Capítulo 4

91 43 3
                                    

💌

Esperar...
¿lo inesperado?

No, yo estaba seguro que algo malo iba a pasar. Qué tan malo sería era otro tema que consideraría después. La situación no daba para seguir haciendo tonterías en la extrañamente ya fastidiosa relación que mantenía con Lexi y no era de extrañarse que una más fuese la gota que rebalsara el vaso.

Y sin embargo, a la chica se le veía genial.
Es decir, la "broma" prefabricada con mi mejor amigo resultó en darnos una pequeña señal de que a Cristina le importaba lo suficiente cómo para ponerse celosa (aunque le costara admitirlo) de otras chicas. Pero a la vez, creo que el hecho de celar hacía que cogiera una rabia inmensa y más si era adrede. Así, descubrí que todo este tiempo podría estar saboteando algo recuperable, pero descubrirlo me iba a costar justamente eso, el poder de recuperarlo. Ya la distancia entre nosotros se hacía cada vez más evidente y no era raro verte con el chico ese raro de la sección vecina, caminando juntos en los recesos o almorzando. A veces, quiero pensar que lo hacías para devolverme mi chistesito. A veces, pienso que no, qué de todas formas ya te estabas desapegando lo justo y necesario. Cada día que pasaba le iba tomando cierto rencor al chico, del cual ignoraba su nombre, edad y ascendencia social, pero solo el simple hecho de "robarme" minutos contigo ya era suficiente razón para hacerle mala cara. Luego me recordaba que, de todas formas, los minutos yo mismo se los había "regalado" y me frustraba. Peleábamos más a menudo a causa de esa frustración y nos alejabamos un paso a la vez, hasta que fueron demasiados pasos para contar.

Te estaba perdiendo.
Cómo avión en picada el vuelo.

*

- Sr. Cortez... tome asiento, por favor.
- Gracias.

La sala blanca llena de libros y algunas imágenes extrañamente motivadoras lucía frente a mis ojos y los llenaba de recuerdos de Vietnam y sonidos de gritos y de balas. Figurativamente, claro.

- Tengo entendido que usted no viene por cuenta propia a este lugar y que, de hecho, no tenía ningún interés en presentarse.
- Pues lo ha entendido usted muy bien, doctor. Para mí, esto es una pérdida de tiempo. Por lo que después de pronunciar la siguiente oración, mi boca se cierra cómo banco a las cuatro de la tarde.

Hago un gesto de zipper con mis dedos en los labios. El hombre que está frente a mí se ríe y se cruza de brazos. Luego, los acomoda sobre el escritorio que nos separa y suspira.

- Tienes un raro sentido del humor. Dime, ¿por qué sería todo esto una perdida de tiempo? ¿Tenías algún otro compromiso?

Me incorporo.

- No, no tenía ningún compromiso -olvido que recién prometí no hablar más- pero aún si ese fuera el caso, creo que me tomaría mis compromisos más en serio, al menos esta vez, en lugar de venir acá.
- ¿Huyes a menudo de tus responsabilidades?
- No... o sea... no es que huya.
- Acabas de decir que no las tomas en serio.
- Tomarlas en serio significa que las hago de mala forma.
- ¿Te falta motivación o hay algún otro elemento que necesites?
- No deseo hacer nada.

Me mira por unos segundos mientas se acomoda sus gafas. Es alto y corpulento, gordo. Tiene una bata puesta y su aspecto me recuerda al de algún otro médico de tercera, pero con más cara de amabilidad.

- Sr. Cortez... está aquí por pedido de su familia. En los últimos seis meses ha tenido una baja de peso considerable e incluso, según su familia, preocupante para ser tanta. Dicen que pasa sus días encerrado en su habitación y no come, o lo hace rara vez, se le ve decaído y somnoliento y constantemente maneja un mal humor que parece no es propio de su personalidad...
- Doc... vamos... no pierda su tiempo. Esos síntomas, como los llamaría una persona de su clase, son normales.
- ¿Le parece normal bajar 40 libras de peso en tiempo récord? También tengo exámenes médicos de rutina que revelan que sus defensas no andan muy bien que digamos...
- Me las saluda.
- ... y también los otros factores y enfermedades que ya tenía de anticipado se han intensificado por su mala alimentación y su poco uso de sueño.
- No me da sueño.
- ¿Imsomnio?
- Ujum.
- ¿Le preocupa algo, hay algo que le de miedo o lo aterrorice?
- No le temo a nada, exc...

𝑳𝒆𝒙𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora