Mistery Of Love

•20•

La euforia recorría todo su cuerpo.

Quería gritar, pero en cambio solo estaba apretando el volante.
Se detuvo frente a la otra casa.

Tocó apresuradamente. Parecía que quería tirar la puerta.

-¿Quien es?- escuchó la voz de la chica

-Jake

-¿Jake? ¿Qué haces a esta hora?- preguntó tallandose un ojo

-Lo voy a hacer- dijo con emoción

-¿Qué cosa?- preguntó un poco confundida

-Voy a ir por Tom, Jeanne ¡Lo haré!

-¡Ay, no puede ser! Anda ve, ve. Maneja hasta llegar y si te acobardas te voy a encontrar.

-Me despides de tu amor, y creeme, no me voy a arrepentir.

*

-Entonces no

-Exactamente - contestó Tom

-Amigo ¿qué puedo decirte? Al menos te quitaste una duda

-Puede que pierda su amistad - dijo en un tono bajo

-No lo creo - le pasó un brazo por la espalda -¿Sigue viviendo aquí, no? - al ver su asentimiento continuó - ahí está. No es tan idiota para perder tu amistad.

Holland simplemente se acurrucó a lado de Haz, su amigo. Hacía demasiado que no hablaban, así que Harrison decidió visitarlo y pedir disculpas por su actitud con Jake. Pero terminaron platicando sobre Jackson.

-He llegado - dijo Fox - Hola Haz ¿qué haces por acá?

-Vine a visitarlo, extrañaba demasiado a mi mejor amigo.

Fox sonrió al ver a Tom tranquilo.
Eso era lo que quería para él, tranquilidad.

-Ya tengo que irme, si no nadie va a darme para comer - bromeó

-Saludame a Harry, dile que por qué no me ha visitado - contestó Tom con una sonrisa burlona

-¿Harry? Es tu hermano

-Es tu novio- añadió el otro amigo de Tom

-Claro que no - afirmó nervioso

-Claro que sí, ustedes no se despegan nunca y muchas veces llegó con tu olor por todas partes

-Adiós - se despidió y salió rápido que ni siquiera se dio cuenta de quien estaba afuera del departamento.

Tom ya podía ver a su amigo, la vergüenza casi estaba extinguida. Había pasado más de una semana, por lo que se sentía mejor.

-¿Estás bien?

-Sólo necesito desayunar

-Te tengo una sorpresa, y si no te agrada me puedes aventar el desayuno en la cara - sonrió Fox

-Eso suena... Mal ¿Qué sorpresa?

-Cierra los ojos.

*

Después de manejar por dos horas, llegó a su destino. Aún era temprano.

Bajó del coche y estaba a punto de tocar el timbre cuando se arrepintió.
Le había dicho a su nueva amiga que no lo haría, pero su mano se detuvo antes de tocar.

Subió al auto de nuevo. Tenía que ir por sus niños a la casa de su hermana, por que sí, era la única que sabía de su regreso.

Bajó de nuevo. Tomó las llaves y comenzó a caminar y dar la vuelta por la misma cuadra; la gente comenzaba a verlo como un sospechoso.