𝚃𝚄 𝙼𝙸𝚁𝙰𝙳𝙰

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"Maratón" 2/4

Narra Ae

Fueron las peores tres horas de mi vida. Ver a Pete sin parar de llorar me dolía, pude ver como se despedía de Kanda antes de ser llevada al panteón.

Actualmente vamos camino a su casa, él viene dormido a mi lado. Su cabeza esta recostada en mi hombro mientras yo manejo con una mano ya que la otra esta entrelazada con la de mi Pete.

Viene dormido. Estaba realmente cansado, ambos no pudimos dormir más de dos horas. Estábamos al tanto de todo. Tampoco hemos ido a su casa por unos dos días. El no ha querido entrar, no sabemos si sus padres están ahí o algo.

—Pete, amor, ya llegamos. Despierta—dije acariciando su mejilla.

Sus ojitos se abrieron de manera lenta, sonreí al verlo todavía con sueño. El asintió y torpemente bajó del carro.

Abrí la puerta con las llaves de emergencia que habían en la maceta y dejé que Pete pasara primero.

—No hay nadie. Que raro—dije.

—Mis padres se fueron a la capital, aquí hay una nota.

•••

"Hola Pete, soy papá. Espero que estes bien, no estes triste por lo de tu abuela, ella estará siempre contigo.

Perdón si no cruzamos palabras, tu madre y yo necesitábamos hablar. Ella se arrepiente de lo que dijo, pero eso no quita lo que hizo. Si nos volvimos antes fue para continuar con los trámites del divorcio.

Perdona si nunca te dijimos, solo que tu mamá se alejó tanto de mi que ya no siento amor por ella. Se que lo entenderás.

Y sobre lo de tu matrimonio, no te preocupes, lo acepto. Se que ambos se aman. Estaré ese día presente, seré yo quien lleve a la "esposa" al altar.

En el sobre hay dinero. Utilízalo para lo que les falte en la boda, quiero que tengas un punto y aparte feliz.

Te ama, papá."

•••

—Entonces, ¿tengo la aprobación de mi suegro?—dije con una sonrisa.

—Si. La tienes.

Sonreí en forma de triunfo. Pensé que sería más difícil conseguir el respeto de mi suegro, pero fue más fácil de lo que creí.

Pete abrió el sobre y había demasiado dinero. Eso nos ayudaría demasiado en la boda, faltaba demasiado para tener todos los arreglos, ya quería que ese día llegara.

Abracé a Pete por la espalda y deposité un beso en su mejilla.

—Deberíamos pedirle ayuda a Champoo—dije—. Se que no te cae bien pero tiene buenos gustos, nos ayudaría bastante.

—Mm... Está bien, pero que quedé claro que yo daré las ideas de lo que necesitamos.

—Como mi esposa diga.

—Tonto.

Pete se dió la vuelta y me besó. Con una sonrisa correspondí, extrañaba tanto besarlo sin que nada nos detenga. Mordí su labio inferior al sentir sus manos deslizarse en mi pecho.

Me separé de sus labios para poder ver su bello rostro. Con mi dedo delineé lo gruesos que son y hablé:

—Te amo demasiado, pequeño.

—No es necesario que lo digas ¿sabes? Solo bésame y demuéstramelo de mejor manera.

Me tomó por el cuello de mi camisa y volvió a juntar sus labios con los míos. Tomé su trasero en mis manos y lo elevé para que sus piernas se enrollaran en mi cadera.