Mistery Of Love

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Llegó casi corriendo. Era euforia lo que sentía. Tocó la puerta con insistencia, hasta que abrieron. Abrazó al castaño dejandolo impresionado. No era que quisiera que siempre sufriera por él, pero si quedó extrañado.

–¿Qué pasó?– preguntó mirándolo

–¡Dejame quedarme una semana aquí! Te pago si quieres – dijo Fox con la misma emoción

–Espera ¿Me puedes decir porqué?– dijo casi riendo por la emoción del otro

–Creo que me enamoré de Jacob – admitió sonriendo y al ver la cara de sorpresa de su amigo continuó – me gustó cuando lo vi ¿si? Y solo quise intentar, lo invité a una cita pero me impresionó más. Ya, ya me enamoré.

–No es necesario que me pagues, me voy a mudar con Jake, en una semana, así que te pido lo cuides hasta que consigas algo mejor aquí.

Volvió a abrazarlo. Estaba feliz por él, por su cita maravillosa y que sus vida estaban tomando el rumbo que siempre quisieron.

Jackson fue a la cocina por jugo para brindar y hablar un buen rato. Amaba a Tom, pero no de la forma que había pensado todo ese tiempo. Tal vez era algo más fraternal. Terminaron el jugo y siguieron con leche. Sus estómagos y sus vejigas no soportaban más líquido a la media noche, así que dejaron de beber.

–¿Cómo está?– el pelinegro tocó su vientre, acariciando con ternura

–Creo que bien, tengo curiosidad de saber como será cuando crezca más y más.

–¿Estás más tranquilo? ¿Jake no se porta como un idiota?– preguntó con interés

–Si, creo que ahora mi vida va a tomar un rumbo emocionante y aterrador a la vez. Siempre puedo escapar – rió con tono de broma – Y, segundo: hasta ahora no ha sido un idiota, espero que por el resto de nuestras vidas siga así

–Puedes venir a verme cuando quieras, aquí estaré para ayudarte a escapar – rió de igual, para después mirarlo sonriente – yo también espero que sea así, si no lo golpearé de nuevo de nuevo.

Dieron por terminada la noche, y cada quien fue a dormir. Ambos sonrientes y entusiasmados.

*

Los cubiertos resonaban al chocar con los platos. Un olor delicioso se esparcía por la cocina y el comedor. Era una cena amena, hasta cierto punto relajante.

–¿Ya saben como se va a llamar?– preguntó la mujer mientras llevaba otra bocado

–Mamá, apenas y sabemos cuantos meses tiene – contestó Tom un poco molesto

Jake sonrió mirando a Tom, aún no caía de su pequeña nube de felicidad. Acarició su pelo con una sonrisa aún más grande.

Había pasado una semana desde que Jackson y Tom habían hablado.Y esa noche tendría su segunda cita con Jacob.

En eso mismo pensaba el castaño, cuando sintió una punzada en la cadera.
Su novio notó que Tom hizo un pequeño gesto de dolor y llevó su mano a su espalda.

–¿Estás bien?– preguntó Jake preocupado.

–Si, solo no he podido dormir bien– dijo conteniendo sus gestos.

En realidad le dolía más. Días antes había tenido el mismo dolor, pero entendió que era por ser su primer embarazo; era común. En unos meses más serían más intensos y con distintos síntomas.

Puso su mano en la pierna de Jake y se recargó en su hombro. El otro cubrió con su brazo el resto de su brazo por su espalda.

–¿Qué nombres sugiere, suegra?– dijo el ojiazul sin dejar de abrazar a su amado.