ⒸⒶⓂⒷⒾⓄ (ᴍᴇxᴜsᴀ +①⑥)

Capítulo 40: Regreso 1/2.

— Ya está todoh, stweetheart. — dijo bajando la tapa de  la parte de atrás del auto, o mejor dicho colocando mi maleta, me acequé para besarlo con cariño, al fin yo iba volver, había decidido ir, quedarme con él, porque no hay otro lugar en el que quiera estar si no es a su lado, pff, lo sé, ¿Estoy loco, no es así?

— Gracias, gordito. Iré a despedirme de mis hermanos. — dijo, acomodando mis lentes, sonreí pues me sentía feliz, al fin regresaría junto a mí, no creo que a Canadá le importe así que no hay problema. De cualquier forma no había nada que me lo arruine. — Ve entrando al auto.

Asentí, apartándose tranquilo mientras caminaba al auto, lo ví ingresar, mi corazón palpitó cuando lo vi voltear hacia mí, y tirarme un beso, sin duda su forma de cortejar me prende, como ya había dicho: se había vuelto mi debilidad.

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Reí, viendo mi teléfono, las fotos recientes con Mexico habían enfadado a mi papá, quizás porque salíamos besándonos, ni idea. Sentí que me taparon el sol, una sombra estaba sobre mí, subí mi mirada, achique mis pupilas, viendo a la organización, ¿Que hace este cínico aquí?

— Hello, United States. — lucia muy tranquilo, casi feliz, no me importaba, arrugé el ceño, viéndolo con una sonrisa. — ¿Are you happy, darling? — mi sonrisa se quitó, esperaba que se enojara, no que me preguntara algo tan obvio como eso.

— Yes, idiot. — le saqué la lengua, ahora era él más feliz de las potencias, quizás del planeta, encontré a alguien que me complementa.

— Excelente. — exclamó, igual de sonriente, y se alejó, yendo a la casa de los hermanos de México. Enarqué una ceja, preguntándome la razón, no le di importancia, quizás quería hablar con Venezuela.

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— Oh yara te vamo' a extrañar, causa. — dijo mientras me abrazaba, los demás hicieron lo mismo, sonreí correspondiendoles, el tiempo con ellos me hizo darme cuenta de muchas cosas, una de ellas era, que los hermanos se cuidan uno a otra, sin importar en qué estado se encuentren.

Se separaron igual de sonrientes, miré hacia el sofá, lugar donde estaba mi hermano, el mayor de los hispanos, el de escudo de sol, “Ché, boludo” entre otros clichés, hasta ahora no había venido a despedirse, debe sentirse terrible. No lo juzgo, después de esa confesión por teléfono debe ser incómodo estar junto a mí, la persona que le gusta.

Arrugé el ceño, sintiendo una presión horrible en mi pecho, es mi hermano después de todo, y lo amo, ( Como hermano claro ), además, ahora tenía pareja, no podía arriesgarme a perderlo.

Tragué saliva, yendo hacia la puerta, deberá pasar tiempo para que se calme y lo supere. Abrí mis ojos grande cuando ante mí se presenció alguien. ¿ONU? Creí que ya había acabado, le dije perfectamente que ya no seguiría ignorando mis sentimientos, no dañaría a Estados Unidos ni por todo el dinero del mundo.

— Hola México, vine por nuestro trato. — suspiré furioso, me está provocando el pendejo, estaba por decir algo, pero alguien se acercó.

— ¿Tratoh? — O h, n o.
Mis pupilas temblaron, mi corazón comenzó a bombear a mil lo sentía salirse, ví la sonrisa de ONU y mis manos temblaron fuertemente, casi no las sentía. Por favor no, te lo ruego, no, no, no, ¡No, maldita sea, no! — ¿De queh trato está hablando, México?

— Ah, ¿No lo sabías. . .? — me miró sonriente, lo sabía, vino hasta aquí para acabar lo que empezó, jodida suerte. Fruncí el ceño, intentando hablar, pero no podía, mi cuerpo quería liberarse de una carga, de una mentira. — México, hizo un trato conmigo, de que te enamoraría, claro que luego te rompería el corazón, solo para quedarse aquí, con sus hermanos, donde pertenece.

Todos guardaron silencio, incluso mis hermanos, quienes tampoco parecían no creerselo. Usa soltó primero pequeñas risas, para comenzar a subirlas de tono y volverlas carcajadas fuertes, que se escucharon estridentes a través del silencio.

— ¡Ha! Ya dejar de intentarlo ONU, you will not prevent us from being together, idiot. ¿Right, México? — intenté sonreír, pero no podía, simplemente lo miré, con ojos tristes. Él pareció darse cuenta, cambió su expresión a preocupada y sorprendida, mientras retrocedía. — No, no. . .dime que no es cierto. . . porfavor. . .
Me-metsico. . .

Regresó a llamarme así. . .demonios, de sus ojos brotaron pequeñas gotas de agua, lo hice llorar, yo lo amo, jamás lo haría llorar.

— A-américa, no es lo que. . .—
— Don't come near me again!(¡No vuelvas a acercarte a mí!) — Nunca lo había oído gritar de esa forma, me paralicéñ, salió corriendo, lo seguí, empujando a ONU en el proceso, maldito metiche. Intenté alcanzarlo, pero ya era tarde, ya estaba en su auto, me paré enfrente, por Dios, sería capaz de dejarme atropellar para que no se vaya. — G-get out of my way. (Quítate de mi camino) — lo dijo, llorando, sin poder pronunciar ni su propio idioma. Me partió el corazón verlo así, después de todo está sufriendo por mí, la persona que lo hace vulnerable.

— Estados Unidos, escúchame por favor, fue un grave error, yo había terminado con ese trato cuando me di cuenta. . .de que te amaba. — desvió su mirada, no me creía, tampoco le creería si alguien me hiciera algo así.

— How could you do this to me? (¿Como pudiste hacerme esto?) — lo escuché, sacándose los lentes para secar sus lágrimas, me comencé a acercar, esperando que no se asustara. — I gave you all of me and you. . .¡Uhg! ¡this happens to me for trusting someone in the third world! (Te entregué todo de mí, y tú. . .¡Ugh! ¡Esto me pasa por confiar en alguien del tercermundo!)

Agarré su rostro para que me mirara, no debe culpar a otras contries por mis acciones. Yo tengo la culpa de todo, yo le hice esto.

— Yo te amo, eso no fue fingido, por favor, quédate conmigo, te necesito, solo tú, solo eres tú, estados unidos de. . .— No me dejó terminar, me golpeó la cara, en una cachetada que me hizo alejarme.

— ¡Shut up! — gritó, colocando la llave en la abertura, encendiendo su auto, estaba por irse, cuando prácticamente me subí de un salto, acorralandolo en el asiento. — ¡Stupid shit, get out of me!

Agh, mierda. . . él usaba ese tono antes, y que lo vuelva a usar realmente es chocante, me hiere.

 — ¡No te dejaré ir! ¡Jamás dejaré que te vayas! No de nuevo. . .— estaba molesto, herido, mal, completamente mal. Y luego viene, y me dice que aún me ama, ¿De nuevo? ¿A qué se refería con...de nuevo....?

Flashback. . .