🌸Especial 01: Pin y Son🌸

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Narra Ae

—¡Ae, Ae, Ae! ¡Mira! ¡Los mellizos están pataleando!—exclamó Pond con un rostro de felicidad.

La mano de Pond estaba en vientre descubierto de Aim. Los ojos de mi amigo brillaban, hoy Aim cumplía siete meses de embarazo. Siete meses desde que su ex novio la había dejado con este estado.

Si todavía no entienden bien lo que está pasando déjenme explicarles.

Hace siete meses estaba con Pond, mi mejor amigo, en las canchas de fútbol de la Preparatoria donde estudiamos. Estábamos jugando con el balón pero en un mal movimiento pateé el balón pegándole a una chica con el cabello rojizo.

Pond y yo corrimos a ayudarla, sus ojos estaban llorosos. Pedí perdón para que dejara de llorar pero ella solo me dijo que no le dolió, que en realidad lloraba por otra cosa. El cual era el tema sobre su embarazo.

Desde ese día Aim siempre a estado con nosotros, la apoyamos mucho en sus estudios escolares y en las compras para sus bebés.

Hace tres meses nos enteramos que tendría unos coates. Ni Aim y ni Pond han estado investigando un nombre para los coates, al parecer solo yo solo que no les he comentado nada.

—Ya, ya, deja de tocarle el vientre a Aim, Pond. Asustarás a los bebés.

—Eres un aguafiestas, Ae—dijo Pond—. Deben acostumbrarse a la presencia de su futuro padre.

*Golpe*

—¡Auch! ¡Cha-Aim! ¡¿Porqué me pegas?!—se quejó Pond mientras sobaba su nuca.

—¿Quién dijo que serías el padre de mis hijos? Que yo recuerde somos amigos.

Pond llevó sus manos a su pecho y se tiró al suelo. Hizo su cara de dolido junto con un berrinche. Aim empezó a reír, sabía muy bien que a ella le gustaba Pond solo que no lo admitía.

—¡Hey, Tin! ¿A dónde vas?—preguntó Aim.

Volteé a ver hacia la puerta de mi casa y vi a Tin con las llaves del carro en sus manos. Ya sabía lo que iba a hacer. Era su rutina desde que Pete se fue.

Todavía duele, ya ha pasado más de un año que se fue y... Rayos, me siento morir.

—Iré a recoger a Can, no puede andar solo por el pueblo—dijo Tin antes de salir de au casa.

Pond se paró del suelo y se acercó a mi, me rodeó con su brazo derecho y me palmeó la espalda.

—Ae, creo que el verdadero pedófilo no eres tu, sino Tin.

—Vete a la mierda Idiota.

Lo volví a tumbar al suelo. Me fui enojado a mi habitación, de verdad no me gustaba recordar a Pete. Eso me pone triste y nostálgico.

—Debes de dejar de molestar a Ae, Pond—oí decir a Aim desde afuera de mi habitación—. A él no le gusta que hablen de Pete y lo sabes.

—Es que no lo entiendo, Aim. Nos tiene a nosotros, a Tin, a su mamá y próximamente a los bebés y no le basta.

—Debes entenderlo ¿si?

No escuché más la voz de Pond. Me dejé caer en mi cama, alcé mi almohada y saqué la fotografía de Pete y yo. La acaricié con nostalgia.

¿Y si creo una máquina del tiempo y vuelvo al tiempo atrás? Una idea estúpida, lo sé, pero lo extraño demasiado. Sus cartas nunca me llegaron, eso me dolió más.

"¿Sabes lo mucho que me haces falta? Te necesito aquí conmigo"

—¡AAAH! ¡MIERDA!

Me paré rápidamente de la cama al escuchar los gritos de Aim. Deje la fotografía en su lugar y salí de la habitación.

Aim estaba tirada en el suelo con su mano en su vientre, Pond la sostenía en sus brazos. Me acerqué rápidamente a ellos, no entendía que pasaba.

—¡¿Qué está pasando?!—exclamé.

—L-los bebés... ellos... ¡AH! ¡SOLO LLÉVENME AL HOSPITAL! ¡YA VAN A NACER!

No se como lo hicimos, creo que fue la preocupación y los gritos de Cha-Aim los que nos hicieron llegar rápidamente al hospital. Llegamos con exactitud a la pare de emergencias, era raro que a los siete meses ella estuviera dando a luz.

Tan pronto Aim estuvo en la camilla y entraron a la sala, Pond y yo nos quedamos afuera. Pero de repente una enfermera tomó del brazo a Pond y se lo llevó.

Pond estaba igual de confundido que yo. Me senté en la sala de espera y le mandé mensaje a Tin que viniera tan pronto dejara a Can en su casa.

Pasó un buen tiempo, Tin y yo seguíamos esperando. La enfermera llegó con una sonrisa y nos dijo que podíamos pasar a ver a los bebés.

Entramos a la habitación con sumo silencio, Aim cargaba a un bebé y Pond a otro, Aim estaba con el típico traje de paciente pero Pond estaba cubierto de ¿plástico?

—Oh, chicos, ya llegaron—dijo Aim—. Vengan a ver a los bebés.

Nos acercamos, Aim me dejo cargar al niño, era la cara de ella. Delineé de manera suave su rostro, era tan tierno. Si Pete estuviera aquí a él igual le gustaría cargarlo.

Estoy muy seguro que cuando Pete regrese, cuando tengamos nuestra casa ambos querremos adoptar un bebé, estoy muy seguro.

—Son...—susurré.

Sacudí mi cabeza al darme cuenta lo que había dicho. Todos me miraban, no pude evitar sonrojarme.

—¿Son?—preguntó Pond—. ¿Te gusta ese nombre?

Volteé a ver a Aim. Ella era la madre, no yo. Ella debería elegir los nombre de los bebés. Negué con mi cabeza respondiendo la pregunta de Pond.

—No... Bueno, si. Ósea, me gusta el nombre pero Aim es la madre ella debe ele...

—Me gusta—dijo Aim—. Me gusta ese nombre.

—¿Eh?

Aim arrulló a la bebé en sus brazos antes de que empezara a llorar. La niña era igual de linda, también había sacado la cara de su mamá. Era hermosa.

—¿Y para ella? ¿Qué nombre te gusta para ella, Ae?

Le entregué a Pond a el bebé y le dediqué toda mi atención a Aim.

—¿Un nombre? ¿Para ella?

—Si—afirmó Aim—. No tuve tiempo para investigar sus nombre pero tu si. Dime, ¿cuál fue el que más te gusto para ella?

—Pin—respondí con una sonrisa—La niña Pin y el niño Son.

—Entonces así se llamaran.

*Golpe de puerta*

Todos volteamos a ver a la enfermera que venía con una tipo carriola pero de una forma extraña.

—Perdón por interrumpir pero debo de llevar a los bebés a la incubadora. Nacieron dos meses antes de lo esperado, necesitan atención médica.

Todos asentimos. Los bebés fueron puestos en la carriola. Aim estaba al borde de las lágrimas, pero no por tristeza sino por felicidad.

—¿Ya eligieron los nombres?—preguntó la enfermera.

—Si. Serán Pin y Son—respondí una vez más.
















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Solo quería decir que cuando yo trabajo con un Epílogo o Especiales suelen ser muy cortos.

No me gusta hacerlos largos ya que sería como una razón más para hacer la historia larga.

Este especial fue el más largo que he hecho. Normalmente los hago de entre 500—700 palabras.

Este me llevo entre 990–1000.

𝚃𝚄 𝙼𝙸𝚁𝙰𝙳𝙰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora