Capítulo 43:

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El adiós a Nora

Anna camina de un lado a otro de su habitación, mientras que Megan observa por la ventana de la habitación de su amiga, con la mirada perdida en la calle donde cruzan lentamente unos pocos autos.

— ¿crees que ya está?—habla Anna,

— no lo sé—Megan larga un suspiro hasta que sus ojos se encuentran con las luces de la sirena de la policía ya que una patrulla estaciona frente a la casa de Anna,

—no, por favor—murmura Anna, saliendo disparada hacia la puerta junto a su amiga aunque el señor Miller llega antes,

— ¿qué pasa?—Pregunta Megan al oficial que está en el umbral de la puerta,

—William escapó, Cristian mando patrullas a cada una de sus casas.

Anna es incapaz de decir algo,

—¿los hermanos?— susurra Megan,

El joven policía trata de encontrar una respuesta en el señor Miller,

— Cristian fue para la mansión, creen que él irá allá.

— por Nora— termina Anna.

— esto terminará pronto— agrega el señor Miller tratando de sonreír para las abatidas amigas.

Mientras que los hermanos siguen manteniendo la distancia con William,

—Nora es mi mujer— gruñe William levantando levemente el arma,

— ¡Jamás la llevarás!—Alexander termina por acortar la distancia entre él y William pero es obligado a parar ya que el arma le está apuntando directamente a la cabeza,

—¡Alexander!—John trata de llegar a él pero Hitan lo detiene,

— baja esa arma— salta Dylan,

— debías agradecer todo lo que hice por tí—habla William a Alexander,

— dispara— ruge Alexander con la mandíbula tensa hasta que Nora termina con la fría escena,

— basta, ya—obliga al brazo de William a bajar pero en ese momento de distracción de ese último, Alexander aprovecha para tratar de arrebatarle el arma, en tanto William no se deja, Nora tampoco se aleja,

— ¡Mamá!— la voz de Noha suena como un leve susurro entre los gritos de los hermanos, el de Nora, el forcejeo de William y Alexander con el arma siendo apuntando a cualquier lado y el dedo de William en el gatillo, hasta que toma vida, el pedido desgarrador de Nora para que William suelte a Alexander pero un tiró se dispara.

El ambiente queda paralizado, todos con la respiración acelerada, incapaz de mirar a alguien más, al quien fuera que recibió el disparo, hasta que se escuchan las sirenas y un paso, dos pasos y el cuerpo de Nora se desploma sobre el piso.

— mamá—murmura Noha,

El disparo lo recibió Nora. Su blusa estaba siendo teñida de roja, su cuerpo no se mueve, y sus ojos tratan de permanecer abiertos,

— Nora...no— murmura William dejando caer el arma al suelo junto con su cuerpo, arrodillado  a los pies del cuerpo de su esposa.

— ¡mamá!— Alexander despierta a sus hermanos del shock, tumbandose junto a su madre, –mamá—sus manos temblorosas tratan de apretar la herida que sólo sangra,

— Ho por Dios–John trata en vano de hacer lo mismo que Alexander,

— Mamá, no—Noha toma la cabeza de Nora colocandolo sobre sus piernas,
— resiste, mamá por favor.

Dylan e Hitan terminan igual de devastados junto a sus hermanos, y los ojos perdidos de Nora,

—¡Alto!—la voz de Cristian irrumpe en la mansión, observando la escena,
— una ambulancia— habla a uno de sus compañeros con la vista en los hermanos y en William que es esposado...

La siguiente media hora después fueron los peores minutos para los hermanos, mientras que las amigas no lo estaban pasando de lo mejor ya que Cristian no daba señales de vida, hasta que casi una hora después, Cristian llegó a la casa de Anna, dándole el alto a su compañero para que vuelva al departamento de policía.

Cuando el joven apenas pisa la sala, ya tiene frente a él a Anna y a Megan antes que nada,

— ¿qué pasó?–salta Megan con la respiración acelerada,

— William llegó a la mansión...

—dime qué no—habla Anna.

Cristian baja la vista en busca de alguna buena palabra que pudiera alivianar la noticia, pero no lo puede encontrar,

—hubo un disparo, le dió a Nora.

Por inercia Megan se lleva la mano a la boca,

—¿está bien?—sigue Anna casi como un murmuro, pero Cristian se toma su tiempo para responder, negando lentamente con la cabeza con un gran pesar,

— Nora, en la ambulancia camino al hospital.... murió– termina esa palabra con la frente fruncida, decepcionado por haber permitido que algo así sucediera.

Tanto Anna, Megan y sus padres quedan en total silencio, pasmados hacía la noticia, sin embargo, la única imagen que se les puede venir en la mente a Megan y Anna, es la de los hermanos.
Sin decir nada, Anna encara la salida de la casa, junto a Megan,

— Anna— el señor Miller trata de detener a su hija pero Cristian lo detiene,

—yo las cuido–trata de regalarle un sonrisa tranquilizadora antes de ir detrás de las amigas,

— ¿dónde están?—pregunta Anna.

— en mi apartamento—responde Cristian,— los periodistas se enteraron y saben donde viven. Chicas, ellos se necesitan mutuamente. Son hermanos y ella era su madre.

Megan asiente con la cabeza, –un tiempo— susurra con los ojos llenos de lágrimas...

Mientras que en el apartamento de Cristian, los hermanos están mirando un punto fijo en la silenciosa sala. Noha está sentando en el sofá con su rostro oculto entre sus manos, Hitan está a su lado tratando de darle consuelo a su hermano menor. John tiene sus ojos llenos de lágrimas, pero no habla, no se mueve y al parpadear se le escapa una lágrima. Dylan por su parte está igual de destrozado, aún más sin saber cómo aliviar el dolor de sus hermanos, hasta que ve salir al balcón a Alexander.

— yo ire—anuncia Dylan hablándole más al aire que a sus perdidos hermanos.

Cuando sale al balcón, se topa con el frío aire nocturno teniendo a sus pies a la dormida Cuidad de Londres. Sin decir nada, se para junto a Alex que está mirando un punto fijo hacía abajo, sus manos aprietan fuertemente la baranda pero sus brazos están temblando, su mandíbula está tensa y aún así, en la tenue luz, el corazón de Dylan se rompe al ver esas lágrimas rodando sobre su mejilla. El fuerte Alexander no puede mantenerse firme, perdió a una de las personas que más amó.
Dylan, traga saliva para ahogar el nudo en su garganta,

— hermano— habla al fin, haciendo que los turbios ojos de Alexander se encuentren con los suyos,

— no sabes que decir— sigue Alexander rescatando las lágrimas en sus mejillas,
— maldito gruñon—bromea, tratando de sonreír,

— pensé que tú no llorabas—Dylan le sigue la broma,

— me quitaron una parte de mí— trata de decir algo más pero su voz se quiebra, no antes de recibir un abrazo de su hermano...

Nos leeremos❤😢

Rompiendo las Reglas✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora