Cap. 12 - La Langosta Negra de las Aguas Claras.

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Cuando estaba pequeño, yo era el hermano al que menos mandaban a la pulpería. Estaba chiquito y no sabia ni cruzar la calle, así que mis padres preferían enviar a mi hermana, yo no me queje nunca. Hasta pereza me daba cuando me tocaba y siempre me regañaron por renegar cuando llegaba el momento de ir. La tienda que quedaba mas cerca de la casa no estaba a menos de una cuadra, para llegar hasta ahí debías pasar un camino en donde había una zanja a la orilla de la calle, bastante basura se atascaba en esos lugares. Normalmente había caracoles a los alrededores que me gustaba aplastar, sin saber que estaba matando un pobre animal. Llámenme monstruo, pero era solo un niño, casi lo mismo. Así que este niño pasaba cerca y siempre volteaba a ver a las orillas esperando encontrármela a ella, La legendaria Langosta. Era un mito del barrio donde vivimos, que cada cierto tiempo, una langosta negra aparecía en esa zanja. Algunos lo consideraban de buena suerte y otros como un mal augurio, siempre que pasaba por la zanja intentaba poder ser testigo de tal acontecimiento.

Realmente no era un mito, lo era en mi cabeza. Porque un día cuando iba cruzando, casualmente el agua estaba bastante limpia. Y cuando no había basura, muchos animales pasaban por ahí. Ese día pasó una langosta de color negro y me extrañó mucho ver un animal así en una zanja. Así que empecé a hacer más entretenidas mis idas a la pulpería, con la idea de que tendría la oportunidad de ver a la legendaria langosta. Obviamente, era "la langosta negra de las aguas claras" porque era una langosta negra que solo aparecía cuando el agua estaba limpia. Solo alcancé a ver a la langosta ese día, nunca más volví a verla cruzar la zanja. Después de todo, de cierta manera si era una leyenda.

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