Cap. 8 - El Niño.

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Thunder podría haber sido víctima de bullying perruno en sus días más jóvenes, pero de vez en cuando recolectaba suficiente valor como para ladrarle a los desconocidos que pasaban cerca. Tampoco podías meterte entre él y su comida, si ponías la comida y no te retirabas rápidamente, empezaba a gruñir como si estuvieras alimentando a Cerbero.

Había unos gemelos que solían visitar a mi familia de vez en cuando. Me caían super bien porque uno era alegre y sociable, mientras que el otro era callado, pero se reía de mis chistes. Un día que visitaron, el que era alegre quiso conocer a Thunder. Yo, muy feliz de presentarlos, los llevé al patio para que pudieran saludarlo. Thunder tampoco era muy bueno con los desconocidos, al ver a los niños, empezó a actuar como si lo estuviera presentando dos cubetas de agua, pero claro que yo lo conocía y sabía que era así de nervioso normalmente.

"No pasa nada, solo tiene pena. Pueden acariciarlo si quieren." Les dije a los niños. Y el alegre extendió la mano para sobar la cabeza del perro. Después de un pequeño gruñido, Thunder extendió el cuello y lanzó una mordida a la que no pude reaccionar, y el niño murió. Pero murió de ganas de llorar después que casi le arrancan la mano. De alguna manera los reflejos del niño eran muy buenos y logró retirar la mano antes de ser mordido y ambos niños se alejaron llorando. Ese día me tocó castigar a mi perro por avergonzar a la familia. Nunca volvió a suceder.

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