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Narra Pete

—¿Y cómo sigue tu herida?-le preguntó a mi novio.
—Al ser una persona "especial", tengo la ventaja de que mis heridas se curen rápido. Así que esta mejorando demasiado.

Ae y yo nos encontramos en la cafetería que se encuentra cerca del parque del pueblo.

Después de que Can y Tin llegaran a casa, decidimos hablar un rato más, ya cuando pensamos que era tarde, Ae y Tin se retiraron de casa.

Can me ayudó a desempacar y ver donde acomodar bien las cosas, también me platicó como estaban las cosas por aquí y sobre donde estaba mi Abuela.

Al parecer todo este tiempo ella estaba "dormida" en su habitación. Algo que dudo demasiado, ya que su habitación esta a lado de la mía y anoche no guardamos mucho silencio que digamos.

Ae extendió su mano derecha y acarició mi mejilla, cerré mis ojos y dejé que su tacto me endulzara.

—Te extrañé demasiado...-dijo Ae.
—No es necesario que lo digas, lo tengo muy en claro, ya que yo también te extrañé.

Ae se paró un poco de su asiento y se inclinó un poco para poder tener acceso hacia mis labios. Vi como sus ojos se cerraban y como su boca se abría un poco.

Pero antes de que sus labios tocaran los míos, con rapidez tomé el menú y lo puse entre ambos labios.

—Pfff...¡Pete! ¿Qué te pasa, eh? ¿Sabes qué hay personas que no se lavan las manos después de cagar y aún así tocan objetos?

Ae restregó sus manos en su boca junto con una cara de asco mientras que yo me reía. Sus muecas son algo hermoso, amo cuando utiliza la expresión de "serio".

Ae regresó a su lugar y se cruzó de brazos mientras que sus ojos me desafiaban para una nueva batalla.

—Buenos días. Perdón por la tardanza, ¿qué desean pedir?
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>>Mierda... Esa voz...<<
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—Muy buenos días para ti también Champoo.-dijo Ae.
—Oh, Ae, hola. Veo que por primera vez en siete años vienes con alguien que no sea Tin, Can o la señora Samantha.

Tomé el menú y me tapé la cara con este. A lo mejor no veía la cara de ella, pero se que me esta viendo y me esta señalando con su lapicero. Escuché a Ae soltar una risita burlona mientras con una de sus manos quitaba el menú de la cara.

—H-hola Champoo...-dije nervioso.

Internamente rogaba que ella no me recordara, ya que cuando estaba más pequeño, me moría de celos de ver a ella cerca de Ae.

Tanto eran mis celos, que el pobre de Ae tuvo que llevarme con él al lugar en el que se reuniría con Champoo para estudiar.

—¿Pete? ¿Eres tú pequeño? ¡Wou! Haz crecido demasiado.
—Jeje, ese soy yo.
—Pensé que nunca regresarías.

Lo último que lo dijo lo sentí un poco ¿sarcástico? No sabría decir exactamente en que sentido lo pronunció, pero si se que me da mala vibra.

—Pero mira, ya estoy de nuevo aquí. Bueno, yo tengo hambre, ¿nos tomarías la orden?
—Con gusto, ¿qué desean?
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Después de comer, Ae y yo venimos a pasear por el parque. Habían personas con sus parejas, niños y ancianos paseando por todo el lugar.

Los juegos siguen siendo los mismos, aunque actualmente si se ven arreglados. Antes, la mayoría de los juegos estaban oxidados, ahora hay miles de colores por donde sea, junto con el Kiosco lleno de juegos arcade, el cual esta en el centro del parque.

—¡POR FAVOR! ¡JURO QUE SOLO ESTABA PIDIENDO AYUDA!
—¡MIENTES! ¡QUERÍAS LIGAR A MI NOVIO!

Mi mano y la de Ae estaban entrelazadas, pero dejaron de estarlo cuando dos voces familiares retumbaron en mis oídos.

—¿TIN? ¿DANTE?
—¡PETEEEEEE!
—¡MIERDA DANTE!

Tin estaba persiguiendo a Dante por toda la calle, hasta que sentí como alguien cayó encima de mi.

Lamentablemente no solo un maldito elefante me volvió tortilla, sino que ambos caímos en los arbustos llenos de espinas. Podía sentir como me pinchaban la espalda.

—¡Argh! ¡DANTE LEYVA! ¡¿QUÉ MIERDA TE PASA?!

Sin importarme si Dante estaba lastimado o no, lo empujé lejos de mí y escuché como gimió de dolor. Ae se acercó rápidamente a mi y me ayudo a ponerme de pie.

Mientras que checaba con la vista si estaba algo fuera de su lugar yo veía como Tin y Can se acercaban. Entonces se me vino algo a la mente.
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>>¿No Can debería estar en la escuela?<<
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Chequé que hora marcaban las manecillas del reloj que cargo en la muñeca y me doy cuenta que todavía son la diez de la mañana.

—¿Estás bien Pete?-preguntó Tin.
—Estoy bien Tin.
—¿No deberías preocuparte más por mí?-preguntó Dante.

El último mencionado, seguía tirado en el suelo con un leve golpe en la frente y su cabello lleno de ramas y hojas.

Creo que nunca les platiqué la apariencia física de Dante, así que se los diré rápido. Su cabello es castaño oscuro y un poco chino, sus ojos son color verde fuerte, su piel es un poco blanca y morena, y finalmente tiene un cuerpo flaco para su alta estatura.

—Déjame decirte que me preocupo más por el hermano de Pete.-responde Tin.
—¿Tienes un hermano?-me pregunta Dante.
—Mira, yo que tu salgo corriendo antes de que esa bestia...-señaló a Ae—...te correteé por lastimar a su novio.

Voltee a ver a Ae y el estaba sorprendentemente tranquilo, y a tranquilo me refiero que solo tiene la mandíbula apretada y ambos brazos suyos aferrados a mi cintura.

—Ae tranquilo, conozco a este tipo. Ae, el es Dante. Dante, el es Ae, mi novio.










❥𑁍❥𑁍❥𑁍❥𑁍❥𑁍❥𑁍❥𑁍❥𑁍❥

Se que el capítulo es corto pero prometo hacer más largo el próximo.

𝚃𝚄 𝙼𝙸𝚁𝙰𝙳𝙰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora