Capítulo 18: Lobos al acecho

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Caminé pensativa por la fiesta, reflexionando. De pronto, mi celular comenzó a vibrar: "¡Es hora Mar!". Finalmente había llegado mi momento de tomar parte en el rebuscado y romántico plan de Lizzy.

Me dirigí a la parte de atrás del salón esperando ver menos concurrencia. Al ser mi hipótesis correcta, decidí notificar a Lizzy.

— Atrás del salón, junto al estacionamiento — dije en voz alta mientras escribía.

Sólo recibí un presuroso "Ok".

Mi participación había terminado más rápido de lo que esperaba, así que me dispuse volver a la zona de videojuegos para ver la partida de Zack y Nathan. Sin embargo, al pasar por el jardín, percibí algo un tanto extraño en el ambiente. No le di demasiada importancia hasta que vi al grupo de chicas prácticamente en pleno silencio.

Devlin, Trisha, Jodie, Marnie, Becky y Michelle estaban amontonadas en una esquina del jardín sin decir nada..., ¿eso era normal? Cuando pasé por su lado decidí parar oreja y disimular mi curiosidad.

— Entonces, ¿qué tenemos para hoy? — murmuró Devlin.

— No vino ninguno de los buenos — se quejó Trisha.

— Pero Thomas dijo que iba a venir, ¿no?

Michelle se encogió de hombros.

— No ha llegado, el único de la noche es Dylan. Y créeme, aunque intenté conquetearle,
Lizzy se me adelantó.

— Esa nunca tendrá oportunidad — rió Devlin.

— Seguiremos esperando entonces — suspiró Becky.

La aglomeración de chicos se hizo a un lado para que entrara otro bloque, ahí estaba el tan esperado Thomas: un auténtico patán de buena pinta... aunque de lo de buena pinta yo tenía mis dudas.

— ¡Tom!

Sin pensarlo dos veces, Devlin, Trisha y Jodie corrieron hacia él. Michelle, al ver que ya  le habían sacado ventaja, se dio la media vuelta y se fue indignada a buscar otro filete que cazar.

Marnie soltó un gruñido simulando que no le importaba, y Becky sólo miró con disgusto la escena; pero ambas permanecieron en su lugar, inmóviles. Thomas saludó rápidamente y luego se marchó hacia la zona de videojuegos...; sin embargo, una aún no había terminado su actuación: Al ver que las tres primeras volvían al grupo, Becky se armó de valor y se levantó.

— ¿A dónde vas?

— A comer algo — respondió ésta con picardía.

Se acomodó el cabello, sacudió su vestido y abrió un poco el escote... Definitivamente no conocía ese lado atrevido de Becky. Se separó del grupo con prisa; caminando con una exagerada elegancia hasta llegar al susodicho.

— Hola Tom — dijo con una risa aparentemente inocente.

— Becky, ¿cómo estás? — dijo el chico con cortesía.

— Muy bien, ¿y tú?

— Perfectamente.

Becky dio un par de pasos hacia el chico y meneó sus hombros coqueteándole disimuladamente.

— ¿Quieres ir por algo de comer?

Los ojos de Tom ya no miraban sólo la cara de Becky. Poco a poco comencé a notar que ambos tenían intenciones de por medio. Una picardía oculta en cada palabra y acto.

— Me encantaría — dijo Thomas complacido.

Sentía un poco de pena ajena de que el chico se la estuviera comiendo con la mirada. Iba a abandonar mi puesto como espectadora, cuando noté algo más en la escena que había pasado por alto: una silueta transparente.

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