El lugar comenzaba a parecer cada vez mas conocido para mi. Cada rincón, cada superficie... había explorado este lugar por la mañana, cuando llegue hasta aquí por mi cuenta. El césped que cubría la húmeda tierra, los pocos árboles de un tamaño considerable alto. No sabia que hacer, sentado allí, viendo como algunas personas que yo conocía comenzaban a irse ya.
El cielo estaba oscuro, y el frío caía sobre los chicos, mis padres y yo ...los que quedábamos.
Leí nuevamente las palabras que se encontraban en la lápida frente a mi rostro:" ____ Franta 1994-2015"
Luego venia una frase acerca de lo fuerte y valiente que había sido todos estos años de vida. Suspire entrecortada mente, cubriendo mi rostro con ambas manos y esperando que nadie me viera llorar otra vez. Sentí los pequeños pasos de Sierra cerca de mi antes de que sintiera sus pequeños bracitos aferrarse a mi cuello desde la espalda. La apegue a mi, dejando que mi pequeña hermanita me reconfortara por ella misma.
Nadie había dicho nada en todo el día acerca de mi aspecto. No Hannia dormido ni comido y con suerte me había bañado en la mañana. Solo por ella.
El padre de Connor- y también el de __- había viajado desde Chile, para poder asistir al funeral de su hija. Lo bueno era que ya sabia acerca del trabajo de Connor, por lo que no saco el tema. Nos presento, a mi como el novio de su hija, y el solo me abrazo y pude sentir el dolor de su nueva perdida.
También había venido Seth el hombre que la golpeaba a diario. Iba vestido, pero esposado y con un policía s cada costado de el. No dijo nada y se mantuvo allí, en una de las últimas sillas, hasta que la ceremonia termino y se lo llevaron a la patrulla.
Los chicos me habían intentado animar estos días, pero nada funcionaba. Estaba mal, muy mal. Mi madre me dijo que me llevarían con ayuda para poder superarlo, pero yo mismo sabia que nunca en la vida la iba a poder superar.
-Cameron....-se quejó Sierra bajo mi fuerte agarre. La solté de poco en poco.
-Lo siento...- murmure por lo bajo.
-Mama me dijo que ya nos íbamos.
Mire hacia mi madre. Había llorado desde el principio hasta el final. Yo sabia que le había tenido mucho cariño a ___, pero jamás pensé que sería mucho.
-Iré luego. Diles que iré más tarde a casa.-bese su mejilla mientras la ayudaba a levantarse. Ella me sonrió, pero yo no puede hacerlo de vuelta. No tenía fuerzas para hacerlo.
Mis padre se acercaron a mi y m madre se agachó a mi lado. Quedando frente a la tumba de ___.
-Hijo...-comenzó. Me tomo las manos- no te dejes caer con esto. Ella no quería que algo te sucediera.- murmuro.
-Ella ya no esta aquí para decirlo.-le replique.
-Pero estará siempre en tu corazón, Cam. Siempre.-beso mi mejilla antes de levantarse e irse con Sierra y mi padre a casa.
No quite mi vista de su nombre. Su hermoso nombre.
Unas pequeñas gotas de agua comenzaban a caer por el lugar, manchando las lápidas de cada persona que estaba enterradas aquí. Mojaba mi cabello de a poco, haciendo que quedara plano sobre mi piel. Ella no debía de irse de ese modo. Me culpaba cada minuto a mi mismo por no haber estado allí para ella, para protegerla, y cuidarla.Si hubiera llegado mas temprano... Quizás nada de esto estuviera sucediendo. Alce la vista al cielo, sintiendo como cada vez la lluvia comenzaba a caer más rápido sobre mi rostro.
-Perdóname ______........ Jamás debiste meterte conmigo. No estarías allí.. Pero yo soy egoísta, y te quería solo para mi-inhale profundamente, dejando mis lagrimas se confundieron con la lluvia -Cuando vi las cosas que te hacían.... Me prometí a mi mismo que te cuidaría y que nada te sucedería. ___, te amo.Por favor, perdóname .
-No es culpa tuya, Cameron.
Mire a mi lado para ver a Connor allí de pie mirándome, con lastima.
-No sabias lo que sucedería. Nadie lo sabia.
-Pero yo la lleve a eso, Connor. Por mi termino así.
-Sabes que nuestro trabajo implica la vida de nuestros seres queridos.
Suspire, escondiendo mi cabeza entre las piernas y brazos llevados al pecho.
-Ya nos vamos. Tenemos que ordenar algunas cosas-murmuro.
-Bien.
(...)
Ya habían pasado alrededor de una hora, y yo seguía allí sin moverme, empapado hasta mas no poder. Los truenos resonaban por todo el lugar vacío, y los relámpagos iluminaban todo. Estaba apoyado sobre la lápida de ___, mirando a la nada misma. Aun recordaba su risa nerviosa y su mirada. Sus labios sobre los míos, sus temblorosas caricias... Me torturaban. No podía estar sin ella.
-¿Puedes creer que en dos semanas me enamore perdida y locamente de ti?- reí suavemente, encogiéndome en mi ligar - Me gustaría que estuvieras aquí, aunque yo te siento en mi mente... Oh, ___, te extraño -lloriquee
Deje que las lagrimas se confundieron con las gotas de lluvia. Nadie estaba allí para darme apoyo ahora mismo, nadie usando mas lo necesitaba.
Nadie
ESTÁS LEYENDO
Sálvame (Cameron Dallas y tu)
FanfictionNovela que no querras perderte por nada del mundo.