descúbrelo ahora