𝚃𝚄 𝙼𝙸𝚁𝙰𝙳𝙰

🌸25🌸

Narra Ae

"Profesor Intouch, por favor pasar a la oficina del sub director".

Dejé de escribir en el pizarrón al oír mi nombre ser anunciado en la pequeña bocina que se encuentra en el salón.

—Alumnos, pueden proseguir con estás preguntas. Si no vuelvo después que el timbre suene, tengan todo el derecho de salir.

Todos asintieron. Tomé mi celular y me dirige a la oficina del sub director, el cual de pura casualidad es mi primo Ron, el que un día intentó besar a mi prometido.

Llamar a Pete como mi prometido se había hecho costumbre. Si antes a su lado era realmente feliz, ahora más. Pensar que de ahora en adelante seremos una familia me emocionaba.

Cuando Kanda, Can y Tin se enteraron, ellos realmente se pusieron felices. Ahora creo que toda la universidad sabe que Pete es mi prometido. Tanto así es que hemos llegado a llamar la atención de nuestro alrededor que ahora tratan a Pete como Señor Intouch.

Toqué la puerta de la oficina antes de entrar recibiendo la típica respuesta de "adelante".

—¿Puedo saber para qué me buscabas?—pregunté sin rodeos.

—Buenas tardes para ti también querido primo—dijo Ron con un obvio sarcasmo—. Ni porque aquí sea el sub director me tratas con respeto.

—Mmm... como digas—rodé mis ojos—. Ahora dime que pasa.

Él sonrió e hizo una seña para que me sentara en una silla frente al escritorio, mientras que el me veía como un bicho raro.Suspiró y dirigió su mirada hacia la mano en la que cargaba mi anillo de compromiso. Volvió a mirarme y me pidió que guardara silencio.

 Hizo una llamada que no logré escuchar bien pero tan pronto termino empezó a hablarme.

—Entonces... ¿te casas?

—Sí, me voy a casar con la persona que más amo en este mundo.

—Me imagino que se trata de Pitchaya...

—¿A caso eres adivino?

Él solo soltó una carcajada.

—Si solo interrumpiste mi clase para eso—dije mientras me empezaba a parar de mi asiento—, creo que será mejor que ya me reti...

No pude terminar de hablar ya que Pete había entrado a la oficina. Esta vez me paré por completo de la silla y me acerqué a él.

Pete, al igual que yo, se sorprendió al verme. Jaloneó mi brazo delicadamente mientras con su mirada me pedía una explicación, solo le di un beso en su mejilla para que se tranquilizara.

—¿Porqué Pete está aquí?—pregunté.

—Bueno, como ahora ambos son prometidos, me imagino que les gustaría saber lo que le pasa al otro—dijo mientras abría una carpeta amarilla—. A parte, este tema que quiero hablar con ambos es sobre los dos.

Me volví a sentar en la silla jalando a Pete hacia mí, quedando él en mis piernas. Siempre Ron me ha dado mala vibra, pero cuando esta serio puedo llegar a ver en sus ojos como quisiera su lobo salir.

A Tin y a mí nos pasa lo mismo, en mi caso lo único que me logra calmar sería el aroma de Pete, el cual solo yo se identificar. Así que teniéndolo sentado mis piernas me tranquiliza.

—Y aún tienen el descaro de sentarse así—dijo Ron.

—¿Hay algo de malo? —dije para molestarlo.

—Si gusta Señor Ron me podría sentar en la silla de alado...—dijo Pete.

—¡No! —exclamé—. Si no quieres ser presente de algo feo quédate aquí.