❄ Día 6 ❄

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Anoche marqué el quinto día como exitoso y al cuarto le quité lo desastroso. Despues de todo me fue bastante bien.

Tengo su nota en mis manos, la he leído y releído desde anoche.

Me quedo observando su número telefónico escrito ahí, tan sencillo. Solo tengo que tomar mi teléfono, agendarlo y enviarle un mensaje haciéndole saber que me encantaron las galletas.

¿Es sencillo, no? Pues venga. Tomo el teléfono y empiezo a anotar el número. Lo guardo con su nombre y al lado un corazoncito.

Envío un 'hola'. Bien, es un buen comienzo.

—¡Doggie! —escucho que me llaman antes de que alguien abra la puerta. Marcus entra junto a su novia, Sammy.

—¿Qué hay, Douglas?

Le sonrío mirando su pelo. —¿Azul?

Ella se encoge de hombros. —Creo que con este termino el año.

Sammy cambia color de pelo al menos cinco veces al año, la he visto con púrpura, blanco, negro, rojo, y todos los colores de tinte que puedas imaginarte.

—Vinimos a buscarte —me dice Marcus—, vamos a tomar un helado y Sammy insistió en que te lleváramos.

—Hace días que no salimos juntos. Me pareció una buena idea.

Miro mi teléfono pero no he recibido ninguna respuesta. Acepto la invitación de los chicos y bajamos de mi habitación.

—¿Saldrás sin abrigo? —Sammy enarca una ceja cuando abro la puerta.

—¿¡Por qué siempre se me olvida!? —exclamo bajito mientras lo tomo y me lo pongo.

***

—Amigo, ¿qué tanto miras el teléfono? —me reclama Marcus—. Estoy hablando de algo importante.

—Grace me dió su número —suelto.

—Oh, Marcus me habló sobre eso. ¿Qué tal te va?

Articulo un 'que chismoso' hacia Marcus y él se encoge de hombros.

—Uhm... Supongo que bien —contesto—. Anoche me envió galletas de jengibre.

—¿Galletas de jengibre?

—Sí... —les explico lo ocurrido la noche anterior a esa y Marcus se ríe.

—No te burles —le reclama Sammy pegándole en el brazo.

—Ya, lo siento —Él deja de reir y me mira—. Esto es lo que pienso Douglas, si ella te dió su número es porque espera un mensaje tuyo y si no te responde es por que aún no lo ha visto.

—Concuerdo con Marcus, Douglas. No te desesperes, ella te va a responder —añade Sammy, a lo que respondo encogiendo los hombros.

***

De vuelta a casa, justo cuando voy a entrar escucho que alguien me llama. Me giro encontrándome con el azul de los ojos de Grace mirándome y sonriendo.

—Hola, Douglas.

Ella viene caminando hacia mí. Carraspeo —Hola... Grace.

—¿Recibiste las galletas? No estabas cuando las traje —me dice, sonríe—, las horneé yo misma para tí, uhm... Para ustedes.

Voy a decirles que estaban deliciosas cuando alguien abre la puerta de mi casa canturreando mi nombre. Llega casi corriendo hasta donde mí y me pide que la cargue.

—Hola Gras —la saluda con una tierna sonrisa.

—Hola hermosa Dana —ella me mira y carraspea—. Yo ya me tengo que ir, nos vemos luego Douglas.

Dicho eso baja las escaleras de mi casa y se dirige a la suya. Yo entro con Dana en mis brazos, la voy a bajar pero ella aferra sus bracitos a mi cuello.

—Te amo, Dou.

—Yo también te amo, Dana —le sigo el juego, sé que quiere algo. Hace esto siempre que necesita o quiere algo de mí.

Ella deja un baboso beso en mi mejilla. —¿Me llevas a ver a Santa?

Lo sabía. Río y beso su cabeza, —Eres una pequeña manipuladora.

—Por favor —hace un puchero y pestaña continuamente haciéndome reir nuevamente.

—Esta bien, te llevaré. Pero hoy no, ya es tarde.

Dana aplaude y vuelve a darme un beso esta vez en la frente. Me pide que la baje y sale corriendo a la cocina.

Me dirijo a mi habitación y me siento en mi escritorio. Abro mi libreta y marco en ella el día seis, escribo los acontecimientos relevantes y lo cierro volviéndolo a poner en su lugar.

Respiro hondo y me acuesto boca arriba en mi cama. Mi teléfono suena indicando que llegó un nuevo mensaje. Lo saco de mi bolsillo y lo reviso.

Es Grace. Me respondió. Solo escribió un 'buenas noches' y envió un emoticon de una media luna.
Sonrío mirando el mensaje, me levanto y camino a la ventana, abro solo un poco las cortinas. La veo, ella está sentada en su escritorio con solo la luz del teléfono alumbrandole el rostro.

"Buenas noches, Grace" pongo un corazoncito y envío el mensaje. Levanto la vista para observarla. Sonrió. ¡Sonríe! Sí, pero no me contesta, ella apaga el teléfono y la oscuridad no me permite ver más por lo que vuelvo a mi cama y me acuesto.

Envío unos cuantos mensajes antes de apagarlo y acomodarme para dormir.

Creo que esto está saliendo bien. Muy bien.

Desafío Navidad [COMPLETA✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora