Rompiendo las Reglas✔

Capítulo 4:

" A tus órdenes"

Con el sol oculto y la aparición de la luna con sus gloriosas estrellas, Anna está en Conat esperando en una de las mesas a su ex novio Andrés, impaciente e intranquila jugando con sus cabellos rubios sobre sus hombros, tan adentro de sus pensamientos que no se percata que  a su espalda, en una mesa más atrás toma asiento Dylan con dos jóvenes de trajes.
Dylan, tiene una vista perfecta a la mesa de Anna, y se queda observándola unos segundos recordando donde la había visto, claramente la primera imagen que llega a su mente es la chica que chocó contra él totalmente ebría.

—Dylan- habla uno de los jóvenes captando su atención, – ¿café?

El joven asiente con la cabeza y en esa pequeña acción, en la cual vuelve la vista a Anna, ve como un chico se sienta frente a ella.

— gracias por dejarme verte— Andrés, con su cabello negro, alto y un buen físico, extiende sus dedos para tomar la mano de Anna que descansa sobre la mesa. Aún el corazon de Anna está en plena lucha, entre lo que está bien, entre lo que está mal y está muy mal perdonar a alguien que te engañó cruelmente.

— si— aleja inmediatamente la mano de Andrés cruzando sus brazos sobre su pecho,

— Anna...— murmura Andrés poniendo su mejor cara de tristeza,

— tú querías hablar, bien, te escucho-

— creo que ambos deberíamos hablar, encontrar un punto sólido para nuestra relación.

—¿punto sólido? Punto sólido  encontraste tu cuando te metiste con esa Samantha— hace una mueca de asco, — sinceramente vine aquí para ponerle punto final a todo esto.

— Anna por favor, esto no tiene sentido. Tú me amas.

— no— la joven levanta la voz llamando la atención de algunos de los presentes que tienen curiosidad en lo que pasa, al igual que Dylan que parece no prestar mucha atención a los papales puestos en la mesa con los hombres de trajes debatiendo entorno a él.

Aún avergonzada, Anna baja la mirada.

—yo te amo—suelta Andrés con un tono dulce ganándose la atención de la joven,
—solo fue un tropiezo...

— ¿tropiezo? ¿qué pensarías si yo me comiera un tropiezo?- levanta ambas cejas,
— y yo también te amo—confiesa, — o eso creo pero ya me das...asco— sus ojos se llenan de lágrimas, —me engañaste Andrés y eso no lo puede solucionar lindas palabras— y sin poder siquiera abrir su boca para una palabra más, se levanta de la mesa y  sus ojos cristalinos se encuentran con la penetrante mirada de Dylan que le sostiene la mirada sin problema alguno.

— Anna— Andrés se apresura a tomarla del brazo pero la joven se safa e inmediatamente  sale del lugar.

Andrés intenta hacer lo mismo pero la mesera lo detiene ya que alguien debe pagar el café que pidió la joven.

—ya regreso— Dylan se disculpa con los hombres y aprovechando el momento en el que Andrés se queda a pagar, se va detrás de Anna. La misma no llega muy lejos, así que es fácil llegar a ella.

—señorita— la voz ronca de Dylan hace dudar a Anna, si voltear o no pero por una repetición de esa palabra, accede.

Los ojos de Anna miran a su lado, por si se tratara de otra persona pero sus dudas desaparecen cuando Dylan se planta frente a ella.

— ¿a mi?— pregunta la joven.

— si— sigue con su expresión seria, -lo siento pero no pude evitar ser testigo de aquella escena- ladea su cabeza en dirección a Conat.