Narra Ae
—No es necesario que me esperes Pete-dije.
—Solo llevo 15 minutos aquí sentado, te puedo esperar toda la tarde-respondió.Las clases habían terminado. El día de hoy me tocaba de darle clases al grupo de Pete, al igual que era su última clase y la última que yo daba en el día.
Pero tenía que calificar muchos informes que les pedí a mis alumnos, así que ya tenía en visto irme tarde de la universidad.
Pete, por terco, se quedo sentado en su lugar, esperando a que yo termine de calificar todo mientras que el juega con su celular.
—Aeee-dijo Pete desde su lugar—Tengo hambre.
—Ve a casa. Debes comer.
—Quiero comer algo que no se prepara en casa...Se paró de su lugar y se acercó a mi. Quitó de mis manos el lapicero y el informe y abrió paso entre estas para poder acurrucarse en mi regazo.
—¿Entonces dónde venden lo que quieres?
—¿Eh? ¿De verdad no entiendes? ¿Acaso no sabes porque te espero?Pete alzó su rostro y pude ver un brillo en sus ojos color miel. Fruncí el ceño y miré los trabajos de mis alumnos, eran demasiados.
—No entiendo-dije.
Pete se paró de mi regazo, quitó todo lo que estaba en la mesa y se puso frente de mi dándome la espalda. Aún sentado en mi lugar observaba como Pete agachaba su cabeza y hacía algo frente a el lo cual no pude apreciar.
Pero logré entender su acción cuando dejo caer un poco su camisa, enseñando una parte de su espalda y sus hombros blancos.
—M-Más bien... No quiero comer... Q-Quiero que tu me "comas"....
Al terminar de hablar dejó caer su camisa al suelo por completo, quedando ya semidesnudo frente a mi. Se dió la vuelta y pude ver su rostro todo rojo, al igual que su torso apetitoso.
—¿Porqué no lo dijiste antes?-dije antes de lanzarme a sus labios.
Pete gustosamente recibió mis labios, las manos de ambos se paseaban por las espaldas del contrario, disfrutando de la sensación electrizante que transmitían.
Succionaba y mordía los labios carnosos, y ahora hinchados de Pete.
No espere a que me diera permiso de que mi lengua entrara a su boca, en la primera oportunidad que tuve lo hice.
La saliva ya se corría de nuestra boca, y mis dedos ya estaban pellizcando esos pezones duros de él.
Nos separamos del beso por falta de aire y le di la vuelta a su cuerpo, dejando a Pete apoyar la mitad de su cuerpo en el escritorio.
Ahora, empecé a besar de manera desesperada su espalda, dejando chupetones en esta. Mis dientes mordían el lóbulo de su oreja derecha mientras que mis manos se ocupaban de abrir su cremallera y deshacerse de su pantalón blanco.
Deje el cuerpo de Pete solo en bóxer, este era de color negro, era demasiado llamativo ante mis ojos y una tortura ante mi miembro caliente y erecto.
Desabotone mi camisa y la puse en el escritorio a lado de Pete. Acerqué mi oído a su oreja y susurré unas palabras con voz ronca:
—Ponte esa camisa sin voltear a verme y ocúpate de calentarme más...
—¡Aaaah...! Ngh... E-Esta bien...Le arranqué un gemido fuerte a Pete cuando le proporcioné una nalgada en la parte derecha, para después masajearla a mi antojo.
Me separé de el y empecé a desvestirme. Ya sin ningún trozo de tela que cubriera mi cuerpo, me senté en la silla de mi escritorio, con la piernas un poco separadas.
—¿Ya puedo voltearme?
—Ya puedes empezar a hacer lo que tanto deseas.Pete dió un gran suspiro y se dió la vuelta lentamente, mi camisa llegaba hasta la mitad de sus muslos, sus ojos ardían entre las llamas de la lujuria, me veía de una manera sexy mientras se mordía su labio inferior.
Cada paso que daba para acercarse a mi, era un botón menos para poder ver sus lindos pezones.
Cuando ya todos estaban desabotonados, se quitó por completo la camisa, se sentó en mi regazo y pasó por mi cuello la prenda de ropa.
—Por favor Ae... F-Follame duro...
Los labios de Pete pasaron por mi cuello, mi torso hasta el punto donde se encontraba hincado frente mi miembro lamiendo mi glande gustosamente.
—Ah...Pete...Si...
Se metió todo mi miembro a su boca y lo chupaba de una manera rápida y sensual.
Podía sentir una satisfacción enorme, el placer que Pete me proporcionaba era enorme. Mis dedos se deslizaban por el cabello sedoso de mi castaño, instándolo a que quería más.
—Ya...Casi...Aaaah...
Esta vez Pete saco mi miembro de su boca y lo empezó a acariciar de arriba hacia bajo esperando a que me viniera, y cuando lo hice, el paso su lengua por toda mi longitud embarrándose un poco de mi semen, era algo tan erótico.
—Ya me canse del "juego" previo. Quiero jugar de verdad-dije.
Pete se dió la vuelta y se bajó el bóxer enseñándome su lindo y grande trasero.
No espere a que me viera de frente, lo jale hacia mi y lo senté de espaldas en mi regazo.
Le enseñé a Pete tres dedos y sin que dijera nada los empezó a lubricar con su saliva.
Levanté un poco su cuerpo y metí los tres dedos sin aviso alguno. Los movía en círculos para poder dilatar un poco más su entrada.
—Deja ya los dedos... Entra en mi Ae.
—Como ordenes pequeño.Saqué mis dedos de su interior, y metí mi miembro de golpe al interior de Pete. El respondió con un gemido demasiado fuerte.
Antes de empezar a moverme, Pete pegó su espalda a mi torso y puso sus manos en mi cuello. Aproveche y acerqué mi mano hacia su miembro y lo empecé a masturbar mientras embestía con fuerza a Pete.
—Aaaah...Aee...Si...Aaaaah....
Pete movió un poco su cabeza dejando que sus labios aprisionaran los míos. Todo era tan caliente que aumente el ritmo de mis embestidas.
—Más Ae....Más....
Cada vez Pete pedía más, al parecer ya había encontrado su parte dulce. Mi mano frotó con mucho más fuerza su miembro arrancándole gemidos más fuertes a Pete.
Todos nuestros ruidos apasionados resonaban en el salón, mi cabeza se hacía para atrás por la sensación de estar dentro de Pete.
—M-Me vengo...Ahh...
Pete se vino en mi mano. Esta acción hizo que las paredes internas de Pete apretaran mi miembro, seguía embistiendo fuertemente a Pete hasta que sentí como un calambre en mi parte baja indicaba que faltaba poco para correrme.
—Dentro Ae...
—¿Q-Qué...?
—Córrete dentro... Ah... Por favor...Y como si mi miembro fuera consciente de haber escuchado eso, me vine en su interior haciendo que Pete volviera a tener otro orgasmo.
Nuestras respiraciones eran pesadas, salí lentamente de su interior.
El se acomodó de forma más cómoda en mi regazo, podía ver como sus ojitos se querían cerrar.
—Si te quieres dormir, puedes pasar a las regaderas de la Universidad, te cambias y te duermes en mi regazo otra vez, ¿te parece?
El asintió. Lo ayude a poner un poco de ropa y salió del salón. Limpie el lugar al igual que a mi y seguí calificando los informes.
Ya cuando Pete llego hizo lo que le dije y estuvimos así hasta tarde.
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𝚃𝚄 𝙼𝙸𝚁𝙰𝙳𝙰
Fiksi Penggemar"¿Para que querer a otra persona si cada vez que te miro siento que no necesito a nadie más?" Ae es un Chico Lobo gracias a una maldición condenada hace 200 años, ¿Qué pasará si se enamora de un chico que es un ser humano? 𖦹Los personajes no son mí...