Capítulo 14: Inoportuno.

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La mañana floreció, la luz le caía en el rostro de entre el árbol encima suyo, haciéndolo despertar al sentir la calidez y la luz en sus párpados cerrados.

Abrió los ojos despacio, mientras intentaba acoplar su vista a la luz del día, se sentía cómodo, con una cálido base debajo de él, como si fuera su suave almohada.

Las cosa es, que está almohada tenía pulso. Veía por lo que parecía ser, el pecho de una persona - ¿Uh? - subió su mirada hacia el rostro de esta, encontrando a su "Querido" latino, abrazándolo, muy cerca de él, podía sentir su respiración en su cabeza.

¿Cómo habían llegado a quedar así?, se preguntaba, una y otra vez, mientras empujaba con sus manos el tórax de este, intentado separarse.

Lamentablemente, para Usa, el mexicano estaba muy cómodo como para soltarlo, más bien gruñó al sentir que esa calidez se esfumaba y dio un pequeño giró, quedando sobre él, aplastando lo ligeramente.

- ¡A-gh, Metsico! - jadeó al sentir que no lograba respirar, sus manos intentaban con mucha fuerza quitarlo de encima, ya no era una sensación agradable. - ¡P-please!

- ¿Mhm? - igual, que él, se despertó ignorante de lo que hacía, adormilado, notó en que posición estaba, la cara roja del americano lo decía todo.

Rápidamente se alejó de su cuerpo y el contrario pudo safarse y respirar. Con miradas de vergüenza intentaron evitar todo contacto visual mientras se arreglaban la ropa.

M-me di cuenta, ¿Había dormido ahí?, no dije nada, simplemente me levanté al mismo tiempo que él lo hacía, aún sin mirarnos. - G-good morning. - susurré, esperando no me haya escuchado.

- Buenos días. - dijo calmo, seguido lo vi poner una mano en el árbol y estirar sus piernas, juntando su tobillo con su cadera. - ¿Dormiste bien, gordito?

- ¿W-what?. . .- no era momento de, hacer apodos y/o bromear con la situación, después de aquella frase incómoda, me limité a responder un: "yes" mientras sacaba mi teléfono para revisar si tenía alguna llamada perdida. Efectivamente, ninguna, el buzón de voz estaba vacío.

- Aah. . .Mis hermanos me dejaron miles de llamadas perdidas, chale. . .- estaba un poco celoso, Canadá a penas se acuerda de mí. Pensaba mientras lo veía guardar su . . . Huawei.

Reí un poquito por el nombre pila que le puse, creo que lo voy a rebautizar con ese apodo, es lindo. Dejando de lado todo eso, tenía la garganta seca, así que intenté ver si había un puesto y/o kiosko, no había pero encontré un puesto de helado, ñee, servirá por ahora.

Caminé hasta el puesto, encontrando a uno de los hijos de mi acompañante, Manhattan. - Oh, hola Manhattan. - saludé amablemente mientras le hacía señas para que el gringo viniera. - Dame dos helados.

- Of course. - dijo igual, sacó dos conos de galleta ( del que se supone que iban las bolas de helado ). - ¡Hi, daddy! - saludó a su padre mientras ambos lo veíamos acercarse.

- Hello, son. - vi como esbozaba una sonrisa, algo tonta, pero agradable de alguna forma, lo cual es todo lo contrario a lo que suele ser.

- ¿De que sabor quieres? - le pregunté, y si, le iba a invitar, porque soy buena persona y muy cordial y por supuesto que no me agrada el gringo.

- Oh, Emm. . .Vanilla - vaya, escogió el sabor más aburrido y monótono. Por otro lado, yo escogí chocolate, porque, obviamente me encanta.

ⒸⒶⓂⒷⒾⓄ (ᴍᴇxᴜsᴀ +①⑥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora