Parte 11. My Baby

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En el lobby todo se había detenido, Angel Dust tuvo que preguntar.

-Ah, ¿Alastor? ¿Quiénes eran ellos? – Vaggie recordó que ese idiota no sabía nada de política ni historia de la ciudad.

-Son los padres de Charlie, Lilith y Lucifer – Se sentó en uno de los sillones, preocupada. Angel sonrió, tomo su celular y empezó a hacer llamadas.

Alastor que estaba de pie, recargado en el muro cercano, con los brazos cruzados. Parecía querer dar la imagen de serenidad. Pero se notaba la tensión en su cuerpo. Vaggie sonrió, este era el karma, seguro.

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Dentro del gran salón, Lilith, Lucifer y Charlie se miraban sin decir nada. La temperatura del lugar había descendido dramáticamente.

Lucifer se aclaró la garganta y tomó la palabra.

-Dos años, Charlotte. Dos años desde que saliste de casa con esa chica. – Su voz era grave y seria. -Rompiste el corazón de tu madre... - Lilith lo pellizcó en una mejilla

-¡¡¡Ahhhh!!! ¡¡Cariño!!! -Su voz se hizo chillona y miró a su esposa haciendo un puchero. Ella se masajeó las sienes, devolviéndole una mirada enfadada. Volvió a quedarse callado haciendo círculos con un dedo sobre el mantel.

-Charlotte, ¿Qué está pasando aquí? – La pregunta estaba hecha. Charlie tragó saliva y comenzó.

-Hace dos años, cuando tuve esta idea, ustedes la rechazaron de inmediato. Aún no entiendo sus razones. No entiendo como prefieren hacer esos exterminios brutales cada año. ¿De quien habrá sido esa idea? ¡¿De quién de los dos?! – Charlie se había puesto de pie y los miraba con los puños crispados sobre la mesa.

- ¡Las razones por las que se implementó fueron ajenas a nosotros, Charlotte! – Lilith se había levantado también. Su madre tenía un hermoso rostro y esbelta figura. Los enormes cuernos curvos que nacían de su cabeza, le daban un componente elegante, o espeluznante, dependiendo de la situación. En este caso, fue la segunda opción, que obligó a Charlie a tomar asiento de nuevo.

Trató de recordar el primer exterminio, veinte años atrás, era un recuerdo borroso en su mente. Los gritos, la cara de sus padres. El extraño símbolo que había aparecido sobre la ciudad. Las extrañas criaturas que portaban lanzas con puntas brillantes.

Habían tenido que mudarse al tercer círculo, en una zona resguardada. Donde se construyó después, la mansión de los Magne.

- Si bien es cierto que nosotros somos los gobernantes, existe una lucha de poder, con las familias de demonios que han tenido descendencia aquí en el infierno. – Lucifer, con su voz normal que era suave y agradable, había tomado su mano sobre la mesa.

-Tu eres la heredera, Charlotte, y hay muchas cosas en juego sobre ti. – Lilith tomó la otra mano de Charlie. Sus padres se miraron y asintieron al mismo tiempo.

-Tu padre y yo, vimos los videos en línea en los que se ve que pasas un buen rato con Harold. Nos pareció una sabia decisión de tu parte. – Charlie hizo una mueca, tratando de zafar sus manos, pero no pudo.

-Lo hemos contactado, y estará encantado de formar parte de nuestra familia. Se mudará aquí, al hotel a partir de mañana. – Lucifer hablaba despacio.

- No podemos obligarte a nada, por supuesto. Pero podemos crear las condiciones propicias para que lo conozcas y te convenzas de su propuesta. -Y sonrieron al mismo tiempo.

Charlie los observaba, bien recargada en el respaldo de la silla. Se ruborizó, lo que hizo que sus padres le soltaran las manos. Las manos de Charlie jugueteaban con el dije escarlata. Lilith miró el rostro de su esposo, que apenas notaba ese detalle. Este se congeló nuevamente en estado de shock.

Somewhere Only We Know (Chalastor )Where stories live. Discover now