Sálvame (Cameron Dallas y tu)

Capitulo 23

CAPÍTULO DEDICADO A LA HERMOSA Y LINDA DE MI AMIWA @Paguyta 😉😉 Esto es para ti querida...

La mire acercarse a mi, mientras agarraba entre sus dientes su labio inferior. Su castaño cabello caía desordenadamente por sus hombros y espalda,también parte de sus mejillas. Ella de corrió el cabello hacia atrás de su oreja, justo después de plantarse frente a mi. De le veía realmente nerviosa y adorable.

-¿Que tienes?

-Es que.... yo...-hizo una pausa, mientras miraba detenidamente cada parte de mi habitación a través de las penumbras -Tuve una... Pesadilla... Y cuando me desperté, hiciste que desapareciera, y yo...

-¿Qué soñaste?-le pregunte mientras le agarraba la mano.

-Era mi madre...vi.. Como moría frente a mis ojos- Sus ojos se aguaron, su mirada perdida hacia la nada -La extraño tanto, Cam...-sollozo,mientras soltaba ambas manos -luego de soltarme- a la cara para cubrirla.

Me levanté y me. Acerque a ella para envolverla en mis brazos y así, hacer que se sentara conmigo.

-Shh, cariño... No llores. Ven, ¿Porque no dormimos junto esta noche,Mhm?- sugerí.

Ella se secó las lágrimas con las mangas de su pijama y asintió, algo avergonzada. Abrí las colchas y le acosté, para que luego ella se acostara junto a mi, dándome la espalda. Pase los brazos por su cintura y la acerque más a mi cuerpo, haciendo así una "cucharita". Bese su húmeda mejilla, mientras __ intentaba controlar su respiración. Mantenía los ojos cerrados, sin moverse.

(...)

Las aves canturreaban fuera de la ventana, y unos rayos desgastados del sol intentaban iluminar atraves de las nubes. ___ seguía a mi lado, completamente acurrucada entre mis sábanas y colchas. Sonreí. Vi que mi móvil tenía la pantalla encendida, por lo que lo tomé y revise el mensaje de mi madre que había allí: "Estaremos allí en la mañana"

Revise el reloj que estaba a un lado de mi cama, eran las 10 am. Suspire, mientras revolvía mi cabello. Agite suavemente a __, mientras me acercaba hasta su oído.

-Cariño, despierta.

Sus párpados se agotaron antes de que los abriera. Me miro fijamente antes de sentarse, mientras se restregaba los ojos con pereza.

-Debemos levantarnos. Mis padres estará aquí en cualquier.-la puerta se abrió de la parte de abajo. Y de pronto escuche la voz de Sierra. Sonreí. Revolví su cabello antes de levantarme y estirar mis articulaciones.

La mire antes de llegar a la puerta.

-Es mejor que bajemos.

-Bien.

Ella se levantó y me sitió escaleras abajo. Mis padres llevaban algunas bolsa -Que seguramente eran regalos de mi tía Dorothea, siempre los da cuando vamos.- Ellos nos miraron y sonrieron, mientras quitaban sus abrigos y los asentaban sobre el sofá.

-Hola chicos ¿Como durmieron?- pregunto mi madre, mientras sacaba de una de las bolsas dos paquetes y se dirigió a nosotros. Me tendió una que enseguida tome, y el otro se lo dio a ___, quien lo miraba extrañamente.

-Joan... ¿Es para mi? ¿Ella sabe que....- mi mama la detuvo negando con la cabeza.

-No, pero le conté y ella rebusco entre sus cosas hasta hayas eso que hay dentro. Espero y sea de tu agrado.- sonrió.

-Hola Mama y ¿Sierra?

-¡Aquí estoy! Mira lo que tía Dorothea me regalo- grito por algunos pasillos. La vi con algo en sus brazos.

___ miro con curiosidad aquel bulto de colores variados. Esa cosa chilló, mientras Sierra intentaba tomarlo con más fuerza.

-¡Sia! ¡Pobre Gato!- exclamo mi papa, mientras se le salía una sonrisa.

Sierra se acerco a mi y me lo dejo sobre los brazos. La pequeña hola de pelos maulló y gimió, revolviendo de nerviosamente sobre mi.

-¡Ouch! ¿De donde salió?- pregunte. ___ se alejó de mi varios pasos! manteniendo a distancia entre el gato y ella.

-¿Recuerdas a la gata de tía Dorothea? Quedo preñada y cuando fuimos los gatos ya habían nacido. Tía Dorothea le regalo uno a Sierra, y ella fue quien lo eligió.

-Y se llama Sr. Tuko

___ la miro! algo nerviosa.

-¿Sr .... Tuko?-pregunto mientras lamía sus labios.

-Sip. ¡Cam! Deja que __ lo tomé

-No... No.. Nunca he tomado y gato, no se como hacerlo- se adelantó a decir ella.

La mire, mientras me acercaba a ella con cuidado.

-Yo te enseño. Descuida, Sr . Tukito se porta bien. ¿No es verdad?-claro como si el gato hubiese entendido, así que el maulló- Extiende tus brazos- le ordene. Al tiempo que ella lo hacia. Deje al gato sobre ellos, quien maulló nuevamente y comenzó a ronronear, dando a tender lo cómodo que estaban. -Puedes hacerlo cariño. No te morderá- le dije.

Ella lo observo, mientras suspiraba y con una mano -la que dejo libre del gato-, acaricio entre las orejas el suave pelaje del Sr . Tuko.