ⒸⒶⓂⒷⒾⓄ (ᴍᴇxᴜsᴀ +①⑥)

Capítulo 32: Suegros 2

--- ¿Entonces eres pareja de México? --- preguntó incrédulo, sentándose en el cómodo sofá con una sonrisa burlona, Estados Unidos no respondió nada, pero la nación de arco de estrellas era suficientemente inteligente para sacar conclusiones. --- ¿No que éramos: "inferiores"? Si que haz caído muy bajo.

---Ya.

--- ¿Que?

--- basta, Venezuela. --- lo detuve justo antes de que dijera otra palabra que dañe la buena postura de Usa.

--- Como desees, si quiere' defender a un gringo egoísta como él, es cosa tuya, hermano. --- se levantó en corto tiempo, con el ceño fruncido y las venas marcándose en su frente, caminando con pasos firmes y ruidosos hacía las habitaciones, se
vió a Colombia seguirlo casi al instante.

Desde ahí todo se había tornado un silencio incómodo, miré triste al gringo, deseguro no se esperaba que lo tratasen mal de nuevo, pero, no tenía la misma expresión del día anterior, más bien estaba neutral.

--- I didn't want to disturb him. --- pronunció con voz débil y bajita, fruncí el ceño viendo como el peruano bicolor tocaba su mano, mientras clavaba sus dulces ojos canela en mi novio, me dió una rabia...

Al parecer notó mi enojo, y sonrió en mi dirección, ampliando más mis celos, mis otros tres hermanos voltearon a mirarme.

--- Aww, tan tierno México, estás celoso. --- se burló Chile con brazos cruzados, mirando al moreno sonriente y se sentó en el sillón al
lado del caucásico.

--- Creo que deberíamos darle una razón para estarlo. --- el tricolor lo miró en duda viendo que el argentino hacia lo mismo que el otro, solo que este al lado de Perú.

Los tres latinos empezaron a tocarlo de arriba a abajo, haciéndolo querer apartarse, sin poder lograrlo porque Perú seguía aferrándose a él. México se alteró al escuchar el primer gemido que salió de la boca de estados unidos.

--- ¡HEY! --- fuí hacia el sofá ahuyentandolos al dar un manotazo a este mismo, ellos solo se reían, supongo que me he vuelto muy posesivo. Abracé el cuello de Usa, apoyando mi mentón en su hombro derecho para mirar su carita sonrojada. --- ¿Todo bien?

--- I- I'm okey. . .--- como no esperar que su reacción fuera avergonzada, retirando su rostro de mi campo de visión, le di un beso en uno de sus lados.

Justo entonces se escuchó el tintineo insoportable del timbre, razón por la cual iba corriendo a abrir: no escucharla dos veces. Bolivia estaba a punto de hacerlo también pero lo empujé riendo igual que él, no me iba a ganar de nuevo.

Abrí la puerta y. . .
--- ¡¿Papá?! ¿Qué haces aquí? --- santa virgen, mi padre está aquí, reconocería esa bandera horizontal hasta en la luna, como siempre, no sonreía el viejo amargado.

--- He venido a visitaros, hay algunas cosas que tenemos que hablar, Nueva España. --- dijo manteniendo su semblante serio, orgullo ante todo, padre. . .

--- Me lleva la chin--!! --- antes de poder terminar de maldecir a mi progenitor, alguien ya me había tapado la boca, Argentina.

--- Padre, sabes que a México no le gusta que le digas así. . .--- habló esta vez Perú, quien estaba al lado del narizón, ¿Me parece o si voz sonaba más. . .opaca?

--- Perdón, aún. . .no me acostumbro. --- vi que se rascó la nuca, me solté de la mano de Argentina.

--- ¡Ya wey, han pasado quinientos años chingada madre! ---
--- ¿Mexico? --- en ese momento se asomó el gringo por la puerta curioso.
Tragué saliva y mis palabras de paso, mi cuerpo se reusaba a maldecir cuando él estaba cerca, ¿Que me está pasando?

--- ¡Usa! Que conveniente que estéis todos juntos, ¿Me dejáis pasar, hijos? --- puso una sonrisa, no sabía si era falsa o no, pero igual no quería verlo sonreír. Me separé de la entrada a regañadientes, no sé como mis hermanos están tranquilos con su presencia, yo aún siento que lo odio.

--- Are you okey, honey? --- mi corazón se detuvo, ¿Como me llamó? Dejé de caminar para voltear y responderle de forma positiva y con una sonrisa.

--- Me gustaría muchísimo quedarme a hablaros a todos, pero, tengo el tiempo medido y solo vine por un tema importante. --- narró sin quitarle la vista a Estados Unidos, sentándose de forma indiferente en el sillón, nosotros quedábamos frente a él, claro, como nunca viene a visitar siquiera, siempre hay algo de por medio. - quiero que me digáis, Usa y México, ¿Están ustedes comprometidos acaso?

. . .

Argentina volvió a agarrarme para que no me lanzará encima suyo en ese instante, ganas no me faltaban.
--- ¡Viejo trucho no tienes porqué meterte en esas cosas, son MIS problemas! --- gritó haciendo énfasis en la palabra con mayúsculas, Usa no hacía más que mirar al español seriamente con notable vergüenza.

--- Nueva España, cálmate. ---
--- ¡¿Vieron?! ¡Lo hace apropósito! --- la fuerza que usó el moreno para soltarse aumentó, dificultando al argentino el poder sostenerlo.

Viendo esto el estadounidense, se acerca a su pareja quitándose sus propios lentes oscuros y sosteniendo los cachetes del contrario para que lo mire a los ojos. El enojo del menor pareció salir de su cuerpo como un rayo, sintió su rostro caliente y se sonrojó sin poder evitarlo.

— Ha calmado a la bestia. . .— sonreí por el comentario de Chile, separandome de Mexico cuando lo soltaron, volteé a mirar a su padre, sé que aún no puede superar lo del virreinato, él es el más rencoroso de todos sus hermanos.

— Sir Spain, Mexico y yo estamos en una relacion, sin embargo, aun no llegamos mas alla. . . — dijo sin flaquear en absoluto, con un español casi aceptable y una mirada seria. (No puse las tildes apropósito) — sorry But. Lo que le haya dicho mi padre it's a lie.

— Estados Unidos, tu padre está preocupado por ti, y yo también lo estoy por México, su relación no es normal, y yo no les puedo dar mi bendición. . .— el europeo se dispuso a seguir dando argumentos que ninguno de los dos quería escuchar, pero México ya harto interrumpió en la conversación.

— Bueno, en realidad nunca te la pedimos, ya no estamos en el siglo XX padre, no necesito tu bendición para estar con alguien. — el chico tricolor al sentir que alguien tocaba su hombro volteó viendo a su actual pareja amorosa, EUA se notaba incómodo, ya quería irse. — Tenemos cosas que hacer España, si no tienes nada más que decirnos, nos estamos retirando ya.

Y se fueron, cuando la puerta sonó España salió de su trance apretando fuertemente su entrecejo, pensaba que simplemente eran dos adolescentes con lo caliente en el cerebro, ignorando el echo de que si pudieran estar enamorados. Mientras tanto sus demás hijos no podían estar más decepciónados.

— ¿“ No es normal ”? — rompió el silencio Uruguay, quien como todos sus hermanos estaba avergonzado de la forma de pensar de su padre. — ¿Acaso nos ves como algo inferior, padre?

— ¿Crees que no podemos estar con alguien poderoso. . .solo porque somos "diminutos" en comparación? — se unió Perú con los ojos levemente húmedos, el español tragó saliva sin nada que pudiera objetar contra ellos. — ¿Te damos vergüenza?

— Era demasiado obvio que le dábamos vergüenza, ¿No lo ven? “Él es un gran Europeo del primermundo” y nosotros solo sus decepcionantes hijos. — se expresó con mucho enojo el chileno, recibiendo en respuesta la mirada triste de España y la furiosa del argentino.