—¿Vas a la cafetería?— escuché decir a lado mío y voltee, topando me con Shawn que me sonrió.
—Si, ¿vas para allá también?— él asintió y seguimos nuestro camino, fuimos por nuestros almuerzos y después ubicamos a los idiotas— hola.
—Hola— él saludo también cuando llegamos a la mesa— ¿de que hablan?— pregunto abriendo su refresco.
—De nada, oye Lauren— mire hacia Verónica mientras mordía una papa frita— ¿donde estuviste el viernes? Fui a tu casa como a las cinco y tú mamá me dijo que saliste.
—Saliste y no nos invitaste— me reclamó Luis mirándome ofendido.
—Tranquilo— rodee los ojos— si, salí, pero no como ustedes piensan— empecé a explicar— Louis me llamo, me dijo que estaba en la casa de Camila.
—¿Qué hacía Louis ahí?— pregunto sorprendida Lucy.
—Se encontró con el hermano de Camila, Harry— todos asintieron al recordarlo— los invito a él y a Zayn a su casa y ellos aceptaron, Louis me habló y lógico tenía que ir a su casa— termine de explicar y seguí comiendo.
—Que acosadora eres Lauren— me dijo Verónica riendo.
—Cállate— le saque el dedo y los demás rieron.
—¿Y a que los invito el hermano de Camila?— pregunto está vez Shawn.
—No lo sé, pero cuando llegue estaban ensayando— me miraron confundidos— con instrumentos musicales, tocaron una canción todos juntos y déjenme decirles que son fabulosos— sonreí y ellos ahora me miraron sorprendidos.
—No sabía que cantaban, bueno, jamás supe que Louis o Zayn lo hicieran— Luis me miró y yo sonreí.
—Siempre lo han hecho, pero jamás lo dicen— mire hacia la entrada de la cafetería donde venía entrando Camila con su grupo, suspiré al ver cómo iba ese día, hermosa como siempre— Zayn tiene una voz increíble, y Louis no se queda atrás— volví a decir mirando hacia ellos.
—No se ustedes, pero yo necesito escuchar ese grupito— dijo Verónica fascinada.
—Preguntare cuando se volverán a encontrar y les aviso— ellos sonrieron felices y yo volví a buscar a Camila con la mirada, estaba sentada a unas cuantas mesas de nosotros mientras su grupo hablaba ella estaba en su mundo, como todos los días— ya vuelvo— me puse de pie y escuché como decían cosas al ver hacia donde me dirigía. Al llegar todos me miraron y sonrieron, Camila estaba en su mundo y no se había dado cuenta de mi presencia, miraba solo su plato mientras comía, me senté a un lado de ella— hola— se sobresalto al escucharme y todos en la mesa rieron, yo simplemente sonreí.
—Oh Dios— se llevo la mano al pecho suspirando.
—Perdón, no era mi intención asustarte— me sentí avergonzada, y todos sus amigos nos veían.
—No, no te preocupes, yo estaba distraída— suspiro mirando todavía su plato, levanto la mirada y me miró directo a los ojos— hola Lauren— sonreí como estúpida, mi nombre en sus labios era maravilloso.
—Hola Camila, ¿como estás?— que estúpida pregunta Lauren.
—Bien, muy bien— me sonrió— hoy obtuve un diez en cálculo— me dijo sonriendo emocionada y yo sonreí aún más admirando la— perdón— borro su sonrisa y la mire confundida.
—¿Por qué?— sonrió de lado y miró sus manos.
—A ti que te debe de importar mi diez en cálculo, no sabía que decirte, soy muy aburrida— hizo una mueca y yo solo pude negar y suspirar.
—Puedes hablarle de lo que tú quieras, del espacio, de los insectos, de ojos o cualquier cosa y yo estaría feliz de escucharte— le hable con sinceridad mirándola a los ojos, vi como trago saliva y se sonrojo.
—Mila— su amigo Austin la llamo y ella levanto la mirada— iremos a las gradas del campo, ¿te quedas o vas?— agache la mirada al suelo, era tiempo de que el momento entre nosotras acabará.
—Me quedo— escuché como le decía y no pude evitar sonreír, mire hacia Austin y él me guiño sonriendo divertido, siguió a sus amigos y me quedé sola con Camila en la mesa—¿como estás tú?— hablo apoyando su rostro en su mano mientras su codo estaba en la mesa, suspiré, estábamos a centímetros la una a la otra y ella me miraba.
—Bien— sonreí— te seré sincera, estoy feliz porque decidiste quedarte aquí conmigo— le dije sin ocultar mi emoción y ella sonrió negando y fue mi perdición— en serio, yo no puedo— ella me miró confundida— no puedo con tu belleza, debes de ser de otro planeta, eres una diosa.
—Basta Lauren, por favor— dijo mientras ocultaba su rostro sonrojado entre sus manos.
—Te dije que iba a ser sincera, eres tan hermosa Camila— me acerque más a su rostro y ella me miró sonriendo— tu sonrisa es muy hermosa.
—Cuando tenga dinero suficiente, voy a arreglar mis dientes torcidos— sonrió de lado y negué.
—No necesitas hacer eso, tu sonrisa es muy hermosa— se mordió el labio nerviosa— sabes algo.
—¿Qué?— me preguntó sin quitar su sonrisa.
—Tus dientes torcidos— hice comillas rodeando los ojos— es mi cosa favorita de ti— empezó a negar muchas veces—¿que?
—Debes de estar bromeando— se volvió a recargar en su mano— ¿verdad?
—No, no lo estoy haciendo— me acerque acariciando su mejilla y ella no decía nada, solo me miraba— todo en ti me gusta, no hay una sola cosa que no ame de ti.
—¿Estás segura?— bajo por unos segundos su mirada a mis labios y sonríe.
—Completamente— me miró de nuevo a los ojos y me acerque poco a poco— estoy muy enamorada de ti— vi como cerró los ojos y en eso el timbre sonó, dando por finalizado el almuerzo, se separó rápido y se puso de pie, suspiré y quería que la tierra me tragara.
—Nos vemos luego, Lauren— tomo su mochila y se acercó dándome un beso en la mejilla, cerré los ojos y los volví abrir sonriendo y viendo como se alejaba.
—Mierda Lauren— mire hacia Verónica que llegaba y los demás venían detrás de ella— estaban a milímetros de besarse— dijo emocionada y yo solo pude sonreír.
—Lo se— tomé mi mochila de las manos de Shawn todavía sonriendo— lo se— la colgué en mi hombro y salí de la cafetería con una sonrisa de oreja a oreja, nadie podía quitarme está felicidad, nadie.
Narra Camila
Llegué a mi casa y fui directo a mi habitación, me senté en la cama y de la mesita de noche saque mi cuaderno donde tenía escrita algunas cosas, empecé a escribir cosas que Lauren me decía mientras sonreía.
—¿Mila?— me asusté y escondí mi cuaderno viendo a Harry parado frente a mi.
—¿No sabes tocar?— pregunté enojada.
—Toque, pero estabas en tu mundo y no me escuchaste— se cruzó de brazos y me miró con los ojos entre cerrados— ¿por que tan enojada?
—Por nada— le respondí y me recosté en mi cama, bostezee— tengo sueño, sal por favor.
—Esta bien, hablamos más tarde— salió de la habitación y cerro la puerta, suspiré mirando al techo y volví a sonreír cuando recordé lo vivido con Lauren horas atrás y así me quedé dormida.
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Easy (Camren)
RomanceCamila Cabello, 17 años, cursaba la preparatoria, era una chica nerd, sorprendentemente nadie se metía con ella, simplemente la ignoraban, jamás había tenido un novio o novia, ya que ella era bisexual, ¿su defecto? la inseguridad de si misma, ella c...