Capítulo 44 - Pretty Woman

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Al día siguiente, los chicos tenían ensayo por la mañana, de modo que Clara y yo nos dedicamos a hacer turismo hasta la hora de comer. Entonces nos reuniríamos con ellos para así después irnos de compras.

Dado que ambas habíamos visitado algunas cosas por nuestra cuenta, decidimos ir al Museo de Historia Natural, en el que todavía no habíamos estado ninguna de las dos. Allí pasamos toda la mañana, pues el museo era enorme y había muchísimas zonas en las que perderse. En las que más tiempo estuvimos fueron en las relacionadas con el universo y los dinosaurios.

Mientras estábamos contemplando la réplica de la ballena azul, que era impresionante, quise contarle a Clara mis futuros planes, ya que quería su opinión antes de decírselo a Tom.

— Nena... — empecé, y ella que estaba algo distraída haciendo fotos con el móvil me miró — He tomado una decisión.

— ¿Con respecto a qué? — me preguntó, algo intrigada.

— Con respecto a Tom — continúe —, y me ayudaría mucho que tú también creyeras que lo que voy a hacer es lo correcto.

— ¡Dispara! — exclamó ella, un tanto impaciente.

— Volveré a España contigo, pero sólo para dejar todo arreglado... — hice una pausa mientras ella me miraba asombrada. — Pero volveré aquí lo antes posible, para quedarme definitivamente con él.

— ¡Eso es estupendo Natalia! ¡Estoy muy feliz por ti! — me abrazó. — ¿Se lo has dicho ya a Tom?

—  Todavía no, pero me gustaría darle la sorpresa esta noche o mañana antes de la fiesta.

— Va a estar dichoso.

— Entonces, ¿estoy haciendo bien?

— Por supuesto amiga, es la mejor decisión que has podido tomar — suspiró. — Aunque te voy a echar de menos... — se entristeció un poco.

— Lo sé, yo también a ti — esta vez la abracé yo. — Voy a extrañar a mi loquita — ambas reímos. — De todas formas, en unos meses estaré en Londres, y ahí será más fácil que nos veamos.

— Cierto, ya tengo una excusa para ir allí siempre que quiera — sonrió. — Pero eso significa que vas a dejar ya tu trabajo, ¿no?

— Qué remedio... — esa era una de las cosas que más me dolía, porque significaba romper con todo lo que había sido, y empezar una vida totalmente nueva.

— No te preocupes, seguro que lo que te espera en Londres va a ser mucho mejor.

— Espero no estar equivocándome, pero no puedo imaginarme lejos de Tom.

— Te entiendo nena, yo tampoco sé que voy a hacer sin Charlie... — se quedó pensativa mirando a la ballena. — Anoche hablé con él.

— ¡¿Qué?! ¡¿Y no me has contando?! — me quedé perpleja.

— Es que también se me hace difícil hablar de ello, no sé cómo voy a gestionarlo — se sinceró ella.

— Pero, ¿qué ha pasado?

—Pues ambos estamos muy ilusionados... — miró al suelo. — Pero yo no puedo dejarlo todo por él, sólo han sido unos días.

— Te entiendo perfectamente — le dije. — Todavía es muy pronto para saber qué sientes.

— Así es — asintió. — De momento, mantendremos el contacto, a ver qué pasa.

— Me parece estupendo, así podréis decidir que es lo que queréis realmente.

De verdad es usted, Mr. Hiddleston?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora