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Entró a la habitación de nuevo y sólo percibió un bulto en la cama, enrollado y sollozando.

–Tom, cariño – lo sacudió un poco –anda, voltea a verme
–¿Qué pasó? – asomó la cara
–¿Qué carajos? ¿Estás así por lo que dijo Maggie? – preguntó entre preocupado y enojado

–¿Soy un niño?
–Claro que no, eres un hombre y eso me lo has demostrado – dijo acariciando su cabeza – ahora vamos a cenar y enfrentar a tu cuñada-mounstro.

Se limpió la cara, se vistió y tomó la mano de Jake; tenía que enfrentarlo ¿no?.

Cenaron en un silencio incómodo. La cena era pesada. Mordió con fuerza el pedazo de carne para que el menor la viera y le tuviese temor; le funcionó.

–¡Basta! Maggie ¿qué problema tienes con que él sea mi pareja? – alzó la voz haciendo que Holland se hiciera pequeño en su asiento
–¡Es el pediatra de tus cachorros!
–¡Mejor aún!
–¿Mejor aún? ¿Qué tienes en la cabeza?
–Amor por él ¿y?
–¿Amor por él? ¡Él no es Heath!

Silencio. Un pequeño jadeo. Una silla arrastrada en el suelo.

–Permiso– dijo con todo el orgullo que su cuerpo contenía.

Tomó su chaqueta y caminó a la salida. Abrió dejando entrar el frío de la noche.

–Gracias hermanita

Corrió detrás de él. No sabía que decir ni que hacer, sólo no quería dejarlo ir.
Lo encontró recargado en una pared, aguantando las ganas de llorar.

¿Qué no era Heath? Eso lo sabía, jamás ocuparía su lugar, los cachorros no eran de él, sólo era un simple pediatra que los quería mucho y a su papá alfa también.

–Tom– suspiró con cansancio – creí que no te iba a encontrar, joder.

–Sé que no soy Heath pero intento ser alguien bueno para ti
–Carajo Tom, lo eres. Que no te importe lo que diga ella ¿sí?

Besó sus labios y le abrazó, dando un poco de calor al cuerpo tembloroso por el frío.
Al regresar encontraron a la chica sentada, con una disculpa entre hipócrita y sincera.

Tom no quiso regresar esa noche a su departamento. Quería tener un poco de confort. A mitad de la noche un ruido ajeno lo despertó, encontrando el monitor de bebés parpadeando.

Intentó despertar al papá, pero no obtuvo respuesta, así que se levantó y fue a acomodar a los niños para que durmieran de nuevo.

"Quiero ser padre, pero no tan pronto" susurro para él mismo una vez que volvió a la cama.

*

Si la cena con Maggie fue incómoda, con toda la familia Holland fue peor.
En todos los sentidos.

Si bien, decidieron presentarse a la familia, jamás imaginaron que los mejores amigos de Tom estarían ahí, por que a palabras de su madre "ellos también eran Holland"

Así que Harrison, Sam y Harry se la pasaron viendole de pies a cabeza.
Paddy, él era otro asunto.

Como idea sugerida por Maggie, llevaron a ambos bebés a la cena. Y el resultado fue que el menor de los Holland estuviera más que feliz jugando con ellos.

–¿A que te dedicas Jake?– preguntó el papá de Tom
–Trabajo como guardia en una fábrica de textiles – un sorbo al jugo
–¿Cuántos años tienes?– una mordida a la sopa
–Harry...
–Veintiocho – contestó sin prisas.

Y así la cena se hizo larga, incómoda, con Tom intentando dejar el interrogatorio para después.

Rieron en el departamento de Tom después de regresar. La incomodidad se convirtió en risas, las risas en abrazos, los abrazos en besos, caricias, toques, besos húmedos, jadeos, gemidos, éxtasis

Platicando de cosas raras terminaron dormidos y cansados. Con un Jake planeando como demostrar que Tom era para él, y con un Tom cansado de comparaciones.

Lo peor era que todavía no conocían al resto de la familia Gyllenhaal

Mistery Of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora