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Letras al vacío.
Cariño:Aunque no es la primera de las cartas que te escribo y no te entrego, ya sea porque ser detallista no está de moda o porque simplemente temo vincularme, es la primera vez que escribo pensando con tiempo y detalladamente en todo lo que debo decir.
Tengo muchas cosas que contarte, tanto que debes entender y mucho que podrías no perdonar. Pero me la juego, así hayan otras personas junto a ti en mis ojos, nadie es cómo tú. No deseo mentirte, es por esa misma razón que, junto con las otras que están guardadas en el cajón, esta es una carta más que no recibirás. Porque si leyeras esto, seguramente pensarías lo peor de mí y con justa razón, yo no podría detenerte porque es la verdad. Suena extraño, te ves cómo zapato en la cocina o jarrón de vidrio en los juguetes. Tú no perteneces aquí, no deberías estar en este lugar, intentando enamorarte de mí o dejando que yo entre en tu corazón. Tú mereces a alguien que solo tenga ojos para ti, te valore y te ponga por encima de las demás. Es más, no debería haber otras, y esa misma es la razón por la que estoy jugando con fuego.
Me atraes Cristina. Te encuentro verdaderamente linda e interesante. Puedo decir incluso, sin temor a equivocarme, que te quiero. Pero quizás no lo suficiente para que evites decepcionarte de mí. Tampoco tan profundo cómo para darle importancia mientras estas llamas con las que juego me empiecen a quemar. Suena absurdo. Con ellas, no sé lo que quiero y contigo... contigo quiero todo, pero no estoy lo suficientemente listo y no creo estarlo pronto. Eres demasiado, para mí y para quien sea, pero más para mi en este instante. Entonces comencé a tapiar con muros mi corazón y cualquier lugar donde pudieras entrar, para no enamorarme de repente. Pero no funcionó y una parte de ti ahora late diariamente y me provoca arritmias cuando te veo. No me gusta sentirme así, porque sé que mientras no la olvide, contigo prácticamente estaría jugando a equilibrar la cuerda y la balanza y no te mereces eso.
El problema es que no quiero soltarte.
El problema es que no te despegas de mi cabeza.Como chicle, cómo caramelo de miel o eucalipto, estás ahí. Intento sacarte a lavadas con agua fría de mi ropa, intento usar cloro y detergente y eres más que indeleble. Parece que cada vez que enjabono mis prendas, más te adhieres, cómo pegamento a mi piel. No me gusta. No me parece que ahora estén dos manchas en mi camisa favorita. Y quiero cambiar, tallarme una nueva y solucionar de una vez este problema. Pero amo mi forma de amar, adoro mi camisa vieja. Y no quiero que junto contigo, deseche todo el cariño que estoy dispuesto a dar y me vista con otros colores y me parezca a alguien diferente. Temo perderme. Asi que te recortaré y parcharé una vez más esta prenda vieja y seguiré mi camino.
Me rompieron, Cristina. Me trituraron y a mis sentidos junto conmigo. Ahora intento rellenar un hueco, tapar un agujero, colocar otros muebles y redecorar la casa. Y no quiero que seas uno más de los sustitutos. No mientras reparo algo que yo no destruí. ¿Por qué ser una herramienta más? ¿Por qué repararme? Disfruta tu paz y tu estabilidad. No te contagies conmigo. Ayúdame a sabotear esto y dejarte volar.
Quizás es mi etapa de crisis, mi momento existencial. No quiero comprometer mis lágrimas, no a más personas de la que aún tengo en duelo. ¿Pero cómo te lo explico? ¿Cómo decirte que, al menos por un buen tiempo, ni siquiera podremos avanzar? Me tienes entre la espada y la pared. Sé que las cosas podrían dar un giro distinto Cristina. Contigo todo podría volverse añicos y empezar de cero. Tú con tu encanto, mi forma de querer y los días... podríamos crear algo grandioso. Pero me niego, le temo al fracaso. No quiero que seas "la que vino después de" o "el reemplazo", mucho menos "la del proceso". Quiero que simplemente seas tú, una chica aleatoria que encontré un día (o ella me encontró a mí), nos gustamos, empezamos a fluir con la química y tuvimos algo lindo. ¿A quién no le gustaría algo así? Pero no, te he encontrado en mi peor momento. Ni siquiera sé que vaya a ser de mí en los meses que vienen por delante.
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𝑳𝒆𝒙𝒊
Teen Fiction"¿Y que es más fácil que amar? ¿Y que es más complicado que dejar de hacerlo? La melancolía de lo añorable. Aquella voz en nuestra mente, quizá llamada conciencia, que nos recuerda algo que hicimos mal o un punto donde no actuamos cómo debimos hab...