Capítulo 23:

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Actitudes impulsivas

El jueves de una semana, John pudo coincidir con Harlye en el cine y aún mantiene viva esa esperanza cuando llega al lugar, compra un boleto pero no la puede encontrar, así que mira la película con algo de fastidio hasta que no logra terminar de verla. El joven sale de la sala y con la vista en su móvil camina por el pasillo escuchando unas voces hasta que a sus oídos llega la voz de Harley. Instantáneamente se para en seco mirando por todos lados hasta que la vé, dándole las gracias al vendedor de palomitas de maíz y llevando una a la boca con total naturalidad.
John la sigue con la mirada viéndola entrar en una sala y rápidamente se apresura a seguirla, sabiendo muy bien el lugar donde se sentará, en la última fila y allá va.
Cuando ingresa a la sala la película está apunto de empezar, así que no corre el riesgo de que la joven espíe la puerta, sino que mantiene la vista en la gran pantalla, aún así se sienta a una butaca de distancia de Harley, y  sin poder evitar mirar a la joven con tanto anhelo.
Su cabello ondulado y largo descansa sobre su espalda, una de sus manos está sobre su rodilla con las uñas pintadas de negro, con sus dedos largos y blancos hasta que los mismos  se esconden precipitadamente haciendo que John levanté la vista encontrándose con los ojos de Harley y su frente fruncida.

Incapaz de hacer o decir algo, a John le toca ver cómo Harley abandona su lugar y la sala, sin embargo él va detrás de ella alcanzandola en el silencioso pasillo.

— Harley— se tienta por tomarla del brazo pero recordando lo que paso la vez anterior, se coloca al frente de ella impidiendole el paso.

—¿qué?— ruge la joven.

— lo siento, no quería molestarte.

— no claro, solo me acosabas con tus miradas— rodea los ojos.

— Perdón. No tienes que dejar de ver la película, yo me voy— pronuncia esas últimas tres palabras con nostalgia y rápidamente gira sobre sus talones para alejarse pero siente el contacto de la mano de Harley sobre su brazo.

— si pagaste debes quedarte a verla.

John trata de ocultar una sonrisa pero se pone serio para seguir adelante y no interrumpir los planes de Harley.

— no, me iré. No quiero molestarte- sonrie levemente de lado está vez siguiendo su camino sin interrupciones dejando a Harley parada a mitad del pasillo sin muchas ganas de volver a entrar y ver la película....

Por otro lado, Anna llega a Conat en compañía de una pequeña persona, su hermano menor. El pequeño hace una de sus travesuras entre las mesas del lugar mientras que Anna espera su pedido  echandole una mirada en vez de en cuando al niño hasta que una voz a sus espaldas la sobresalta,

— hola– saluda con una sonrisa de labios cerrados Andrés.

— oh, hola– hace tiempo que ambos no hablaban, así que un hola y una sonrisa es un gran acto.

— ¿estás con Santi?— mira sobre el hombro de la joven viendo al niño el cual encontró a otro chiquillo de su edad.

— si, y tú con tus amigos— ladea su cabeza en dirección a la mesa de jóvenes donde se les escapa una que otras miradas y murmuros.

Andrés abre la boca para hablar pero sus amigos lo llaman sin ganas de dejarlo en paz hasta que se acerque,

— ve— sigue Anna.

El joven asiente con la cabeza y le pega un corrida a la mesa. Aún los ojos de Anna están puestos en su hermanito, que  usurpo una mesa junto a su nuevo amiguito, pero ese camino visible es tapado por la presencia de Alexia enseñándole una sonrisa perversa a Anna.

Rompiendo las Reglas✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora