Capítulo 55:

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Anna/Dylan

Luego de haber limpiado las lágrimas que derramaron los policías, cada uno partió a sus lugares. Por un lado, Anna termina tomando un café, apoyada sobre el árbol que está frente al estacionamiento de la empresa Lawrence, a la espera de la salida de Dylan, como lo estuvo haciendo hace unos días. Mientras termina de beber el café, todavía tiene muy presente la conversación que tuvieron con Cristian, y tan metida en sus pensamientos no se da cuenta de que desde el estacionamiento sale caminando, muy tranquilo, Dylan, para toparse con el cuadro de ver a Anna allí.

— ¿Anna?— el joven se acerca a ella confundido,

— ¿Dy...lan?

— eso creo— el joven deja escapar una pequeña risita, — ¿qué haces aquí?

— Am..yo— mira a su alrededor buscando alguna escusa, — está lloviznando y bueno— abre sus brazos, —me quedé aquí a esperar un taxi— ahora es ella quién rie nerviosa,

—si, claro— sigue Dylan, viendo los taxis que cruzan detrás de la joven,
— puedo llevarte.

— ho no...

— vamos, no es problema.

Al fin, la joven asiente con la cabeza.

— bien— Dylan ladea su cabeza en dirección al Audi.

Anna sube en el lado de copiloto, viendo los movimentos de las manos de Dylan al conducir, hasta que los recuerdos se vuelven a colar en su mente haciendo que una sonrisa se dibuje en su rostro,

—¿sucede algo?— pregunta Dylan al notar la sonrisa de Anna,

— me acordé de la primera vez que subí aquí— rie por lo bajo a la par de Dylan, —me llamabas de usted.

El joven asiente, — aún lo recuerdo.

***
— gracias— salta Anna,

creí que necesitabas un empujón. Si te ibas con él, seguro terminabas en su cama.

La joven frunce el ceño, — claro que no.

— dijiste que lo amabas— tiene los ojos al frente.

La cabeza de Anna quiere pelear con él, decirle que es mentira, que no se dejaría convencer tan rápido pero su corazón sabe que es verdad.

— su dirección— habla casi como una orden pero la joven obedece dándole la dirección de su casa.

—estaba con hombres de traje— recuerda en voz alta Anna.

—una pequeña reunión después del trabajo, ya regresaré.

—gracias— vuelve a decir la joven.

Dylan le corresponde con un movimiento de cabeza y se queda callado hasta que llegan al semáforo.

— no acostumbro a subirme a autos de desconocidos— comenta Anna.

Toda la atención de Dylan cae en ella, ¿cuántos años tienes?-su curiosidad puede más que su cautela.

— diecisiete.

Una vez, una joven de esa edad cruzo por la cama de Dylan como unas más entre el montón. Nunca tuvo la necesidad de presentar una novia oficial, nunca lo tuvo, solo relaciones sexuales específicamente. Algo parecido a sus hermanos, a excepción de Hitan que si está enamorado.

—debería seguir sus instintos señorita. Quizás en este momento no me convierta en un acosador pero hay muchos en esta ciudad.

— ¿acosador, usted?— no puede evitar sonreír.

Rompiendo las Reglas✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora