Desafío Navidad [COMPLETA✔]

❄ Día 16 ❄

He pensado mucho en lo que mi madre me habló ayer. Creo que ella tiene razón, me gusta Grace y creo que ella debería saberlo.

Ella quería que habláramos ya que en dos días llegan sus primas y vá a presentarles a su 'novio'. Por eso ahora estamos en el porche de mi casa, sentados en la mecedora mientras la escucho hablar sobre lo 'nuestro'.

—Grace —la llamo haciéndola callar.

—¿Sí?

Puedo hacerlo. No es tan difícil. Solo tres palabras. Vamos.

—Tú... —empiezo. Ella enarca una ceja. Sigo—:Tú... me gustas. Hace mucho... Yo, tú me encantas. Y me encanta lo que estoy viviendo ahora, te estoy conociendo, y me encantan las cosas nuevas que conozco sobre tí. Me gustas y ya no podía aguantarlo más, lo siento.

Lo digo. ¡Lo dije! Pero tengo la cabeza agachada, me da miedo mirarla, si va a rechazarme por lo menos que no sea mirándome a los ojos.

Ella no dice nada, ¡nada! Nisiquiera algún ruido con la boca o algo. Desesperado levanto un poco la cabeza para mirarla, está mirando a su casa. De pronto ella se levanta y carraspea.

—Tengo que irme, luego hablamos —Eso es todo. Es todo lo que dice antes de bajar de mi porche y dirigirse a su casa casi corriendo.

Increíble. Por primera vez en todo el año decido decirle a Grace lo que siento y ella escapa, sale corriendo.

No sé cuanto tiempo me quedo ahí sentado, solo sé que me levanté porque ya tenía varias partes del cuerpo dormidas.

Me adentro a mi solitaria, por un rato, casa. Subo directo a mi habitación y cierro la puerta y las cortinas que por alguna razón estaban abiertas. Me tiro en mi cama abrazando mi almohada y ahí, sólo, me quedo dormido.

***

Escucho que tocan la puerta entre sueños, creo que balbuceo que abran y segundos después siento que la cama se hunde a un lado.

—Douglas, la cena está lista. Tu madre pidió que te avisara —Blake me empuja suavemente por el brazo. Me quejo y coloco la almohada encima—. Vamos, o subirá ella a buscarte.

Minutos después, Blake me hace bajar a cenar. Debo aceptar que hoy se lucieron, cocinaron pavo al horno, puré de papas, ensalada y uno de los ricos postres que ayudé a mi mamá a hacer ayer.

La cena transcurrió tranquila, mucho comer y poco hablar. Subí de nuevo a mi habitación y volví a acostarme, esta vez con la pijama puesta.

No tardo ni cinco minutos en levantarme e ir a mi escritorio. Saco la libreta y arranco las páginas en donde tenía escrito el famoso plan, las hago una bola y la tiro en la papelera. Respiro hondo y me quedo un rato ahí antes de volver a la cama.

Estoy quedándome dormido cuando escucho mi teléfono sonar repetidamente. Lo tomo y me doy cuenta de que es una llamada de Grace. Hundo mis cejas y contesto.

—¿Sí? —Por un momento hay silencio en la otra línea.

—Douglas, lo siento... Siento mucho lo que pasó esta tarde. No fué mi intención irme de esa manera...

Ahora soy yo quien se queda callado unos segundos.

—Tranquila, no pasa nada —suspiro—. Solo, olvidemos que eso pasó y ya.

—Douglas... ¿Aún seguiremos con el plan, cierto?

—No te preocupes, aún sigo siendo tu falso novio —Suelto una risa amarga—, sigo aquí, no me iré.

Volvemos con el silencio y luego ella suelta un sonoro suspiro. —De acuerdo, está bien. Gracias, Douglas. Que pases una linda noche.

—Igualmente, Grace.

Terminamos la llamada y me quedo observando el teléfono mientras lo giro en mi mano. Lo pongo nuevamente en la mesita de noche y me acomodo para dormir.

No tardo mucho en conciliar el sueño.

Hoy no fué un buen día para mí, para nada.