Somewhere Only We Know (Chalastor )

Parte 23. Your Past

En el hotel feliz, La princesa recorría los pasillos con una enorme sonrisa en la cara. Ese día probaría una de las funciones más importantes del portal.

 Así que, usando un abrigo rojo de gorro afelpado, se introdujo a la galería helada y activó el circulo bajo ella. Tomó asiento en el centro y colocó sus manos sobre los puntos marcados por su padre el día anterior.

Como heredera al trono, debía conocer todas las funciones del gobernante de los infiernos, y ese día, con mucha emoción, exploraría la habilidad de conocer el pasado en vida, de los pecadores del infierno.

Las marcas en el circulo brillaron y ella se vio envuelta en una suave brisa.

Sus pensamientos la llevaron a su querido Alastor, que había desaparecido esta mañana. En su campo visual, se comenzó a definir una imagen.

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Sus piernas eran cortas y delgadas. Piernas de niño. Vestía un conjunto de ropa café y miraba con mucha atención a una hermosa mujer, mientras le acomodaba los botones de la chaqueta.

-Muy bien Alastor, estas listo. No olvides tu almuerzo. –

Bajó de la silla alta en la que se encontraba y la miró sin dar un paso adelante. La mujer se acercó y se agachó frente a el, dándole un beso en la frente y sonriéndole.

-Sonríe Alastor, nunca estas completamente vestido sin una sonrisa. –

Una sensación de calor lo invadió, mientras caminaba a la escuela.

El paisaje cambió. Ahora era mas alto y su madre le repetía su frase favorita antes de que saliera de casa.

Caminó por la acera entre la nieve. Su aliento se condensaba en pequeñas nubecillas. Miró su reloj de pulsera y echó a correr. Una chica de cabello rubio caminaba mas adelante, frotándose las manos para calentarlas.

-Buenos días Celine – dijo con un tono alto, mientras se acercaba.

La chica se detuvo y miró por encima de su hombro. En la mente de Charlie, todo se congeló.

La chica era casi idéntica a ella. A excepción de los labios negros y las mejillas rosadas. Su cabello era algo corto. Rubio y sedoso le llegaba a los hombros y enmarcaba su cara de una forma que la hacía ver encantadora, debía tener alrededor de doce años.

Con el corazón acelerado en su pecho. Llegó a su lado y sonrió. La cara de Celine sufría por el mal tiempo. Tenía la nariz roja y los ojos casi cerrados. Temblaba un poco bajo su abrigo.

-Toma esto. Te sentirás mejor. – Se retiró la bufanda gruesa color café y la envolvió alrededor de su cuello, frente a la mirada asombrada de la chica.

El tiempo cambió nuevamente, indicando que ahora era verano. El paisaje era verde y hacía un poco de calor.

- ¡Alastor! – Un sentimiento de alegría inundó su pecho, al voltear y ver a Celine corriendo hacia él. Tenía el cabello más largo y el aspecto de una chica de 16 años. Extendió sus brazos y la estrechó contra su pecho, ella lo abrazó con fuerza, colocando sus brazos alrededor de su cuello.

-Me dieron el empleo, querida. – En el rostro de Celine, se dibujo una hermosa sonrisa y, tomando sus manos, dio pequeños brincos a su alrededor.

- ¡Eso es fantástico Al! Podre escuchar a mi novio en la radio. – Se dio la vuelta y se quedó muda. Él sostenía frente a ella un pequeño anillo, se había hincado.

- Podrías escuchar a tu esposo en la radio. – La cara de Celine decía "Sí" con todas sus fuerzas.

El lugar cambió de nuevo, mostrando a Celine caminando al altar con un vestido muy sencillo, del brazo de un hombre de aspecto amable. Su padre seguramente. El rostro de la novia brillaba de júbilo cuando al fin llegó y se dieron la mano. Al final de la ceremonia ella casi saltó sobre él para besarlo. En su pecho, una cálida sensación lo invadió.