CAPITULO 29

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LEMON

TOGA

Sentí la suavidad de sus labios y solo pude pensar que quería mas, todo mi cuerpo me pedía más del idiota del lobo que tenia encima de mi, abri los ojos mirando de reojo su cola que se movia se un lado a otro, sonrei de ternura, por mucho que el fuera una de las personas mas serias y frias que conozco, habia momentos en los que parecía un completo cachorro que solo quería cariño y eso era algo que yo estaba dispuesto a darle sin importar nada.

Moví cola enrollándola en la suya, sentí como se tensó, pero con la misma rapidez se relajo y se separó del beso, sonrei con picardía al ver la oscuridad de su mirada que solo significaba una cosa, amor, amor en la forma mas pura y feroz que nosotros conocíamos,

- ¿el gatito quiere jugar? –murmurro junto al lado de mi oreja antes de rozarla con sus colmillos, suspire y enrolle mis brazos sobre su cuello acercándolo mas a mi cuerpo.

- ¿Cuándo he negado un juego, perro? –susurré y sentí como su boca se estampaba en la mia, gemi al sentir como comenzábamos un vals lento, pero fuerte, jugué un rato con el hasta que de un momento a otro apretó mi cola con la suya y no pude evitar lanzar un fuerte gemido de sorpresa, el aprovecho y otro baile comenzó, su lengua salía ganadora, pero de ratos me dejaba tener el control a mi, esos pequeños detalles los amaba.

La ropa comenzó a sobrar y poco a poco se fue cayendo por todo el cuarto, yo debo admitir que habia veces en la que parecía un animal en celo, pero es que...mi maldito instinto me prohibía razonar y simplemente actuaba como lo que soy, un gato.

Gemi con fuerza cuando apretó mi miembro entre sus manos, maldición ¿en que momento termine sin nada abajo?

-dejate llevar bello- dijo mientras pasaba su mejilla por la mia, no pude evitar ronronear con gusto, escuché también como soltaba el pequeño jadeo. Lo separe al sentir como estaba a punto de venirme y yo aún no quería, me coloque encima de su cuerpo e hice que una de mis garras saliera y comencé a pasarla por su mejilla, lo mire a los ojos y solo pude sonrojarme fuertemente.

-eres mi vida toga- dijo acercando nuestros rostros, nos besamos transmitiendo todo el cariño que podíamos, el...-no llores cariño- susurro y me abrazo mientras se sentaba, lo abrace con fuerza y le bese en la mejilla.

-te amo tanto...lo siento por ser un idiota celoso- dije y pude ver esa pequeña sonrisa que para mi significaba demasiado.

-eres mi idiota celoso entonces bello- dijo y volvimos a besarnos, movi cola y luego lo escuche gruñir, al parecer me estaba moviendo sobre su miembro inconscientemente, sonríe y segui moviéndome sobre él, amaba ver su rostro, sus ojos estaban cerrados y sus manos se encontraba en mis caderas marcando un ritmo que me estaba poniendo mas duro de lo que me encontraba antes, joder.

-ahhh- gemi cuando mordio con cariño mi hombro- joder, te quiero dentro ya- demande y el se rio para luego hacerme voltear con rapidez, quedando el arriba de mi.

MAMORU

Amaba cuando nos renconciliabamos, siempre habia sexo, bueno no siempre, pero si la mayoría de veces, pero es que verlo asi, con un rostro que solo reflejaba placer e inocencia, que no se como es posible que refleje inocencia cuando el es todo lo contrario, pero eso no me importaba, le amaba, con sus defectos, sus virtudes, amaba la forma en la que se enojaba, el como fruncia el ceño y movia su cola inconcientemente cuando estaba nervioso y su sonrisa, oh, creo que eso es lo que mas amo del gato que tengo debajo de mi, la sonrisa que me daba siempre que hacia algo o cuando me miraba, esa sonrisa que me recuerda que esto no es un sueño, que si existio alguien que me amo sin importar nada.

Le mostré tres dedos y el solo los puso en su boca, cerré los ojos y sentí con mas potencia como era que su lengua se movía entre mis dedos, chupando y lamiendo como si fuera otra cosa, maldito gato, separe mis dedos y el me miro sonriente, hasta que jimio fuertemente, ya había entrado el primer dedo, sonreí al ver como se retorcía de placer pidiendo con su mirada mas, ese mas que yo estaba dispuesto a darle.

-te amo y los siento por dañarte- susurre adentrando otro dedo, me acerque a el y le bese con delicadeza lo cual era completamente contrario a lo que sucedía en su parte baja, pero...solo quería demostrarle cuanto le amaba.

-yo...ah también te amo mamoru- dijo y tomo rostro uniendo nuestras frentes, yo solo lo miraba mientras el se dedicaba a gemir y aruñar mi espalda sin piedad.

-y eso que solo van los dedos- dije en un susurro, el me miro mal e iba a hablar, pero adentré el tercero haciéndolo gritar, comencé con unas leves embestidas que lograban sacar gritos del pequeño minino que tenia como pareja.

-ya...te quiero ya- suplico y me miro, sonrei.

-pídelo bien cariño- susurre besando su rostro con lentitud, hice que mis dedos llegaran mas fondo, sacándole un grato gemido que solo hizo que me pusiera mas duro de lo que estaba.

-mamoru, entra en mi maldito bastardo y lléname completo- gruño y yo solo rei, amaba cuando estaba desesperado.

-como mandes bello- dije y me posicione entrando de un solo golpe, me quede quieto y me concentre en sus expresiones, el arqueo su espalda enterrando sus garras en mi espalda y a mi no me podía molestar menos.

-muévete- dijo luego de unos minutos, sonrei y comencé a marcar el ritmo, un ritmo rápido y profundo al mismo tiempo, sonreí al ver como se encontraba rojo a pesar de su pelaje, lo besé.

Paso el tiempo y ambos estábamos a punto de venirnos, me acerqué a su cuello y comencé a besarlo deleitándome con sus gemidos, hice que mis colmillos salieran y los posiciones con cuidado en la unión de su cuello y hombro, sentí como el hacia lo mismo, gruñi al sentir como su ano se apretaba mientras un líquido caliente se colocaba en mi pecho y su colmillos me marcaban, lo mordí viniéndome.

Me acosté a su lado y él se acurruco sobre mi, sonreí al notar lo adormilado y cansado que se encontraba, le di un beso en la frente.

-bello, voy a buscar algo para limpiarnos, ya vuelvo- dije al sentir como afianzaba su agarre, murmuro algunas quejas y luego me soltó.

Busque en la habitación unos pañuelos y comencé a limpiar su pelaje verde, el solo se acurruco mas a mi alrededor, era como una pequeña cría y eso solo le producía una calidez a mi pecho, le coloque con cuidado su bóxer y me coloque el mío luego de limpiarme, me acosté a su lado y se coloco encima de mi ronroneando.

-te amo toga- susurre y me dormí abrazándolo con fuerza.

Y asi es como un lobo y un tigre se reconciliaron luego de meses separados, en donde su corazón dolía cada día mas por estar alejado de aquella persona a la que pertenecían.

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