Capítulo 31: Madrugada 4/4

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- realmente lamento que hayas tenido que oír eso, aún están sensibles por lo de. . .- me parecía o su rostro se notaba apagado, pero, ¿Para que soy su novio si no puedo animarlo? - no importa. Ven.

Agarré el dorso de su mano, caminando a su lado, desde hace rato estaba fijando un ojo en ese amplio puente que se encontraba arriba de nosotros, seguramente la vista sería excelente.

- ¿Estas bien? Quizá debería...

- I'm okey. - respondió serio, subiendo conmigo las gradas, me preocupo verlo así, ocultando sus emociones, emfermandose en ellas al no poder expresarlas.

Cuando llegamos, nos apoyamos en el barandal, viendo las luces de los autos que pasaban a toda velocidad, me sentí más tranquilo al verlo sonreír.

- but... he was right about something. (Pero, él tuvo razón en algo.) - sus pestañas parpadearon intentando acostumbrarse a la luz de los carros y a la brisa que hacía que se cerraran. - Erez demasiado buenoh para mí. - miró a su menor unos segundos, acercándose abrazar su torso, poniéndose en puntillas para poder alcanzar sus labios.

El mayor besó con suma lentitud en esa parte, formando una sorprendida expresión en el rostro del de escudo. México intentaba sobrellevar la timidez de su mayor, cuando él besaba, porque lo había echo antes, era firme y pasional. Pero con Estados Unidos, tenía que acostumbrarse a ir al nivel de principiante de su novio.

Sus manos inquietas rodearon su cuello, México sonrió por esto, ¿Podía ser más lindo? También guío sus manos, colocándolas a cada lado de su cintura, acariciando con sumo desdén esa parte y la trasera, Usa gimió cuando se sintió apretar, el menor había estrujado su trasero.

Pero. Lejos de reprocharle o quitar sus manos de ese lugar, se separó suspirando por el tacto, pronunció una tierna frase que hizo helar al menor: - Mexico, I love you. - Aunque en el fondo, seguía sintiéndose incómodo y/o nervioso por esto, quedaba claro, que lo escondería con tal de complacer al latino.

🌺

-

M-mexico, d-dont touch there. - quejó, creyendo de nuevo que su pareja comenzaba a perder el control.
Quería alejar esos feos
sentimientos, aún no estaba listo para subir las caricias a otro nivel. - S-stupid mexican.

- Perdón es que, es tan redondo y suave~. - con desgana deje de apretar sus lindas nalguitas, es su culpa por usar jeans tan ajustados,
me tienta. Enrolle mis brazos en su cintura, colocando mi mentón en uno de sus hombros, abrazando su firme espalda.

Por razones obvias, hoy no tuve ganas de salirme de control, podré ser medio promiscuo ¿Para qué negarlo?, pero respetaba el echo de que Usa no quiera tener aún relaciones, realmente lamentaría tomar su primera vez, es más, nisiquiera aceptaría.

¿Porque tengo que ocultarlo? Lo quiero, y mucho. Pero, chingada madre esa pendejada valía cinco millas de verga, estaba con Usa para aprovecharme, como supuse, ese secreto no dejaba a mi conciencia descansar y carcomía mi mente.

Nuestro caminar era raro, evitaba que él pudiera avanzar con la velocidad regular con la que iba siempre, prácticamente estaba colgado de su cuello.

- Mexico...- llamó con tono aburrido el ojiazul, notando con su propio cuerpo como el tricolor no
lo dejaba avanzar por el peso que
ejercía.

- Déjame aquí, extrañé abrazarte. - fingí un adolorido tono para persuadirlo, la posición me era cómoda a mí, pero quizás a él no.
- ¿Me das un beso? - negó con la cabeza tímidamente, esta vez fue
solo suerte para mí, ya me parecía raro que él siempre tomara la iniciativa.

Si el podía dar el primer paso, ¿Porque yo no podía?. Me acerqué a su cuello, besando esa parte cerca de la quijada, siguiendo un camino de besos hasta una de sus mejillas, donde me mantuve más tiempo admirando el rosado de estas y también la bese.

- Mexico, it's embarrased. - trató de ocultar su vergüenza, girando el rostro al lado contrario en el que estaba, entendí el mensaje, quitándome de ahí para agarrar su enguantada mano, dándole un besito a esta.

El camino no fue para nada silencioso, como otras veces, yo empezaba a contar cosas de mi vida, pasada y actual, que él no sabía, y me reía
solo. Desde luego que me miraba raro,
pero también se reía al verme hacerlo.

Nuestras manos permanecían agarradas, no quería que esta cita llegara a su fin, porque entonces volvería al trabajo y quizás no lo
vería en días. Lamentable que la
descarada mañana esté lista para florecer.

- Fue divertido.

- Yes, it was.

- Y...¿Cuándo te veré de nuevo? - moví en círculos la punta de mi zapatos en el piso de la acera, dejamos libres las manos, haciéndome sentir una diminuta emoción de ansiedad al sentir que se iba a ir. Avanzó un escalón de las gradas que llevaban a esa casa, volviéndolo unos centímetros más alto que yo
por esto, y volteó para encararme.

- Whenever you want. - "cuando quieras" fue su respuesta, esto emocionó al mexicano, eso significaba que él estaría a su disposición y no tendría que preocuparse por horarios.

Se acercó a besarlo, siendo correspondido débilmente por el caucásico, fue un pequeño pico que duró dos segundos, ¿Desde cuando se besaban como si fuera lo más normal?
Pues, desde ahora.

- Thanks for this. - se abrazaron, permaneciendo más tiempo pegados, Usa ocultó su rostro en el pecho del moreno, este sonrió acariciando su espalda con la mejilla pegada a la frente de este.

«Cuanto más tiempo dure esto, más difícil va a ser acabarlo» un pensamiento vago cruzó por
mi cabeza, mi sonrisa se esfumó
de pronto.

- Te amo. - ¿Acaso. . .?
- Mis ojos son para ti, Usa. Jamás
lo dudes. - shit.

Apreté mi agarre en el abrazo, sintiendo lágrimas en mis ojos, no se ni porque estoy asi, estoy seguro de que fue por lo que dijo, me dejó sin palabras.

Esbozó una vaga sonrisa, con el corazón doliendole por los latidos rápidos, y entonces, no quiso separarse.

- En mi casa a las tres, ¿Jalas guapo? - susurró en donde debería estar mi oído, asentí sintiendo caliente mis pómulos, mi cabeza se mareó un poco...- Chau, mi gordito~

Esto último lo dijo al comenzar a alejarse, caminando con las manos dentro de sus bolsillos. Me quedé en el mismo sitio tratando de calmarme, siempre me dejaba así, es como si tuviera una especie de poder emocional sobre mí.

Si. difinitivamente me enamoré del idiota del muro.

ⒸⒶⓂⒷⒾⓄ (ᴍᴇxᴜsᴀ +①⑥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora