Capítulo 17: Corazón roto.

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¡No!¡Déjame en paz!
Argentina, tenemos que hablar, abre por favor. — pidió, pero no recibió respuesta, todo se quedó en silencio, tanto ( todos ) sus hermanos, como el interior del cuarto.

No sabían que hacer, algunos ni sabían la razón del porque estaba así, solo el peruano y el uruguayo lo sabían.

Argentina se retorcía y lagrimeaba apretando las sábanas, mojandolas. Dolía, dolía terriblemente, y lo detestaba, se detestaba a sí mismo por haberse ilusionado con una estupidez como: “tener de novio a su hermano”.

Pero. . .¿Porque? ¿Porque con la persona que más odiaba? Se supone que el americano y México no tenían ninguna coneción, que se odiaban, o al menos así parecía.

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Bien, ya estamos. — dije lo más serio que podía, después de todo lo que pasó con Argentina ambos, yo y Usa, tuvimos que regresar en taxi.

En el camino no hablamos sobre el tema del beso, yo simplemente me concentré en las razones del porque Argie había salido huyendo así, quiero mucho al argento, digo ¡Me había dado hogar, no mames!

I'm leaving. — suspiró, agarré  su brazo para que no se fuera, aún tenía cosas que aclarar con él.

No te vayas, tenemos cosas que hablar.dije con el tono más serio que pude, quería que lo tomara enserio, que no me andaba de bromas.

I don't want talk now, Metsico. — me respondió de la misma forma, arrebató su brazo de mi agarré, note algo, no era el mismo, tenía un poco más de sumisión.

Me gustó el beso, Usa. — fui directo, no dejó de mirarme cuando lo dije, jale su brazo fuertemente y agarré el otro, dándole otro beso.

No, no de nuevo. Rasguñe sus brazos al no poder soltarme, basta, no hagas eso, harás que yo. . .me enamore.

Intentaba sacar su lengua de mi boca, pero no pude aguantar, le correpondi, enrolle mis brazos en su cuello, se sentía tan bien.

Al separarnos agarré su cintura fuertemente, no quería soltarlo, mierda no sé porque me siento tan posesivo ahora mismo.

Descansa, hablaremos mañana. — lo dejé libre, él no dijo nada, solo se fue corriendo de allí, lo seguí con la mirada hasta que ya no pude verlo más.

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¿Cómo está? — pregunté entrando en el pasadizo, mis hermanos estaban ahí, fuera de la habitación de Argie.

Se miraron un momento, Perú habló. — A ti sí te querrá ver. — afirmó sacando una llave y me la entregó, supongo que esperaban a la persona correcta.

Argentina. — abrí la puerta, la cerré con el mismo cuidado, él dejó de estar acostado a deseguro preguntarse cómo abrí la cerradura. — Perú tiene un repuesto.

Déjame solo. — sentenció, giré los ojos, difinitivamente haría que me diga que chingados le afecta.

¿Que te sucede? — sin respuesta. Me acerqué a la cama lentamente. — ¿Es porque me besé con Usa? — Siguió sin contestarme, esta vez desvío la mirada a otro lado.

N-no. — Sip, por eso era. Aunque no tenía sentido, digo, no le incumbía ese tema, es mi vida personal.

Tsk, no lo entiendes, solo lo utilizo, nisiquiera me gusta. . .— gruñi por mi mentira, no lo puedo negar, me atraía el gringo, quizás no solo eso.

¿Que?
Emm, verás, hice un trato con ONU, de que si lograba enamorarlo podría quedarme con ustedes. — lo solté todo, Argentina me miró incrédulo, lo sé, soy una mala horrible persona, pero era por mis hermanos.

Eso. . .— se levantó, quedando sentado en la cama, sonreí al verlo un poco más reanimado. — . . .suena horrible.

Lo sé, pero no tenía de otra, ya no aguantaba más vivir ahí, incluso cuando fui a la fiesta me sentía mal, raro, ya no pertenezco ahí.

Todo está bien y eso, pero. . .¿Esto en qué te afecta? —

E-en nada, olvídalo. — era muy intrigante, ahora más que no me quiere decir. Como sea, el punto es que se reanimó.

Aunque no me gustó mentir así, no me sentí yo, era raro todo esto, me dolió un poco.

ⒸⒶⓂⒷⒾⓄ (ᴍᴇxᴜsᴀ +①⑥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora